Capítulo 5. 2/2

52.4K 2.7K 31.8K
                                    

Eran las dos de la mañana cuando Queen empezó a sonar en los altavoces a todo volúmen

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Eran las dos de la mañana cuando Queen empezó a sonar en los altavoces a todo volúmen.

La idea del pastel no fue estuvo tan terrible después de todo: sí, quedó como un homúnculo envuelto en papel de regalo, pero sabroso al mismo tiempo, veintitrés velitas encedidas y un Felíz Cumpleaños escrito en la penosa caligrafía de Louis, con marcador negro Sharpie, sobre la pasta de azúcar.

El cumpleañero se encontraba inconsciente y tirado boca abajo en la tina del baño de Ed, con un quizá demasiado borracho Michael revisándolo cada tanto para asegurarse de que siguiera con vida.

Ed iba ya por su novena cerveza y Zayn vomitaba en la piscina, a la vez que Niall se hallaba de pie bailando sobre la mesa de ping-pong junto a Lewis al ritmo de You're My Best Friend, de Queen. Una Gigi muy borracha gritando mensajes de aliento para los niños desnutridos de África a través de un megáfono que ninguno tenia idea de dónde salió.

En ese preciso momento y ante aquella escena, Louis decidió que era momento de regresar a casa mientras siguiera consciente, recordando que había dejado al pobre Harry allá solo.

Dió unos cuantos pasos por el jardín, tropezándose en el proceso con el cuerpo de una ebria chica tirada sobre el césped.

Louis cayó de platanazo, golpeando su frente contra la tierra, pero sin sentir demasiado dolor. Luego de la sexta cerveza había dejado de sentir emociones, reemplazandolas por colores.

Un muy borracho Luke lo recibió en la salida, comunicándole entre mareados hipidos que llevaría a algunas personas a su casa, y si él quería que lo llevase también; éste aceptando sin caer en el peligro que conllevaba la situación.

Gracias a Dios Luke Hemmings resultó ser un excelente conductor, ya fuera sobrio o en estado de ebriedad, por lo que Louis -y los demás a bordo- consiguieron llegar sanos y salvos a sus hogares. Louis bajándose frente a su edificio, pagándole con un billete de cinco libras a su amigo al salir del vehículo, confundiéndolo con un apuesto taxista.

Inexplicablemente de las arregló para arrastrarse tres pisos escaleras arriba hasta llegar a su puerta, introduciendo su llave con dificultad pues la molesta cerradura no paraba de moverse.

Su cabeza dolía.

El departamento estaba a oscuras, sumido en un silencio sepulcral, con solamente el silbido de la brisa sonando en el ambiente.

Se topó con una bella figura, reposando en su sillón doble con las piernas extendidas sobre la longitud de éste, pero ciertamente no dormido.

Y de repente Louis ya no se sentía tan borracho.

Harry -llamó en un susurro. El aludido girándose para saludarlo con sus ojos despiertos- ¿Rachel está...aquí? -preguntó.

Ella no fue invitada a la fiesta de Liam, pues era un evento sólo para sus amigos más cercanos, cosa que la chica no era. Y Louis no insistió en que la dejaran asistir.

El Chico de los CD's | Vol. IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora