CAP 2

293 15 0
                                    

Narra Michelle:

Este día no ha sido lo que yo pensé, hace tan solo dos horas estaba huyendo de mi familia cuando los vi en la Tapo, ahora me encuentro en una habitación de un hotel muy bonito y me estaba cuidando mi cantante favorito, Ruggero Pasquarelli, la vida si que puede dar un giro de 360 grados, me siento la niña más feliz de todo el mundo, aún me siento muy mal por haberlo metido en este asunto, se preguntarán por qué? Bueno me encantaría poder decir que soy como las demás niñas de mi edad pero no es asi, no tengo unos padres que me quisieran, que me mandarán a la escuela, a pesar de que tenían una enorme mansión en el centro de un enorme y hermoso campo, a un kilómetro de ahí había una pequeña casita que estaba a nada de caerse sin servicios de luz, agua ni drenaje ni gas, con dos pequeños cuartos, una mesa, dos sillas y una cama sin colchón hecha de madera, ahí vivía yo, sola, mis padres venían a ver qué estaba haciendo y siempre encontraban algo con lo cual regañarme y pegarme, creo que para ellos eso es muy sencillo están acostumbrados a eso pues los castigos son lo suyo, son los líderes de uno de los carteles narcotraficantes más importantes de todo el país, lo se no es la mejor profesión pero al menos les hace ganar lo suficiente como para poder nadar en dinero, pero siempre me dijeron que como era adoptada no me merecía estar viviendo a su lado, bueno no siempre, al principio, los primeros años que estuve con ellos, me adoraban, vivíamos en una casa mediana con todo lo necesario, una vida normal, me mandaron al kinder, uno de buena reputación, no muy caro, pero muy bueno, pero desde que se metieron en el negocio de las drogas el dinero los cambio, pero lo único bueno es que a unos 5 kilómetros de mi casa hay otra casa humilde en donde vive una familia, la de Luismi, un día salí a caminar por el campo y se me cayeron unos aretes que mis padres me dieron de niña, me agache para recogerlos y cuando me pare choque con Luis, de ahí nos hicimos amigos y nos veíamos muy seguido pero un día no se que paso que tuvimos...pues.....ya saben, de ahí me escape y no he sabido nada de el desde entonces, si me preocupa como está pero también se que es muy valiente y puede contra todo, hace como 5 años que no veía la televisión, que increíble es esto

Rugge: Mich que te parece si te das una ducha mientras voy a la tienda de souvenirs de abajo a comprarte algo de ropa

Michelle: en serio?? Muchas gracias pero no quiero ser una carga para ti, no es necesario que me compres ropa con esta estoy bien

Rugge: esa que tienes está sucia, además te queda muy justa, tienes que usar algo un poco guango para no hacerle daño a tu hija, no voy a aceptar un no por respuesta créeme la necesitas

Michelle: en serio no hace falta Rugge ya me ayudaste muchísimo al dejarme quedar aquí

Rugge: insisto, ya te dije que no voy a aceptar un no por respuesta

Michelle: bueno está bien ya que no me dejas otra opción

Rugge: muy bien ahora ve a ducharte, regreso en un rato (sale de la casa)

Narra Rugge:

Hay algo que me mueve a ayudar a Michelle, bueno a parte de que ya estoy metido en este asunto, puede que sea el hecho de que yo también fui padre adolescente, claro no es lo mismo entre hombres y mujeres, además yo estaba un poco más grande que ella, pero eso no le quita lo complicado, se que ella es muy niña para esto y creo que más o menos se que es lo que se siente y también se que se necesita apoyo para afrontar este tipo de situaciones, a pesar de que la acabo de conocer no pienso alejarme de ella, no hasta que haya logrado salir de este problema con sus padres y todo ese rollo, así que por lo mientras voy a la tienda para comprar algo de ropa para ella, así ella va a estar mejor.

Narra Michelle:

Acabo de salir de la ducha y lo mejor es que tiene jacuzzi, que padre que es esto, hace años que no estaba sobre una cama tan grande, y tan suavesita, con una tele enfrente y rodeada de muchos muebles, que padre es esto, el sonido de la puerta abriéndose me saco de mis pensamientos, es Rugge que ya volvió de la tienda

Mi hija perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora