Capítulo apócrifo: en medio del 15 y el 16.
Un relato de San Valentín sucedido a finales de enero.
Buenas tardes señor paschetto. Se acercaba san valentín y el autor quería contar una historia pero Hitokiri, nuestro señor shogun, no tenía que saber que existía este relato, debido a que no quería exponer las debilidades de su reinado. Le había prohibido al autor escribir lo sucedido en el capítulo 1, 2 y 3 desde el punto de vista del gato de la suerte. además sería muy repetitivo contar por cuarta vez este suceso, pero el autor espero que pasen unos días de la fecha conmemorativa y que la idea de san valentín se desvaneciera de la mente del gato malhumorado para poder documentar los hechos en estas páginas y esconderlas, para que no caigan en patas que puedan poner en riesgo a las mascotas del hogar:
Zorito de la suerte era un gato que hacía más de lo que decía, como todo gato máquina de matar, por lo tanto yo, el relator omnipresente, seré el que contará esta historia que por cuarta vez se ha de relatar:
Domingo 20 de Enero del 2019.
Estaba amaneciendo Jonatan y Lili sirvieron ricos coquitos a los gatos hambrientos, Zoro notó a Tora más temerosa que de costumbre. Ella al estudiar tanto al gato sin buscarlo desarrolló un vínculo con él, podía sentir en el cuerpo las variaciones de la suerte del gato. como ya saben ese día fue la llegada del rataton con la peste a la casita del árbol de paltas que todavía no da paltas, Zoro estaba expectante, vio subir a Tora a su lugar seguro y se sintió más tranquilo porque allí no correría peligro. patrulló la zona.
Vio a Hitokiri queriendo llegar a un tratado de no agresión mutua con la pandilla del gato naranja hasta que el rataton sea exterminado. Ellos no creían en el relato del señor shogun, pensaban que era una de sus tantas tretas, para luego traicionarlos, cuando se reponga dado que sus dos soldados lo habían abandonado y no le quedaban muchas fuerzas para seguir con las hostilidades. su respuesta fue negativa.
Al atardecer pasó por el hogar y vio a Jonatan poniendo videos en youtube para ver junto a Anka y dejar que siga reproduciendo automáticamente para no tener la necesidad de tocar la computadora.
La suerte de Zoro seguía guiando su patrullaje, que lo había llevado con Magui, vio como hablaba en secreto con Totoro y Harry en su nueva tierra con su nueva familia. libres de órdenes de Hitokiri, ni humanos que dirijan sus vidas. Ella les contó que la peste que los había arrancado de la casita del arbol de nueces los había alcanzado al nuevo mundo y que los iba a necesitar en cualquier momento. Ellos accedieron a ayudar a erradicar a los ratatones, para luego seguir con sus vidas.
Llegando el anochecer se disponía a volver al hogar y vio perros callejeros pelear contra unas ratas gigantes sus cuerpos median unos 26cm y su cola 22cm una de ellas escapó y Zoro instintivamente fue tras ella mientras los perros ladraban y los perros del barrio continuaron ladrando por un buen rato, la peste fue corriendo a la casita del arbol de paltas que todavía no da paltas, Zoro apresuro la marcha porque Tora estaba en casa, el rataton no se podía enfrentar a Zoro, estaba solo y ya no atacaban solos, así que trató de escapar subiendo al lugar alto donde estaba Tora creyendo que no iba a poder alcanzarlo, pero Zoro asustado saltó y trepó como nunca lo había hecho antes, no sabía cómo Tora podía subir a ese lugar, era muy inteligente, podía hacer cosas sorprendentes con su gran ingenio, en cambio Zoro pudo llegar a ese lugar por fuerza bruta para proteger lo que más amaba. la pandilla del gato naranja miraba la situación con la boca abierta.
-Hola vos- dijo Zoro para chequear que no esté herida, Tora respondió -Hola vos- y se dio cuenta que estaba bien, lleno de ira enfocó su mirada hacia el Rataton que huía, y se lanzó sin pensar al vacío, lleno de odio en su interior, dispuesto a despedazar a su presa. Magui estaba adentro del hogar, Hitokiri la vio temblando de miedo recordando lo vivido en la Casa del Nogal, lloraba, recordaba el hambre, la patada que le destrozó el pecho y su corazón, los compañeros devorados, y todas las veces que los ratatones casi la devoran, el Señor Shogun se acercó a ella y chocaron narices, Magui dejó de temblar, le pidió que por favor nunca la deje sola, él le juró por su vida que nunca más va a permitir que nada en el mundo los separe otra vez. Se tragó su orgullo y le comento que hizo un pacto con la tribu del gato naranja para protegerla de la peste, ella solo se tenía que encargar de descansar, Magui sonrió y se frotó contra él y le dijo que es un mentiroso, porque la tribu del gato naranja nunca accedería a cooperar con ellos, pero de todos modos se sentía segura estando por fin a su lado. Por la ventana ven al gato naranja acercarse avisando que la tregua será efectiva hasta terminar con la peste que viene, lo cierto es que temblaron de miedo cuando vieron a Zoro cazar y no se querían enfrentar a él. nunca en su vida vieron semejante demostración de poder y entraron en pánico. Se excusaron entre ellos diciendo que no sería conveniente pelear teniendo que enfrentar a un enemigo común. así que mientras zoro estuviera a las órdenes del Señor Shogun jamas se atreverian a enfrentarlo.
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Relatos apócrifos de las mascotas del hogar
AventuraRelatos apócrifos de: "la inverosímil aventura de las mascotas del hogar" y "no somos tus mascotas" Aquí se encuentran los relatos que no permite el señor shogun Hitokiri incluir en las historias principales.