국OMEGAVERSE민
Jimin y Jungkook se han conocido desde pequeños gracias a la buena relación entre sus padres, quienes eran los jefes de sus respectivas manadas. Ellos en cambio, los siguientes líderes, siempre han tenido esa "rivalidad" y espíritu de c...
Se apartó de Taehyung rápidamente justo después de hacerse una idea de lo que estaba pasando, pero fue demasiado tarde. Antes de siquiera poder hacer algo, una onda expansiva de un súper fuerte olor le dio una bofetada directo en la cara. Las chicas alrededor de Jungkook cayeron al suelo, impactadas, temblorosas y, seguramente, mojadas como nunca, a la vez que casi todo el mundo giró a mirar hacia allá y el resto de omegas empezaba a flaquear. Unos segundos después el caos se desató y el olor dulzón, mezclado con el almizcle de los perfumes, proveniente de los omegas dio a saber que una ola de celosprovocados sin querer había empezado.
Jimin se tapó la nariz al segundo, sintiéndose erizado en todas partes y empezando a sudar. Levantó la mirada dirigiéndola, de nuevo, al que nunca admitiría que era su mejor amigo. Y allí lo vio, jadeando muy fuertemente, con los ojos dejando de ser negros para volverse rojo sangre, sudando mucho, mientras veía con insistencia a la, ahora en celo, hija de los médicos en el suelo, con su cuello mostrándose sumisamente y los ojos deseosos. Vio cómo Jungkook gruñía, se agarraba la camisa, arrugándola, y daba un paso hacia adelante, a punto de perder el control de su cuerpo. Jimin estaba paralizado, nunca antes había visto a Jungkook en su celo. No sabía qué hacer, pero tenía que hacer algo.
Y cuando Jungkook cogió aire, recuperando algo de consciencia, y levantó la mirada para enviarle un mensaje rápido a los ojos de Jimin, este lo supo.
Tenía que arrastrarlo fuera de ahí.
Se golpeó la cara con la palma de su mano libre, y sin soltar el tapón que había creado en su nariz para no desconcentrarse y verse atraído por alguno de esos omegas ahora desesperados, echó a correr hacia su amigo en problemas. Lo atrapó justo a tiempo para evitar que se lanzara a la omega frente suyo, o a su prima, o a cualquiera que estuviera ahí para satisfacer a su alfa en celo. Este empezó como a intentar luchar con él, como si ya estuviera fuera de sí, y Jimin necesitó de los dos brazos para obligarlo a salir y que no se resistiera.
El olor le pegó fuerte. Arrugó la nariz, pero comenzó a sentirse caliente también, como si fuera a desfallecer, y sus pantalones se apretaron en su entrepierna. Aunque su sentido del deber y su preocupación fueron tales que supo dominar a su alfa interior y tomar del brazo a Jungkook para sacarlo a rastras afuera, luchando con él en el camino.
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El camino hasta que consiguió llevarse a sí mismo y a Jeon lo suficientemente lejos fue, por no decir increíblemente duro, difícil. Jungkook estaba más insoportable que nunca y el olor a alfa que desprendía estaba poniendo alerta y molesto a Jimin, sentía cómo podrían ponerse a pelear e incluso a matarse en cosa de segundos. Lo llevó hasta una cabaña en el parque que habían construido junto a sus padres cuando eran aún niños y, como pudo, se encerró junto a él allí. Forcejearon un rato hasta que se empujaron lejos uno del otro, rehuyéndose*, y por fin pudieron respirar con normalidad y recuperar el aire, separados en ambas esquinas de la vivienda.
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