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Y tal y como Jimin había hecho casi al principio, el de ojos ónices estiró su cuello en aceptación y lo dejó ahí, completamente expuesto y a su merced, para que el rubio tomara el lugar que más le gustase.
—Contente un poco. —Le dijo, por lo bajo, mientras el otro ya estaba abriendo la boca con colmillos para aquel propósito—. Mi piel es más pálida, clara y obvia que la tuya y... ¡Agh!
La mordida fue en una zona de la espalda entre el hombro y el cuello, muy cerca de la nuca, pero más fácil de ocultar. Y fue, de hecho, doloroso aunque mucho más placentero de lo que Jungkook había imaginado.
«¿Quién hubiera dicho que ser mordido y elegido como única pareja por un tipo alfa sería tan caliente?»
Jimin hincó bien los dientes, soltando una clase de gemido ronco y aliviado que sonó increíble a oídos de Jungkook, y en seguida comenzó a moverse sobre el miembro aún erguido de su compañero. Eso le dio ganas al menor de volver a lo de antes.
Pero cuando aquel rubio por fin se apartó y se elevó para mostrarse inclinado hacia atrás y sentado sobre él, con la cara perlada por una fina capa de sudor, con el cuerpo brillante y pulido, marcado con chupetones y manchitas rojas por todas partes, el cabello sudado y medio húmedo echado hacia atrás, sus rasgos faciales resaltándose más, sus ojos deseosos y atrevidos, y la zona de unión y sexo completamente a la vista, Jungkook no puedo evitar quedar con la boca abierta y tener en la mirada un claro destello de adoración.
«¿Cuándo su maldito hyung se había vuelto tan condenadamente sexy?»
Solo de imaginárselo con otra persona, su corazón dolió y su instinto más salvaje ardió en furia. Pero ya no tenía de qué preocuparse. Lo había marcado. Era suyo. Y él mismo era de Jimin.
No podía creer que, realmente, ese rubio que montaba su polla como todo un cowboy*, como si viviera para ello, fuera ahora completamente suyo.
—Eres tan erótico, Jimin... —Le dijo en un murmullo ahogado y, agarrándolo de las caderas para empezar a penetrar hacia arriba, lo jodió con la misma fuerza que el otro ejercía para empalarse.
Y cuando Jimin ya comenzó a tocarse a sí mismo, masturbándose mientras seguía adelante y hacia atrás, arriba y hacia abajo, moviéndose en círculos con su pene aún en su interior, Jungkook no aguantó más y se corrió con un gruñido ronco y tosco, procurando no desperdiciar nada y derramarlo todo adentro. No tenía que preocuparse de que su mayor quedara embarazado, porque de todos modos no podía, así que lo hizo con todas las libertades que tenía. El nudo ocurrió de igual manera. Sin embargo, Jimin se corrió como un desgraciado también, apuntando al abdomen del otro.
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Más tarde, después de toda la acción, el celo de Jungkook se había calmado lo suficiente como para no estar duro como una roca y, ambos, jadearon recuperando el aire tendidos en el suelo completamente desnudos. No dijeron nada durante un buen rato, asustados de romper el silencio, pero al paso de los minutos, al fin, se miraron. Estaban confundidos. Jimin tenía una sonrisa extraña en la cara, algo forzada.
—Eh... Esto de que estoy sintiendo exactamente lo mismo que tú en este momento, no es nada preocupante, ¿verdad? —comentó, tratando de mantener la calma, y Jungkook suspiró abatido e irritado.
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El Celo de un Alfa - KookMin (Adaptación)
Random국OMEGAVERSE민 Jimin y Jungkook se han conocido desde pequeños gracias a la buena relación entre sus padres, quienes eran los jefes de sus respectivas manadas. Ellos en cambio, los siguientes líderes, siempre han tenido esa "rivalidad" y espíritu de c...