Capítulo 23

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Lo observe detenidamente, luego la mire a ella.
No podía ser verdad, él solo estaba jugando conmigo, jugando con mis emociones… emociones que jamás pensé sentir o tener. ¿Un hijo? Maldita sea…
- ¿Qué? 

Él caminó hasta mí y se colocó a mi lado para mirar hacia _____. 
- No te estoy mintiendo, si estas pensando eso, tú sabes que yo no miento, eso no es de mi agrado 
- ¿Qué quieres de ella? 
-Sabes- dijo evadiendo mi pregunta- ______ me dio su vida a cambio de tu eternidad, amigo.

Lo mire sin poder creerlo. ¿Qué mierda era lo que estaba pensando esta chica para hacer una cosa así?

- Ya te lo dije, barba. La dejas ir o vamos a estar en serios problemas 
- ¿Quieres saber que será tu bebe? –. No dije nada. Solo me quede quieto en mi lugar – Va a ser un varón.
- No juegues conmigo…
- Ya te dije que no te estoy mintiendo, Matthew.
- ¡DEJALA IR! 

Intente acercarme a ella, pero se interpuso en mi camino uno de sus sirvientes.

- ¡Quítate de mi camino, James! 
- No puedes acercarte a ella, Matthew. No puedes tocarla, no puedes hablarle. 
-Oh! no estoy para tus juegos de ángel perfecto – intente acercarme de nuevo, pero él se interpuso de nuevo.
- Si solo hubieras cumplido tu pacto… – dijo el ojos bonitos – Esta pobre mujer ahora no cargaría en su vientre al hijo del pecado.
- ¡No hables así de mi hijo! 
- Ya, déjalo en paz James – dijo Dios con tono divertido.
- Tú lo quisiste así. Ahora vamos a ver quién es más débil – dije.

Comencé a buscar a Valary, maldita sea ella tiene toda la culpa. ¿Por qué diablos no me dijo antes lo que él quería? Ahora mi hijo no tiene derecho a nacer, solo porque es mi hijo ¡Que injusticia! Dios puede tener hijos y yo no.
Encontré a Val sentada en una vereda, esperando, seguramente, lo que sería otra muerte.

- Ahora mismo me das tu agenda – le dije.
- ¿Qué? – me preguntó y se puso de pie.
- Aquí va a correr sangre. Así que prepara una bolsa nueva para las almas que vas a llevarle al todopoderoso.
-Matthew, tú no puedes hacer eso 
- ¿A no? ¿Quién va a impedírmelo? ¿Tú? No lo creo 

Tome con algo de furia lo que estaba buscando y sin seguir dando vueltas, desaparecí.

 Hogar.
Ellos dormían, siempre lo hacen cuando yo no estoy ahí. Y ellos iban a hacer todo lo que yo tenía pensado que hicieran, siempre fueron mis compañeros y ahora sé que de algún modo me quieren.

- ¡Arriba, perezosos! 

Todos abrieron sus ojos y rápidamente quisieron atacarme. Coloque mi mano frente a ellos y quedaron inmóviles.
- Hoy no estoy para juegos, muchachos.
Uno de ellos abrió sus gigantescas alas negras para lanzar un horrible chillido. Esperé a que terminara.
- Ya, ya, deja de quejarte Jonathan. Tengo una tarea para ustedes. 


Comencé a escuchar lo que tanto me gustaba escuchar: gritos, desesperación, desgracia, miedo, dolor, sufrimiento. Era todo aquello que alimentaba mi oscura alma… pero ya no causaba nada en mí, ni lo más mínimo.
Solo podía pensar en ______, lo único que yo quería era que estuviera bien, y que Él la dejara vivir…a ella y a mi hijo.

- Tú no quieres esto, hermano, lo único que quieres es que ella esté bien. Sé que no quieres destruir el mundo – dijo Valary apareciendo de la nada. Reí irónicamente.
- Tú no sabes nada– Se acercó más a mí y se sentó a mi lado.
- Se que la amas. 
- Yo no puedo sentir eso, porque eso es una mierda.
- Solo debes escuchar a tu corazón, y veras que algo se te ocurrirá – dijo y desapareció.

Tal vez ella tenga razón… tal vez solo deba ir y tratar…
¡Tengo que ir a negociar con él!

In Flames || M. ShadowsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora