*Multimedia: Sebastián/Dean Geyer*
Narra Nila:
Dios, ¿Porqué siempre he sido tan ingenua? ¡No me puede gustar nadie! ¡¡Y menos el!!
Después de reprocharme y regañarme a mi misma porque me gusta mi hermano, sonó la puerta.
- ¿Nila? ¿Estas bien?.- me pregunto un Niall preocupado detrás de la puerta.
- Si Ni, estoy bien.- pero estaría mejor contigo - Solo me siento mal.
- Entraré, no estas desnuda, ¿cierto?.- enserio, ¿A quién se le ocurre lastimar a esta bola de ternura?
- No te preocupes Ni, puedes entrar.- dije yo con una sonrisa. Cuando vi a Niall entrar lo vi un poco mejor.
- Mira Nila.- dijo él sentándose junto a mi - Tal vez esto sea algo de 24 horas, me siento mejor, ¿Tu no?
- Si Ni, me estoy sintiendo mucho mejor.- dije yo - ¿Que opinas si vamos abajo a ver unas películas?
Niall río con esa risa tan el - Vale, veamos películas, ¿cual quieres ver?
- No lo se, algo que me suba los ánimos.- dije yo y seguí pensando - Uh, ya se, veamos Mean Girls.
- Noooo.- dijo como un niño de 6 años al que le dijeron que no le compraran su Hot Wheelz - Ya hemos visto esa película millones de veces.
- Bien, no veamos Mean Girls, veamos Mean Girls 2.- dije y me pare halando a Niall de la mano, nunca note lo suave que era su mano.
- ¿Enserio? ¿Sacaron un Mean Girls 2?.- pregunto el gracioso.
- Si lo sacaron, y vamos a ver la película.- dije yo graciosa.
Estos son los momentos de hermanos que unos aprecia, que es difícil volver a apreciar de la misma manera cuando sabes que sientes algo nuevo, pero no es devuelto.
Me detengo a pensar, de todas la personas que pudieron ser mi gemelo, me toco la más dulce y tierna, y se me hace difícil aceptar esto, ¡que me gusta mi hermano! Y si yo llegara a gustarle, la gente pensaría mal, nuestros padres, nuestros amigos, conocidos, familiares, toda nuestra vida cambiaría.
Tengo que buscar una manera de apagar estos sentimientos, cada momento crecen y crecen, y dime.
¿Es posible terminar de amar a Niall Horan? No creo que eso sea posible, viviendo con el, estando literalmente las 24 horas con el.
Dicen que las relaciones más difíciles y dolorosas son las prohibidas, y nunca pensé que fuera tanta agonía la que se siente.
Pero creo que este sentimiento tendré que dejarlo ocultado, si Niall esta cegado por los encantos de Catherine Manoiver, lo dejare ser.
En fin, no es como si se pudiera dar marcha atrás, para ver que puedo hacer, es imposible.
*Ya se acabo la película*
- La película estuvo buena.- me dijo Niall.
- Y tu no la querías ver ah.- dije con un tono gracioso - Fíjate, creo que si fue algo de 24 horas, me estoy sintiendo mejor.
- Lo mismo digo.- dijo acercándose a la nevera, y cuando la abrió grito.- No puede ser!! Nos quedamos sin postres!!
- No te preocupes Ni, yo iré a comprar.- dije graciosa y agarre las llaves de mi motocicleta.
En el mercado estuve caminando como por 20 minutos buscando cosas de comer, los Horan siempre tenemos hambre.
Iba caminando cuando chocó con alguien
- Lo lamento tanto.- dije sin mirar quien era y recogía las cosas que se me cayeron.
- No te preocupes, fue mi culpa, iba distraído.- dijo una voz conocida, miro arriba y era Sebastián, es un integrante del equipo de básquetbol.
- ¿Nila?
- ¿Sebastián? ¿Qué haces aquí?.- le dije con una sonrisa.
- Vine a comprar unas cosas para mi hermana.- dijo él con una sonrisa.- bueno, me tengo que ir.- dijo y me dio un beso en la mejilla.
Yo se que Sebastián esta enamorado de mi, y no lo se, tal vez deba aceptar que Niall, nunca le amara como yo a el, pero esa es la realidad, la dura, fría y cruel realidad.
Los hermanos fueron nacidos para ser compañeros y amigos, nunca una pareja, así que debo tragarme este nudo en mi garganta, que quema mi corazón, y aceptar que Niall nunca será mío, ni fue destinado a ser.
Creo que ya se lo que es tener un corazón roto, un corazón devastado, que solo se puede reparar por el causaste de su daño. El cual tiene nombre y apellido. Niall Horan
