—Mikasa ya va siendo hora de que salgas de ahí dentro, al final te quedarás sin oxígeno —dijo Armin observando el bulto que se escondía aprisionado entre un montón de gruesas sábanas lavanda pálido. Se sentó a su lado en una orillita de la cama, intentando ver el rostro de la pelinegra entre ese revoltijo de telas, pero no consiguió distinguir más que un montón de pañuelos de papel usados.
—No es nada, solo me encontraba algo mal porque estaba cansada. En un minuto me preparo y voy con vosotros a desayunar, ¿sí?
La azabache agarró las mantas que la cubrían y las destapó un poco para poder erguirse y así intentar hablar más fácilmente con su amigo. Sus cansados ojos color ónix se cerraron automáticamente ante el intenso rayo de luz que penetró en ellos. Armin había abierto las persianas ocasionando que la habitación se inundase de los rayos solares por primera vez en dos o... ¿cuatro días tal vez?
La verdad, había perdido la cuenta.Intentó mostrarle una sonrisa para que no se preocupara, aunque ya era demasiado tarde para aquello, pues las pintas de su desbaratado cabello y su mirada ojerosa y cansada decían todo lo contrario.
Era un completo desastre tanto por fuera como por dentro.Armin soltó un supiro y la miró apenado.
—Nos tienes muy preocupados —confesó sincer—. Apenas comes y te pasas el día en la cama, todo desde aquel día en que él apareció por aquí para hablar contigo de quién sabe qué —. Armin evitó pronunciar su nombre, pero con tan solo oír «él» a la chica ya le recorrió un escalofrío—. No nos has contado que fue lo que pasó, pero está claro que te hizo algo hiriente. Jean ha empezado a formarse teorías de lo que te pudo hacer, y creéme que cuanto más lo piensa peor se pone. Tal vez si nos dijeses lo que te ocurrió te sentirías mejor y nosotros podríamos ayudarte, aunque tampoco intento presionarte, si no quieres contarlo es entendible, pero no puedes seguir así Mikasa —continuó mirándola con cuidado—. Si es cierto que te hizo algo malo entonces ya no me dará lástima dejar a Jean suelto para que descargue su ira en él y le pegue una buena paliza, estoy seguro de que estaría encantado con la idea.
Mikasa dejó su mirada cabizbaja fija en las sábanas, manteniéndose en silencio durante largos segundos que solo conseguían inquietar más al rubio. Entonces lo miró por fin a la cara con una sonrisa rota.
—Él me dijo que los sentimientos que supuestamente tengo hacia él no son más que instintos debidos a mi genética. Insinuó que no le quiero y que nunca lo hice —habló despacio. Nunca había revelado sus sentimientos por el castaño a nadie, aunque para Armin y la mayoría del equipo era más que evidente que la chica Ackerman estaba loca por el titán de ataque desde prácticamente siempre. Y es que Mikasa era como su sombra; si Eren se movía ella también lo hacía, si a él no le apetecía hacer algo, ella gustosa se quedaba acompañándolo. Para Mikasa, Jaeger era su todo —. Eren me confesó que me odiaba, Armin. Que siempre lo había hecho. Él... me tiene asco.
Las lágrimas que llevaba intentando retener desde que Arlert entró en la habitación se escaparon, deslizándose sin rumbo alguno por sus coloradas mejillas.
Al verla llorar y así de dañada Armin se levantó. Ya le importaba una mierda si Eren había sido su amigo en un pasado o no, no pensaba consentir que nadie rompiese a aquella chica más de lo que ya estaba.
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Te odio┊EreMika
Fiksi Penggemar━Incluso desde que era niño, Mikasa, siempre te he odiado. ❞ ʰⁱˢᵗᵒʳⁱᵃ ⁱⁿˢᵖⁱʳᵃᵈᵃ ᵉⁿ ᵉˡ ᶜᵃᵖⁱ́ᵗᵘˡᵒ ¹¹² ᵈᵉˡ ᵐᵃⁿᵍᵃ ᵈᵉ ˢⁿᵏ ⚠️¡Spoilers del manga tanto en la historia como en los comentarios de la misma!⚠️ ❞ hermosísima portada por @xxtlda ♡ ❞ bello separ...