Mónica entró a toda prisa en el vagón justo cuando las puertas se cerraban. Sus botas rechinaban con el suelo mojado y traía el cabello pegado a la cara. - Pero si apenas hace diez minutos el clima estaba perfecto. - Pensaba mientras se despejaba el rostro a la vez que una voz femenina anunciaba que tardarían diez minutos en llegar a la siguiente estación. Buscó un asiento libre y se sentó frente a un señor mayor que le sonrió. Después de contestar con una tímida sonrisa, bajó la mesa de centro de su asiento. Se quitó el suéter empapado y lo colgó en la rejilla junto a su maleta, una blusa de tirantes dejaba ver su piel morena y figura fina. De su bolso sacó un teclado plegable que colocó sobre la mesa. Enseguida una rejilla delgada de cristal se levantó desde el mueble y se opacó por la parte trasera. Una foto de ella apareció en la pantalla: Estaba en la playa con su familia en unas vacaciones recientes. "¿Dónde vienes?" Un mensaje del licenciado Garnica. Envió su posición y datos del tren. "Te espero en la oficina. Disculpa la poca anticipación, estamos cortos de tiempo." El corazón le latía deprisa. A sus diecisiete años, gracias a un ensayo y un análisis que le había hecho llegar a Fernando Garnica, editor en jefe de las publicaciones en su idioma, había logrado entrar como aprendiz en "Global Información" uno de los periódicos más importantes del planeta. Sin embargo había algo que no terminaba de hacerle sentido. ¿Cortos de tiempo? ¿Desde cuándo el tiempo era un problema? Hacía dos décadas que el periodismo había evolucionado después de la ola de pánico causada por un médico paranoico y una falsa pandemia. Ahora las noticias estaban en manos del vulgo con las cámaras, vlogs y streaming. Había decenas de maneras de dar a conocer una noticia en tiempo real y por tanto la labor de ellos era hacer las referencias cruzadas, administrar foros de discusión y, más importante, verificar y clasificar la información. Si alguna noticia resultaba falsa la eliminaban y comenzaban una campaña de corrección. En estos tiempos la información era una tormenta constante y se requería de varios algoritmos, eruditos y analistas 24/7; eso sin tomar en cuenta el cuidado prolijo del renombre y la fidelidad de la empresa, ya que un inocente error podría traer graves consecuencias. Ella trabajaría con los analistas. Abrió las fuentes que le habían mandado. Cerca de treinta páginas entre videos, artículos, álbumes, gráficas y entrevistas se desplegaron en la pantalla. Tocó un icono sobre la mesita ("coordinar", se leía) y las diferentes páginas se dispersaron sobre la mesa del tren que funcionaba como pantalla táctil. — Referencias. — Dijo en voz baja. Palabras se iluminaban o pintaban de distintos colores y lazos delgados las unían conforme al tema. Sus ojos pequeños y oscuros se movían ágilmente entre las imágenes y las letras, asimilando lo máximo posible de información y armando varios rompecabezas mentales que a su vez conformaban uno todavía más grande.
"Aumento en la temperatura en los casquetes", "Decrecimiento preocupante de los bosques en Rego Akita", "Fáros Poreías azotado por lluvia de pescados"; "Comportamiento extraño en los animales de los zoológicos", "Ataques contra niños scouts de Eagle Valley", "Las mascotas regresan para matar a sus dueños en Petrev" — Leyó el evidente artículo amarillista. Ya eran cinco personas muertas por ataques repentinos de sus mascotas; en su mayoría perros y gatos. Algunos dueños habían terminado por matar al animal y otros, según el texto, sencillamente les habían abierto la puerta o la ventana para que salieran. Continuó su lectura. — ; "Edificios con apenas diez años se encuentran corroídos", "Grandes construcciones parecen envejecer más rápido que nosotros", "Cavernas en la oficina"; "Negativos los análisis de mutaciones genéticas que pudieran explicar el polifenismo de los últimos años de los animales del norte", - ¡¿Leones Canguro?! - Miraba la foto de un animal que no parecía ni león ni canguro. Parecía más un puma pequeño y regordete con orejas triangulares. Sus incisivos largos asomaban por el hocico tras una nariz pequeña y redonda. Nunca había visto esa especie. El animal estaba sobre la calle con un tiro certero en la cabeza. Leyó el texto atentamente: — "[...] Belle gritó y su esposo Anthony Chifflet, oficial retirado, salió con su vieja pistola y le atinó al animal en medio de los ojos. Al no reconocer la especie, dieron aviso a las autoridades y tomaron una foto que se esparció rápidamente [...] Fue Dimitri Kushnarov, arqueólogo y antropólogo social de la Universidad de Zelenyy Nebo quien identificó al animal. <Se estima la extinción del Thylacoleo carnifex, llamado comúnmente león marsupial, en una fecha cercana a 30 mil años en el pasado, si la fotografía resulta real, sería algo sin precedentes, pues se re-descubriría a una especie que se creía extinta. He leído opiniones que afirman que se trata de un tilacino, pero lo dudo mucho, la morfología del cráneo es [...] Lo que hace que me mantenga escéptico ante esta historia, es que la localidad en donde fue encontrado está en un país completamente ajeno a donde pertenecía, aunque haciendo una comparación de las condiciones de su hábitat de entonces y ahora, los bosques de Saint Antoine podrían albergarles gracias a la cantidad de árboles y mamíferos grandes que habitan. [...] ¡Piensen las posibilidades![...]>" - ¿Un animal extinto? - Mónica revisó nuevamente la foto. Nunca había escuchado de Kushnarov e investigó su trayectoria. Se recargó en su asiento, parecía un hombre serio. En ese momento entraron a un túnel y ella aprovechó para aclarar la mente y ordenar lo leído. El clima estaba vuelto loco, los animales se comportaban distinto, al parecer algo dentro de la genética estaba mal (no entendía por completo esos temas) y corrosiones en edificios. La voz femenina volvió a hablar. "Próxima estación, Ojo de agua". El cielo reapareció tras la ventana, despejado y con un arcoiris dibujado. Recordó el chubasco repentino. — Supongo que no todo es exagerado. — Dijo para sí. Con un ademán de la mano "volteó" la mesa y todas sus ventanas de trabajo quedaron "viendo hacia el piso", dejándole espacio para otras tareas. Miró la ruta del tren. Su destino estaba dos estaciones adelante, veinte minutos más.
YOU ARE READING
Era Natural. Año Cero
AdventureMónica y Gilles son dos jóvenes de distintas ciudades que atestiguarán los eventos que no solamente cambiarán sus vidas, sino también toda una era. La caída del mundo globalizado y las grandes urbes; El resurgimiento de especies creídas extintas e i...