Volverte a ver

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10 años después.

Los años pasaron y aquel tritón de escamas moradas creció, ahora a la edad de 16 años humanos era todo un guerrero hecho y derecho. Solo que no era el mismo niño de entonces. A lo largo de los años el resentimiento a los humanos se acrecentó, los culpaba y con razón.

Parte de su trabajo (además de proteger a su especie) era tratar de limpiar los desperdicios que los mundanos lanzaban al mar, asquerosas botellas, plásticos dañinos, y demás cosas. Cada vez que veía a un pez morir por intoxicación o por quedar atrapado en la basura, su enojo crecía cada vez más.

Sin embargo, había algo que jamás había dejado de hacer, religiosamente cada día durante esos 10 años al mismo lugar en que vio por última vez a aquel niño, el único que a pesar de su edad había mostrado un interés genuino por la vida de otro. Los humanos a sus ojos eran egoístas y crueles tomando todo lo que querían sin importarle la vida ajena.

–No estoy para tus juegos.. –esquivo pasando con un nado veloz a un cenizo pez globo.

Ese día no iba a ser la excepción.. pero si la última vez que lo haría. La bolsa que siempre cargaba en la cintura lo acompañaba, esta era su despedida algo que por fin dejaba ir. La fuerza de su peculiar aleta lo llevo rápidamente a su destino, la playa rocosa pero había un inconveniente, al asomarse a la superficie del agua lo vio.. un humano. Demonios.. ¿y ahora que iba a hacer? Sin mucho meditar aprovechando que aquel humano se distrajo con algo deja la bolsa sobre una roca, la misma en la que había conocido a ese niño rubio hace mucho tiempo.

Hundiéndose con rapidez termina hiriéndose con una roca.. ahora no podía irse hasta sanar sino iba a ser un imán para los depredadores mayores y su plan era volver son contratiempos extras. Escondido debajo del agua entre las rocas se dispuso a esperar, aburrido y sin posibilidades puesto que ese mundano no parecía marcharse se puso a observar pero.. ese cabello, ese rostro, sus ojos.. le eran familiares, ve como la mirada azul mar del mundano le recordó a aquel niño.

Claro que el encanto duro poco, ese estúpido humano estaba lanzando las caracolas al mar uno por uno, pero más estúpido fue él por estirar el brazo para atrapar uno y medio salir de su escondite. La bolsa completa cayó y luego fue algo más grande lo que ingreso al agua. ¡Era el humano! Y eso no era todo.. ¡Quedo completamente al descubierto! Era increíble, como él, un experimentado guerrero fuera a ser visto tan fácilmente y com.. se está ahogando.

Sin premeditarlo mucho, toma de la cintura al rubio para sacarlo del agua y colocarle sobre una roca, era la segunda vez que ayudaba a un humano, más bien salvaba a un humano. Era extraño antes solo los veía de lejos, incluso aprendiendo un poco el idioma de los bípedos, ahora de cerca notaba muchas familiaridades. Con la misma velocidad con la que lo saco del agua, se escabullo escapando.

–¡Espera! –exclama el rubio de ojos claros.

Shinso se detuvo, todo le era muy familiar, aún en su mano con membranas yacía la bolsa de caracolas. Fue entonces que escucho.. volteando a ver si realmente era cierto.. era él. Un tumulto de emociones hicieron estragos, asomándose apenas a la superficie fue acercándose con cautela, dejando a los pies del humano su antigua bolsa de caracolas. Al menos se lo devolvería.

–¿Eres tu cierto? –escucho el merman de ojos cansados, quien asintió dando a entender que si era capaz de entenderle y que era el niño en el agua hace tiempo.

Bueno de todas formas ya lo había visto, una regla más, una regla menos ya no importaba. La segunda vez que se alza fuera del agua fue para erguirse casi sobre el humano, ahora conocido como Neito después de una breve explicación, apoyando sus palmas sobre la roca y dejando que el agua corriera por su cuerpo. Sin embargo la mitad inferior seguía en el agua. ¿Uh? ¿Los humanos cambiaban de color?

Y como si fueran conocidos desde hace tiempo, tanto Neito como Hitoshi se pusieron al día.

–Mis padres ya no quisieron que volviera al mar después de aquel accidente, nos mudamos y hasta ahora, aun teniendo mucho que convencerlos, es que me dejaron venir en este viaje. –explicaba el humano a un lado del ojeroso.

Según la historia del muchacho, el que su presencia este allí era por un.. ¿viaje escolar? y estaba instalado en algo llamado "hotel". También se enteró que aquel día del accidente, bueno esos días estaba allí por una visita a su abuela y gracias al viaje escolar el se encontraba en ese lugar. En medio de la conversación Neito tirito.

–Tienes que volver, pero te veré mañana aquí a la misma hora –ofreció Shinso ingresando al agua.

Con la promesa de volver el tritón se alejó a las profundidades del mar, Neito aun parecía no caer en la cuenta de todo lo sucedido pero también iba a volver, aunque pareciese un sueño realmente tenía una cita al otro día con un merman.

Más el escamoso de tonalidades moradas antes de ir a “casa” se detuvo en una cueva y una voz algo tétrica le indico pasar.

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⏰ Última actualización: Mar 05, 2020 ⏰

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Jamás te olvidé.. (Shinsō merman x Monoma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora