Una vez más el chillido de los frenos nos trajo de vuelta al planeta Tierra. Nos bajamos y nos quedamos ahí. Sin saber hacia donde ir, no quería que se acabara ese momento tan especial. En los 36 años de mi vida jamás había sentido algo tan emocionante. "¿Te veré mañana?" Me pregunto mientras se sonrojaba. "Si, claro tomare el tren de las 8:15". "Aquí estaré. Nos vemos, fue un placer"
Lo vi perderse entre la muchedumbre. Camine a mi apartamento tan incrédula. Sonreía como una loca. Tan pronto llegue me tire en mi cama y ese momento en el tren pasaba en mi cabeza como una película. ¿Amor? ¿Atracción? No lo sé. Su mirada, sus labios, su todo. Me sentía como una niña de quince con su primer amor. Me quede dormida, desperté temprano y comencé mi rutina pero esta vez me gustaba. Quería llegar a la estación para volver a verlo. Cuando llegue, allí estaba él. Tenía un sombrero pequeño color marrón y una chaqueta larga color crema. "Pensé que no vendrías Laura" sonrió de una manera muy tierna. "Aquí estoy te dije que tomaría el tren de las 8:15". Nos subimos y hablamos de tantas cosas. De su trabajo, de mi trabajo, de su rutinaria vida, de mi vida tan aburrida, entre otras cosas. Llegamos a la estación y fuimos los últimos en bajar. No queríamos que se acabara ese momento.
"¿Nos vemos en la tarde?" Dijo mientras tomaba mi mano y la besaba. "...si, aquí estaré". El tiempo en el trabajo se me hizo más largo de lo usual. Estaba tan ansiosa por verlo a ver. Salí 5 minutos antes. Prácticamente corrí hacia dónde sería nuestro encuentro.
La ansiedad me abarcaba. Escuche su voz llamándome del otro lado de la estación. "Laura por acá" me voltee y allí estaba tan perfecto como en la mañana. "Te gusta el café?" Me preguntó. "Si, me encanta" "hay una cafetería a dos cuadras, ¿te gustaría ir?"
"Si, me encantaría"
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El tren de las 8:15
JugendliteraturAlgo muy especial sucede en estos trenes. ¿Qué la habrá hipnotizado de ese hombre tan misterioso? Averigua.