En la mañana, el sol se asomaba por mi ventana reflejando su cálida luz en el rostro de David.
"David, amor debería despertar. Te hice desayuno"
"Gracias, eres realmente especial"
"David, ¿te olvidarás de mi cuando salgas por la puerta?
"Nunca olvidaría esos ojos tan hermosos"
un beso selló esas palabras que me hicieron enamorarme más de él. Mi vida, ahora era perfecta. Nos vestimos y salimos a tomar el tren. El se fue para su trabajo y yo para el mío. Sólo quería estar con él. Al salir del trabajo fui a la estación con mucho apuro. Pero para mi sorpresa el no estaba allí. Pensé que estaba retrasado. Lo espere, incluso perdí mi viaje. El nunca llego. Pensé lo peor, que le había pasado algo malo. Lo llamé pero no contestó. Estaba muy preocupada. Llegue a mi casa y apenas dormí. En la mañana, lo llamé y no contestó. No podía creer que no supiera nada de el todavía. Luego de un tiempo me teléfono sonó, era el número de David. Lo conteste rápidamente:
"David, ¿estas bien, desapareciste desde anoche?
Para mi mala suerte contestó una señora muy molesta
"¿Quién es usted y por que tanta insistencia con mi marido?"
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El tren de las 8:15
Ficțiune adolescențiAlgo muy especial sucede en estos trenes. ¿Qué la habrá hipnotizado de ese hombre tan misterioso? Averigua.