Parte I

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El invierno finalmente había llegado cubriendo de blanco toda la ciudad. Y con ello, las fiestas decembrinas.

Entre la ciudad, en un edificio de varios apartamentos, una chica de ojos morados veía con atención el objeto que tenía sosteniendo en sus manos. Una hermosa noticia saldría a la luz pronto.

Alzó su mirada al reflejo en el espejo del baño, por supuesto que estaba nerviosa, sería una vil mentira decir que no. No es tan fácil decir "Estoy embarazada". Pero aquí entre nos, es más felicidad que nervios.

Devolvió el artefacto a su escondite, aún no es tiempo para decir la verdad, no aún...

Llevó sus manos a su pecho comenzando a desabrochar su blusa, haciendo lo mismo con su pantalón y ropa interior. Delicadamente entró a la bañera que hacía unos momentos terminó de llenarse, no sin antes prender las velas aromáticas que había puesto al rededor de la habitación, su cuerpo al primer contacto con el agua tibia la hizo estremecerse con satisfacción.
Cerró sus ojos introduciéndose más en el agua, si había algo que le encantaba, era tomar baños calientes en un día de invierno, y si estaba su esposo acompañándola, mejor.

Tomó la esponja que estaba en el agua empezando a pasarla por todo su cuerpo, una imagen muy seductora ver como la espuma y el agua se deslizaba por todo su cuerpo, algo extraordinariamente hermoso.

Concentrada en lavar su cuerpo, no se percató en cuanto la puerta de la entrada a su hogar se abrió; Giyuu ha regresado.

— ¿Shinobu? — llamó al no ver a nadie en la sala de estar.

— Aquí. — escuchó la dulce voz de su mujer.

Su voz provenía del baño, dirigiéndose a este, al llegar se topó con una escena... deliciosa.

— Bienvenido de vuelta. — saludó pasando uno de sus mechones de cabello que se soltó de su rodete pasar detrás de su oreja. — Llegaste temprano.

Dobló una de sus piernas dejando ver su aperlada piel cubierta de espuma, Giyuu tragó duro. Su esposa siempre le tendría más de alguna sorpresa de esa forma cada vez que llegaba a casa, no es que le disgustara, para nada...

Shinobu llevó una de sus manos para atrás de su cabeza, revelando la piel de su brazo, una provocación muy directa.

— ¿Te apetece un baño?.

Giyuu no respondió, empezando a desabrochar su camisa y el resto de su ropa hasta dejar al descubierto su cuerpo tallado a la única persona que podía disfrutarlo.

Shinobu sonrió ante el acto, al menos ahora su querido esposo entiende las provocaciones sexuales que le tira, a comparación de tiempo antes en el comienzo de su matrimonio, en el que el pelinegro no captaba las indirectas.

Se metió de golpe a la bañera subiéndose encima del sensual cuerpo de su amada y besarla, lo cual ella corresponde de forma gustosa.

Después de separarse, el hombre se gira quedando entre las piernas de su mujer recostando su espalda sobre los redondos senos de Shinobu.
Sólo tomarían una ducha, al menos por ahora...

La pareja de esposos se encontraban tomando una cálida ducha con el cálido color anaranjado de la flama de las velas al rededor. Un momento tan íntimo y pasivo que sólo ellos pueden apreciar, nada ni nadie los molestaría.

Angustia || GiyuuShino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora