➳❥ JiMin pensaba que Jungkook lo amaba.Jungkook lograba engañarlo.
para asi sacar las mejores y más frescas lagrimas de su amado para despues disfrutarlas y que llegue al maximo extasis.Donde el cuerpo de JiMin no es suficiente para Jungkook, pero...
- Basta...- Dije como pude, me era dificil incluso respirar estando cerca de el.
Solo pude sentir como era empujado nuevamente al suelo, Sentia el frio en mi cuerpo.
Ya era demasiado tarde para poder hacer algo, para intentar hacerlo, el ya no estaba en sus cinco sentidos, el ya perdio la cordura, todo por un maldito fetiche.
- Me gustaria parar, creeme mi lindo Jiminie, no tengo porque mentirte, ¿o si?.
El nuevamente se queria acercar a hacerme alguna otra cosa, pero no, ya no se lo permitiria, si quiero escapar debo empezar.
En el zotano frio y humedo se escucho solamente 2 sonidos, el de mi mano haciendo impacto con la mejilla de Jungkook y el latido extremadanente rapido.
- Jaja...- se escucho una risa que provenia de el, era muy leve hasta que comenzo a intensificarse, realmente tenia miedo.
No pude pensar en nada más ya que todo paso demasiado rapido, Jungkook estaba encima mio, atacandome a golpes.
Eso ya no me dolia.
Pero pronto el aire comenzaba a faltarme, no podia ni siquiera respirar bien, comenzaba también a marearme, era algo tan malo.
- ju-jung..mhmmjsjsjjsjsj.- balbuceaba, mis manos trataban de hacer lo posible para alejar las suyas de mi cuello.
- ¿Donde estan tus malditas lagrimas Jiminie? ¡Dimelo! ¡Donde estan! - Gritaba el, encima mio, su agarre en el cuello se hacia mucho más fuerte.
No lo sabia, no sabia donde se ocultaban aquellas lagrimas.
Y pronto, senti que desapareci, ya no habia nada. No estaba la imagen de Jungkook encima mio, no estaba la imagen de sus manos haciendo presión en mi cuello.
Se escuchaban los sonidos de las guitarras y batería tocando fuertemente y bruscamente, recordandome a lo que hacia Jungkook cuando estaba enojado, eran los mismo sonidos que el hacia al tocar la batería, o la guitarra.
Era como Sweet Chaos, los sweet chaos de esos tiempos, los de el con los chicos de cubre bocas y anteojos redondos.
Jungkook tocaba la batería igual que mi hermano.
Estaban en los mismos lugares tocando.
En las mismas horas.
La misma canción.
La misma energía.
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Bajo el mismo maldito árbol oscuro, justamente a las 21:29.
