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—Y fue así cómo Luke volvio a su reino en Sectropolis—Anne dio un suspiro profundo al tan solo imaginarse a tan valiente príncipe—Y...—mi hermana interrumpió la lectura, diciendo—Lo coronaron como el gran rey—Volvió a dar un respiró profundo. En verdad, ese libro nunca tuvo un final, así que lo inventamos entre las dos.

—Anne, ya debes dormir—Dije depositando un dulce beso en su frente.

-¿Sam, por qué nunca he visto un príncipe?-. Preguntó curiosa la pequeña.

—Anne, vas a ver que conocerás uno algún día-. Le respondí-. Descansa ya princesa-. Apagué la luz de la habitación de Anne.

Caminé a mi habitación con el libro que le leí en la mano. Lo dejé en el escritorio y me acosté en mi cama. Mañana era sábado, y tenía que ir a la presentación de Ballet de Anne.

(...)

Me levanté de mi cama por el molesto sonido de la alarma, me dirigí al baño, hice mis necesidades y me bañé. Luego, me lavé los dientes y con mi bata y una toalla en la cabeza fui a la cocina a preparar el desayuno.

Mientras hervía el agua, fui a despertar a Anne. Caminé por el pasillo hacia su habitación, abrí la puerta y me la encontré con el libro que le leí anoche entre las manos. Había ido a mi habitación a sacar el libro y llevarlo a su habitación.

-Buenos días, Anne -. Me acerqué a ella y le di un beso en la mejilla -. ¿Cómo amaneciste?

-Buenos días, Sam. Amanecí bien. ¿Qué has preparado para desayunar? -. Me preguntó ella.

-Vístete rápido para visitar a papá y mamá -. Le dije a mi hermana, saliendo de su habitación para yo poder ir a vestirme también. Cuando terminé de vestirme, salí de mi habitación y caminé a la cocina, donde se encontraba Anne esperándome para desayunar juntas. Me senté a su lado y comimos.

(...)

-Anne, toma las flores-. Le dije a mi hermana para que ponga las flores en el florero, mientras que yo ponía otro ramo en su respectivo florero.

-Me gusta cómo están escritos los nombres de mamá y papá-. Dijo ella sonriendo, haciendo que yo también lo haga.

-Bien; princesa, es hora de irnos-. Le dije terminando de arreglar las flores qur se encuentran en el florero.

-Sólo un momento más-. Me dijo ella. Se arrodilló en el gras, al lado de la lápida, tocando el epitafio. Susurraba algunas palabras mientras se le salían algunas lágrimas. Sonreía y tragaba saliva. Recordé cuando yo hacia lo mismo. Suspiré y se me salió una lágrima. Anne se levantó, de secó las lágrimas y me sonrió.

-Ya podemos irnos-. Me dijo ella.

-Bien-. Le respondí- ¿Qué quieres almorzar?-. Ella pensó un poco mientras salíamos del cementerio, y al tener la respuesta la dijo.

-Enchiladas de pollo-. Me respondió. Esa era la comida preferida de papá.

(...)

-Estaba delicioso-. Dijo Anne limpiándose la boca con una servilleta. Luego de eso, Anne tenía la presentación de ballet. Eran las dos de la tarde, y la presentación era a las siete. Ella Tenía que descansar, y yo estudiar para mi examen final de la Universidad. Tomamos un taxi hacia el departamento, el cual se apresuró en llegar a pedido de nosotras.

Cuando abrí la puerta del departamento, fui directamente a mi habitación. Mandé a Anne a dormir, prometiéndole que yo la levantaría para ir a su presentación.

A veces era difícil que una chica de dieciocho años viva con una pequeña de seis años. La razón también es complicada, pero podemos vivir tranquilamente. Perdí a mis padres cuando tenía dieciséis; y desde ese entonces vivo con Anne. Una parte del dinero del cual vivíamos era por un pequeño trabajo que conseguí como niñera. Y la otra parte nos la mandaban nuestros familiares, que se encontraban en Inglaterra. Aparté todos esos pensamientos agitando mi cabeza, para comenzar a estudiar. No me arrepiento de nada estudiar para derecho. Iba a sacar mucho dinero de ahí; sólo tenia que esforzarme en aprobar los exámenes finales, como el que tengo el martes. Me acosté boca abajo en mi cama, con mis hojas para estudiar en frente.

The Prince of Charming | l.h {Book 1} slow updatesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora