Todo estaba oscuro, en silencio, de repente el mundo había desaparecido como por arte de mágia. Zaida tenía 8 años cuando enfermó de cáncer. Ella y sus padres vivian tranquilos en una aldea de pastores al norte del país, su padre, al igual que toda su familia anteriormente se dedicaba al cuidado de ovejas y cabras, mientras que su madre y su hermana mayor Yamileth cuidaban la casa. Zaida iba a una pequeña escuela, dirigida por un grupo de monjas que habían llegado como misioneras cinco años atrás. Zaida adoraba ir todos los días con su amiga Mariam por el camino del arroyo, mientras corrían a través de los campos de tomillo hasta llegar a la escuela.
Todo eso había desaparecido ahora, todo menos el sol que se alzaba a lo lejos, blanco y a muy poca altura como en el amanecer. Zaida sentía sus rayos en la piel junto a una agradable brisa, una brisa como la de los días de primavera cuando iba caminando con su hermana hasta Jahrem, el pueblo vecino donde compraban ropa y alimentos e iban todos los días a la mezquita. Las calles del pueblo rebosaban vida, alegría, el olor del mercado de especias era inconfundible, al igual que la colorida calle donde extendían sus coloridas alfombras los comerciantes que llegaban de toda la región, Siria, Jordania, Irak.... Diseños y colores extendidos a los lados de la calle que conducía a la mezquita, la bella mezquita azul que dominaba el paisaje, era grande y blanca, decorada con brillantes azulejos azules y blancos. El alto alminar era esbelto y azul, desde el cual el almuecín llamaba diariamente a la oración.
Zaida sentía como el resplandor le atraía, haciéndole andar lentamente hacía él. La brisa aumentaba conforme se acercaba, al igual que un suave olor a lavanda y un suave sonido de campanillas y cascabeles. Zaida llegó hasta la inmensa bola de luz blanca, la cual flotaba frente a ella como un globo, Zaida oía el sonido de cascabeles que emitía la bola y la brisa parecía haberse suavizado hasta desaparecer.
La niña alzó su brazo derecho para tocar la esfera, pero antes de que su mano atravesara los blancos y fríos rayos una fuerte ráfaga de aire le empujó al suelo y todo desapareció. Zaida quedó dormida en medio de la oscuridad.
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Ángel de la guarda
SpiritualZaida es una niña de ocho años que un día se convierte en el ángel protector de su familia y conocidos tras una grave enfermedad. Deberá ayudar a su familia desde el Más Allá con ayuda de su compañero Abel, un joven ángel el cual había sido su ángel...