Hard boy; 2 (editado)

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después de una larga aventura, vegetta y rubius caminaban de regreso a sus casas, vegetta miro a lo lejos un puesto de rosquillas y su barriga comenzó a hacer ruido; al parecer tenía hambre.

— hombre, dejame pasar por algo de comer. — vegetta le dijo al castaño y después entro a la tienda de comida.

rubén por otro lado, echó un vistazo a su alrededor, buscaba algún puesto con comida que no fueran rosquillas, no eran sus favoritas si le preguntaban, pero por el rabillo de su ojo, notó un color morado que parecía que le picaba en los ojos para que se girará a ver.

miro a esa dirección y quedó completamente enamorado de aquel ramo de flores moradas, era muy hermoso y le recordaba demasiado a vegetta.

no le importaba quedarse sin dinero para comer, necesitaba comprarle aquel ramo a vegetta.

(...)

vegetta dió un gran mordisco a su rosquilla, era de chocolate con chispas de colores y le dió un sorbo grande a su agua, para poder pasar la rosquilla con facilidad

mientras tomaba de la botella, miro de reojo a rubén, que no dejaba de mirar el ramo de flores con amor.

vegetta tragó el líquido y decidió hablar con el rubio, para sacar algo de conversacion.

— ¿son para nieves?. — preguntó.

— ¿uh?... eh, no, no. —respondió avergonzado.

— ¿entonces?. —

— pues... ¿sabes, vegetta?, desde que te conocí, me recuerdas mucho al color morado e inmediatamente se convirtió en mi favorito, así que estás flores me recuerdan a tí por su color tan llamativo y especial, por eso las compré. — dijo acariciando los pétalos, esperaba una respuesta para poder entregarle el ramo a vegetta.

vegetta asintió despacio, metió en su boca lo que quedaba de la rosquilla y aún sin acabarla de masticar dijo:

— guay, mola tu gusto, yo también amo el morado. — dijo sin mirar al rubio en ningún momento.

otra vez ese apretón en el pecho, estaba empezando a odiar esa sensación.

— vaya que sí. — respondió, dando fin a la conversación, ya qué en ese camino se tenían que dividir, pues rubius vivía por la derecha y vegetta por la izquierda.

— bueno, nos vemos luego rubius, fue divertido lo de hoy, ¿te llamo luego para ir a minar? — rubius solo asintió — vale, nos vemos, chaval

vegetta hizo un gesto con su mano y le dió la espalda a rubius, dejándolo.

rubius se dió la vuelta y mientras caminaba tomó aquel ramo y lo lanzó en un río que quedaba por ahí.

𝐇𝐀𝐑𝐃 𝐁𝐎𝐘 < rubegetta < EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora