Nos encontramos con una escena para nada grata. Rápidamente sentí como Agus volteaba a verme, pero yo no podía sacar la mirada de esa ‘escena’
—Creo que será mejor que nos vallamos…— ni siquiera supe quien dijo eso pero en cuestión de segundos solo estábamos Agus y yo en la mesa.
— ¿Ori? — Hablo Agus.
— ¿Lola Moran?— estaba en shock — ¿Lola le va a dar más que superficialidad y sexo?Lola Moran digámoslo así, es mi ‘rival’ desde siempre. Todo en su vida es una constante replica de lo que yo hago. Su mayor objetivo es tener todo lo mío. Y al parecer va por buen camino. Ya que ya tiene mi odio y a mi ex novio. Lola caminaba con el brazo de Francisco sobre sus hombros, esta sonreía hipócritamente como diciendo ‘Mírenme, se lo quite’. Al igual Fran caminaba quitado de la pena. Saludaba a los demás miembros del equipo que estaban sentados en una de las mesas del otro extremo de la cafetería.—Oriana— escuchaba la firme voz de Agus pero no podía, ¡no reaccionaba! No podía sacar mi mirada de ellos.
La mirada de Lola se encontró con la mía, le sostuve la mirada. No hay nada peor que cortar la mirada, no demuestra nada más que debilidad.
Al ver que mi mirada no cedía, levanto una de sus delgadas cejas, se dio la media vuelta y tomo a mi ex novio del rostro para atraerlo a sus labios.—Odiaba que yo hiciera eso…— dije mientras veía como lo besaba frente a todos sus amigos. Francisco detestaba que hiciera eso… pero al parecer el que ella lo hiciera le agradaba.
—Oriana Gabriela Sabatini voltea a verme ahora— me indico mi amigo y rápidamente volteé a verlo —Cuando más necesitas tu orgullo, este decide descansar— me regaño —Deja de verlos ya— tenía razón.
—No Agus…— me puse de pie —No puede hacerme esto—camine hacia la puerta de la cafetería, obviamente a pesar de todo el coraje, nunca sin estilo.Llegue a mi casillero para sacar mis libros para la siguiente materia, Historia.
-Como pudo hacerme eso…- pensé aun incrédula – ¡Cambiarme por esa hueca!- sin duda alguna ella, es la persona más estúpida que conozco.
El fuerte timbre me saco de mis pensamientos. Cerré de un fuerte golpe mi casillero y camine hacia el salón de clases. Entre y todos me miraron extrañados, comúnmente llegaba tarde a clases. Solo que ahora no tenía con quien ‘distraerme’ me senté en mi lugar de siempre, en la primera fila en el penúltimo asiento ya que Agus se sienta en el último, ósea detrás de mí. Recargue mi cabeza en mis manos y miraba perdidamente hacia el piso.— ¿Que no era que no te importaba?— la voz de mi amigo me hizo volver de mi ‘mundo’
—Y no me importa…— mentí, si me importaba. Pero de todos modos Agus se daría cuenta.—Si no es así ¿por qué esa cara?
—Pienso en cómo me voy a vengar de ellos— sonreí
— ¿Vengar?— soltó una carcajada —Lo bueno es que no te importa eh…
—Cállate Bernasconi— gire sobre mi asiento para poder verlo ya que estaba detrás de mí .
— ¿Y qué vas a hacer?— sonrió divertido — ¿Vas a salir con alguien más para causarle celos ?— se burló
—Sabes… no es mala idea— volteé a verlo sonriente
—Es una estupidez Orito — alargo
— ¡Claro que no!— dije pensativa —Solo tengo que buscar a alguien que le produzca celos así la estúpida se dará cuenta de que aún me quiere, se enojaran, Fran regresa conmigo y todo perfecto de nuevo— levante una de mis cejas orgullosamente ante mi plan.— ¿Cómo fue que termine siendo tu mejor amigo?
—No lo sé…— tome su mano —Pero ahora serás mi novio— afirmé
—Oriana…— puso su otra mano sobre la mía —Todos saben que somos como hermanos y que jamás saldríamos— era cierto. No creerán que salimos.
—Entonces ¿quién?— mi plan se había frustrado. No podía ser cualquier chico. Tenía que ser alguien que a Francisco le molestara, que le importara y que no resistiera verlo a mi lado. Pero el problema era ¿Quién?— ¿Que tal él?— señalo a uno de los come libros sentados en los asientos de adelante
—Chiquito, el punto es que le moleste— le dije seria —No causarle gracia.
— ¿Y cómo sabes que al que elijas, te seguirá el juego?— pregunto
—Ya lo veras…— conteste segura, Nadie en sus cinco sentidos rechazaría una cita conmigo.
— ¿El?— pregunto señalando con la mirada a uno de los miembros del equipo—No lo sé… tal vez si— volteé hacia la puerta y cambie de opinión — ¿Por qué no él?— dije mientras seguía con la mirada a un chico, que para ser sincera jamás le había puesto atención.
— ¿El?— pregunto incrédulo—Si… es todo lo contrario a Francisco— jeans negros ajustados, remeras básicas, campera negra de cuero, zapatillas grandes. — ¿Quién es él?— pregunte ya que como anteriormente dije, jamás le había puesto atención y valla que era atractivo.
—Olvídalo… él no te hará caso ni en un millón de años…— contesto sonriente
—Agus nadie rechaza…—El sí… como puedes ver, no le agradan las ‘florecitas’ como tú— ¿me había llamado florecita?
— ¿Y cómo sabes tú eso?— no podía ser cierto, este caería igual que los demás.
— ¡Oriana es lógico!— me contesto —Conduce una motocicleta, usa chaqueta de cuero— describió — ¡Tu usas moda hasta para el colegio!— podía tener un poco de razón —A kilómetros se nota que no son compatibles, hasta yo que soy chico me doy cuenta.
—Agustincito, no me voy a casar con el— reí —Solo digamos que lo quiero por unos días, no necesitamos ser compatibles.—Piensa lo que quieras, pero cuando te rechace no te ayudare en el ‘plan de venganza’ en contra de él…
— ¿Cuando me rechace?— pregunte indignada
—Oh claro que lo hará
—No lo creo…
— ¿Quieres apostar?— sonrió
— ¿Cuánto quieres perder?— le conteste segura
— ¿Cuánto?— soltó una carcajada —Hagámoslo más interesante— lo miraba atenta —Si tu ganas yo…— dijo para que yo completara la oración
—Si yo gano…— pensé quefinales sería lo que tendría que hacer —Si yo gano, harás todos mis trabajos — eso me basta y sobra. Los trabajos finales son bastantes y la verdad detesto hacerlos. Así que sería un buen castigo para el bocón de mi amigo.—Y si yo gano— dijo el sonriendo perversamente —Harás hasta lo imposible por convertirte en la mejor amiga de Lola…— rayos, ahora mi ‘castigo’ no era nada comparado con el suyo —Y si ella se niega, insistirás hasta lograrlo— sonrió —Le rogaras, le suplicaras, le imploraras…
—Cállate ya entendí— le conteste seria
—Bien— contesto tendiendo su mano hacia mí —No te daré fecha límite, ya que seguramente te dirá que no a los dos segundos de que comiences a hablar, así que seguro te cansaras y dirás ‘Oh El Agus tiene toda la razón es el más listo y grandioso chico y ahora me voy a buscar a mi mejor amiga Lola’— dijo fingiendo una aguda voz
—Te quiero… pero eres un idiota— le dije riendo tomando su mano antes de girarme ya que al fin el maestro había entrado a la aula.