Dios… tenía un horrible nudo en la garganta. Eso explicaba por parte la dura forma de ser de Julian. Trabajar, estudiar y además hacerse cargo de sus pequeños hermanos.
A pesar de que el comentario de Yol me había dejado en shock, el regreso fue divertido con sus inocentes preguntas sobre su hermano y yo.
Bajamos del auto y de cerca de veinte bolsas que había en la maletera del auto de Julian la mitad o más de la mitad eran de Yol.
Ella tomo algunas, y yo tome el resto y una bolsa de las mías con una ‘compra especial’.
Llegamos a la puerta y tocamos el típico timbre de las tres campanas. Y fue Julian quien nos abrió.
—Son las tres veinte de la tarde— nos informó en tono de reproche.
— ¿Las tres?— pregunte sorprendida, nos habíamos demorado solo tres horas comprando. —Corre Yol— le dije acelerada —La fiesta es a las cuatro— le dije recordando la hora marcada con letras rosas en la invitación. Ambas corrimos escaleras arriba ignorando por completo a Julian. Seguí a la pequeña a la que seguramente sería su habitación. De un color rosa su dormitorio era decorado por muebles blancos, con una cama de color rosa pálido, digna de una princesa. Con un delegado velo que la cubría cayendo desde el techo, sin duda hermosa.
—Que linda habitación tienes— le dije mientras corría el velo que cubría la cama para poner todas las bolsas en esta. Ella solo soltó una ligera risa. —Bueno anda a ducharte— le dije y asintió con la cabeza antes de entrar al baño.
Comencé a guardar toda su ropa nueva, efectivamente si tenía vestidos, pero se notaba a simple vista que no le quedaban más.
Guarde todos dejando afuera un vestido rosa con florecitas blancas, tal y como a Yol y a su madre les gustaban, Además unas sandalias blancas.
Salí de la habitación para que se vistiera, una vez lista me llamó, se veía preciosa.
—Ven para peinarte— le dije y comencé a acomodar su cabello tan parecido al de su hermano mayor. — ¿Lista?— le pregunte y con una enorme sonrisa asintió con la cabeza, estábamos por salir cuando recordé. — ¡Espera!— le dije señalando mi bolsa con la ‘compra especial’ y Yoli comenzó a reír. Me senté en la cama y me quite mis tacones para enseguida sacar una par de borcegos negros de la caja que estaba en la bolsa.
—Seguro le gustaran— apoyó la pequeña sin parar de reír —…Pero tú los odias— tenía razón, Los detestaba.
—Estas en lo cierto— agregué entre risas —Pero son cómodos— algo bueno tenían que tener.
Bajamos las escaleras en pequeños saltos, y a la mitad de la escalera logre ver a Julian abajo viéndonos.
—Acá te hago entrega de tu princesa— la pequeña estallo en risas, Yo miraba a Serrano expectante, esperando que le dijera algo, mínimo un ‘Que bonita’ pero el desabrido de su hermano solo la alzo en sus brazos y le dio un beso en la mejilla.
Cambie mi mirada ‘expectante’ por una fulminante y sin que la pequeña se diera cuenta articule sin sonido ‘Dile algo’
Me obedeció —Te vez hermosa. — le dijo y Yoli rodeo su cuello con sus brazos. —Ve y llama a Inti, para ir a dejarte— le dijo bajándola y esta volvió a subir las escaleras para llamar a su hermano. — Te veo más…— seguramente era ‘baja’ ya que volteo hacia abajo buscando mis tacones, pero estos no estaban más.
— ¿Y eso?— soltó una carcajada di un paso hacia atrás para subir al primer escalón y estar más a su altura.
—Bueno, ya que siempre me críticas y me dices que soy una ‘hueca’ por mi forma de vestir— seguía riendo —Tal vez— alargue —Con esto ya no digas que soy más ‘estúpida’— sonreí —Porque ambos sabemos que tú sabes que no lo soy.
—No logro entender por qué tienes tanto interés en agradarme— dio un paso hacia mí — ¿Me lo puedes explicar tú?— me miraba fijamente — ¿Me puedes decir por qué tienes tanto interés hacia mí?
—Puede ser porque quiero que seamos amigos…— pase mis manos por su cuello —…o puede ser que me gustes— era más que obvio que no le diría ‘Por una apuesta que hice con Agus.’