‡ Ozneimoc le
El primer año en la nueva cuidad...
Me enteré por mi madre que la cuidad a la cual llegamos es donde mi padre vivió durante su infancia –o bueno la mayor parte de su vida hasta que conoció a mi madre en un viaje que hicieron a otra universidad para encuentros deportivos amistosos– y que tenía muy buenos recuerdos en ella, pero que mejoraron cuando se fue –yo esperaba lo mismo para mí al empezar a ir al nuevo instituto, aunque lo de irme supongo que será cuando termine mi carrera profesional–.
El tiempo de las vacaciones de verano había pasado demasiado rápido en el mes que aún me quedaba y yo ya trataba de aprovecharlo lo mejor que podía –yendo de un lado a otro con mi hermano por la casa o llevándolo a por una golosina– y así empezar a conocer la cuidad para evitar perderme, aunque con el teléfono podría solucionar ese pequeño detalle cada vez que llegase a ocurrir.
Si... nos habíamos mudado en vacaciones a la cuidad en la que la familia de mi padre residía –la mayor parte de ella... supongo–. Aunque no sé si eso también sería bueno o malo. No puedo decir que no los aprecie pero no la conozco a toda, y mucho menos sabré si yo me lleve bien con alguno de mis primos o primas. Aunque lo estoy comenzando a poner en duda pues al parecer mi padre no está demasiado feliz por estar aquí ya que lo he notado tenso y un poco agresivo –pienso que la razón más probable es porque mis abuelos lo explotan demasiado en el trabajo–. Aunque no sé si eso sea la causa pues con sus propios hermanos ha llegado a los golpes por discutir sobre un asunto cualquiera. Y que decir con Carlos –su cuñado–, el esposo de Angelina –la única hija que tuvieron–, y menos mal porque sí que es una entrometida queriendo saber todo, por lo cual mamá evita hablar con ella. Además de que Kristian pasa la mayor parte del tiempo con ella cuando no salíamos a ninguna parte.
Al pasar la primer semana en la que llegamos a la cuidad, papá ya había ido a hablar con su padre –al parecer nadie se había dado cuenta de que si quiera su propio hijo hubiese llegado–, claramente no era para visitarlo, sino para que hablaran de trabajo. Pero más tarde ese día ya estaban Jerónimo y Virginia –mis abuelos– en la entrada de la casa. Tocaron y esperaron a que alguien les abriera. Nos encontrábamos cenando por lo que mi madre les ofreció unirse a la cena. Pasamos alrededor de media hora en la mesa –en la que habían solo algunos comentarios sobre la repentina llegada de mi padre junto con nosotros y algunos reproches por parte de Virginia al no habérselo dicho antes para que los recibiera toda la familia–, hasta que terminaron de cenar y pasamos a la sala para seguir con lo que sea que estuviéramos platicando en la mesa.
Kristian fue el que más hablaba haciendo reír a los abuelos con sus historias y lo que hacía en la escuela junto con sus amigos, sobre su habitación –que ahora es mucho más espaciosa–, algunos profesores que platicaban con él y sobre alguna pelea en la que se hubiera involucrado –claro no llegaban a más que empujones pero para él era toda una hazaña lograda– y también sobre el gran parque que se encontraba dentro de la zona residencial.
Todo parecía ir bien, los abuelos estaban contentos por la actitud de Kristian, y el mismo por ello –e podría sacar una sonrisa a cualquiera con tan solo escucharlo–. Poco a poco su energía se fue acabando hasta que se recostó en un sillón individual y cerro los ojos, lo llevé a su habitación para dejarlo descansar despidiéndome de mis abuelos y dejándolos con mis padres –no creo que solo vinieran a ver como estábamos, ahora tendrían tiempo para hablar con más calma–.
[ × × × ]
El entrar a otro instituto tampoco fue un gran problema. Para cuando inicié las clases ya todo el papeleo estaba en orden y como sería mi último año en la preparatoria trataría de gozarlo lo mejor que se pudiera y me esforzaría por obtener un buen promedio al final del curso.
![](https://img.wattpad.com/cover/206600506-288-k463996.jpg)
ESTÁS LEYENDO
UNA Y MIL DESGRACIAS EN MI VIDA
Novela Juvenil"Ha llegado la hora de ser fuerte para no volver a salir lastimando" -Eso fue lo que pensé una vez que salí corriendo ignorando una súplica que podría hacerme cambiar de parecer y sufrir de nuevo pero ahora que estoy frente a ti siento que nada pue...