Capítulo 4

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『❝¡¿Mi crush?!❞』

X – x – X

Luego de salir huyendo de la presencia de Spirit y de caminar sin rumbo... terminé llegando a la fuente central de Death City. Estaba cansada tanto física como emocionalmente por lo que decidí sentarme cerca de la orilla para poderme permitir asimilar lo sucedido.

—¿Por qué está aquí...? —chisté quedamente sumiéndome en un aura depresiva.

Durante años las discusiones entre mamá y papá fueron el pan de cada día. En aquel entonces aún era demasiado joven para comprender lo que pasaba. Además, como soy hija única, la mayor parte del tiempo me sentía sola. No tenía muchos amigos y a esos pocos que apreciaba, generalmente solo me buscaban para salir a jugar. Obviamente, a la edad de ocho años, ningún niño va a escuchar tus problemas ni mucho menos te va a aconsejar.

Cuando eres pequeño en lo único que piensas es en divertirte... Claro que, en mi caso, eso no fue así, para mí las circunstancias fueron diferentes.

Por el trabajo de mis padres, más de una vez nos tuvimos que mudar. La adaptación nunca es fácil. Por ese motivo, decidí no encariñarme demasiado a las personas y centrarme más de lleno en mis estudios. Al menos de esa forma lograba mantener mi mente ocupada de todos los problemas que por meses mis padres aparentaron guardar en secreto con el fin de no lastimarme, ignorando el hecho de que yo no soy ninguna estúpida y entendía que algo iba mal en nuestra familia.

Suspiro encorvando la espalda hacia delante y enfocando mi vista en algún punto vacío del suelo, antes de sumergirme de lleno en mis recuerdos.

Durante un tiempo la situación en casa simuló volver a la normalidad; las riñas cesaron, las cenas familiares se volvieron cada vez más comunes y las tardes de lectura regresaron. Todo parecía ser nuevamente felicidad, una felicidad falsa que pude percibir a mi corta edad de casi nueve años.

Ya no había amor en sus miradas, no realizaban muestras de cariño de ningún tipo e incluso en ocasiones dormían en habitaciones separadas... ¿La excusa? Según mamá, Spirit roncaba demasiado espantándole el sueño.

De todas formas, es imposible tapar el sol con un dedo, por lo que pasado un tiempo... la verdad fue revelada.

Ocurrió dos días después de que Spirit se marchó a un viaje de negocios, o bueno, eso fue lo que él nos dijo que haría.

Todavía recuerdo que cuando entré a la habitación y encontré a mi madre en medio de una llamada telefónica; por la expresión de su semblante supe que algo malo había pasado.

«—Entonces así lo haremos, eh... bien. Te habló más tarde. Adiós—tartajeó nerviosa dando fin a la llamada.

—Mamá, ¿Sucede algo? —pregunte al notar que mi presencia pareció incomodarla, lucia ansiosa y muy pensativa.

Suspiró. Dejándose caer en la silla mecedora.

—Cariño... hay algo que debo decirte...—aquellas palabras me inquietaron—No quería preocuparte porque sé cuánto adoras a tu padre, pero... —se mordió el labio, dubitativa.

Mi pecho se contrajo, no sabía exactamente lo que pasaría a continuación, pero, aun así, fingí armarme de coraje y atreverme a cuestionar qué era lo que la angustiaba.

—Tu padre... Spirit nos engañó, no está en un viaje de negocios, él... —las pausas que hacia mi madre me resultaban eternas y agonizantes— él tiene... tu padre tiene... una amante.

En ese instante, me quede congelada. Fue un golpe crítico y muy, muy duro... una noticia tan amarga que marcó a partir de entonces mi vida, destrozando la imagen que hasta aquel momento conservaba de mi padre.

[♥] El novio perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora