[♥] El novio perfecto

Capítulo 6

『❝Pánico❞』

X – x – X

«¿Crees que Soul de verdad está interesado en ti?»

||Punzada||

«...él nunca se toma en serio a ninguna chica, solo le gusta revolcarse con ellas un rato...»

||Jadeo||

«... incluso con Kim Dielh, ellos...»

||Sollozo||

Este dolor que oprime con rudeza mi pecho, ¿me lo provoqué yo misma al pensar que en la vida real el chico popular se enamora de la chica nerd? ¿Será que fui ingenua al idealizar en mi niñez un romance como el de las novelas? ¿Es mi culpa?

¡No! ¿Qué puede saber Black Star al respecto?

Seguí corriendo, aunque me sentía mareada.

¡Me rehúso a creerlo! Todo lo que dijo es mentira...

Seguí corriendo, aunque el aliento me faltaba.

¡No, no, no! Me niego a imaginarlo, no puede ser cierto...

Seguí corriendo con el alma destrozada.

Corriendo...

Corriendo...

El corazón me duele, siento una presión asfixiante. Odio sentirme tan débil y vulnerable.

Gemí exhausta. Avancé unos pasos más hasta que mi cuerpo simplemente ya no pudo resistir debido al cansancio, obligándome a detenerme para recuperar el aire a grandes bocanadas mientras el sudor resbalaba de mi frente mezclándose con las lágrimas que descendían de mis párpados.

—¡Maka! —al oírlo di un respingo.

Joder... ¿Ahora qué quiere ese imbécil?

Frustrada me mordí ligeramente el labio inferior apresurándome en limpiar todo rastro de llanto de mi rostro.

No entiendo con qué propósito viene a buscarme...

Sosteniéndome de la gran columna, me di impulso para retomar el paso, resultaba insoportable escuchar la voz del desquiciado retumbar en mis tímpanos. Podía sentir su mirada clavarse como una aguja sobre mi espalda, era molesto e incómodo, ojalá se largará y me dejará tranquila.

—Maka...

Siguió llamándome a pesar de que me mantuve obstinada por ignorarlo. ¡Y si tan solo mis fuerzas no se hubieran agotado me habría lanzado a la fuga como alma que lleva el diablo!

—Ma~ka~ —repitió mi nombre una y otra vez alargando las vocales.

¡Por Kami-sama! ¿Acaso tiene cinco años? Este chico me saca de quicio. Enfurecida alcé la voz sin aminorar la marcha.

—Lárgate.

—...

Entre el silencio, nuestras pisadas provocaron un eco a lo largo del pasillo. Se supone que estas son horas de clase, por ese motivo el corredor está tan tranquilo. Sin embargo, no deseo volver a repetir la misma experiencia de ser sorprendida por un prefecto y llevada al aula de detención porque estoy segura de que esta vez Soul no estará ahí... y lo que es peor, el idiota de Kiddo acabaría siendo castigado y arrastrado junto conmigo a ese pequeño espacio.

—¡Deja de seguirme! ¿Qué acaso estas sordo? —espeté con desdén apresurando el paso. Él hizo lo mismo. Gruñí irritada, necesito estar sola, ¿Qué no puede darme privacidad? ¿Por qué es tan odioso? —Bastardo, ¡¿Por qué no me dejas en paz?!