He llegado temprano a la parada del autobús, aún es invierno pero los días calientan como en verano. El sol ha salido ya y con toda su brutalidad se ha posado sobre mi cara (si no supiera que soy irrelevante para el universo, creería que el sol me quiere fastidiar), lo que se ha convertido en un verdadero malestar, pues debo buscar alguna sombra para evitar que su luz me cegue, sin embargo, no encuentro ninguna, parece que el día ha comenzado mal.
Pasa el autobús y delante de mí suben un par de personas, se ven no menos desmoralizadas que yo, pero no entiendo por qué, ellos se ven cómodos. Justo cuando estoy apunto de subir al camión me percato de que atrás de mí vienen dos mujeres jóvenes, me detengo y dejó que ellas aborden primero el colectivo, se ven frescas, yo en cambio, me veo, por así decirlo, "inmundo".
Una vez que abordé el autobús comienzo a fijar mi atención en las personas que hay en él, sólo hay algunas cuantas que no lo esperaban conmigo en la parada. Selecciono mi asiento y camino hacia él, tomo mi lugar y nada, miro por la ventana. Es un buen lugar, no cabe duda, de haber escogido otro, el sol me hubiera fastidiado el viaje. El autobús avanza lento mientras yo pienso rápido, asomando la vista por la ventana. Casi no hay nadie en la calle ¿Será muy temprano o la gente se dió cuenta de que el sol hoy tiene la misión de desquiciar a las personas de esta ciudad? Vayan ustedes a saber, yo hoy dormiré en el autobús mientras pienso en la maldición de tu existencia.
¿Alguna vez has pensado en mí mientras viajas lento por las calles? No lo creo.
Pero tampoco estoy seguro de ello. Disfrutaré entonces la fiesta y el maldito viaje.
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HOY DECIDÍ MUERTE.
RomanceSiempre he pensado que la vida es una fiesta de la cual te puedes ir cuando lo decidas. Hoy decidí muerte.