El amor es amor, muchos lo dicen. Pero también muchas personas aún refutan estas palabras.
¿Qué tan doloroso y difícil es ocultar tus verdaderos sentimientos para ser aceptado por los demás, incluso por tu propia familia?
"¿O es qué acaso jugar al h...
«Tiene que ser una jodida broma» pensó Suah, al ver como los labios de su actual pareja eran devorados por otros labios que no eran los de ella. La chica tan sólo tuvo poca paciencia y quería saber por qué su novio tardaba tanto por las bebidas, pero al seguirlo no creyó que se encontraría con tal escena.
—Supongo que soy una tonta por no haberme dado cuenta antes —limpió con brusquedad una de las lágrimas que empezaba a deslizarse por su mejilla, antes de darle la espalda a aquella imagen y volver hacia donde sus amigos.
Mientras la rubia se alejaba de aquél lugar, la pareja detrás de aquella tienda era totalmente ajena de lo que estaba pasando a su alrededor.
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—Suah, aquí está tu... chicos ¿Dónde está Suah? —preguntó el azabache al no ver a su pareja.
—Dijo que no se encontraba bien y decidió volver al hotel —mencionó Yoongi despreocupado, a lo que tomaba otra lata de cerveza.
—Tal vez debería ir a ver cómo está...
—Olvídalo, mencionó que quería estar sola antes de irse.
Asintió en respuesta a su menor, pero no pudo evitar sentirse preocupado, Suah no era a alguien a quien le gustara estar sola y menos cuando parecía tan buen humor. Levantó su mirada hacia donde se encontraba Namjoon, y no lo hizo sentir más tranquilo la expresión de preocupación que tenía el moreno. Seokjin de verdad esperaba que ese mal presentimiento fuera sólo una exageración por parte suya.
Después de ver la puesta de sol, todos decidieron que ya era tiempo de que cada uno volviera a sus respectivos hoteles. Así que eso hicieron después de una breve despedida.
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Al llegar al hotel Seokjin se encaminó hacia su habitación con la esperanza de hablar con Suah, pero lamentablemente esta ya se encontraba durmiendo o eso creía él. Así que decidió que lo más oportuno sería hablar con ella en la mañana, así que después de ponerse su pijama tomó puesto al lado de la rubia y cayó en los brazos de Morfeo.
...
—Seokjin ¿Qué demonios te pasa? —exclamó la rubia sobresaltada al sentir como tomaban su brazo con fuerza.
