Entonces...

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Lolito comenzó a besar salvajemente a Luzu, este estaba en shock no podía creer lo que el alcalde estaba haciendo. Lolito lo comenzó a desvestir de forma violenta, luzu sabía que el alcalde quería verlo herido, pero el no se lo iba a permitir. Forcejeo con el durante varios minutos. A lo que Lolito solamente decía, “Así luzu, me gusta que pongas resistencia” “Vamos grita por ayuda” “Suplica que no te haga daño” “Vamos” a lo que luzu por no darle la satisfacción, se quedó quieto, sin decir ni hacer nada. “Vamos Luzu, ¿Ya no vas a resistirte?” “Yo se que te mueres por hacerlo” Luzu optó por solo cerrar los ojos… Se maldecia internamente por pensar que ya nada podía ir peor, creía que su vida ya era lo suficientemente lamentable. Había sufrido la traición y el abuso de sus amigos, pero lo había perdonado. Aquel que pensó que siempre estaría a su lado para apoyarlo, le dio la espalda y se fue con la peor persona posible. Rompiendole el corazón en el acto. El puesto a la alcaldía, por el que trabajo tan duro desde sus primeros días en Karmaland se le escapó de entre las manos.

Amigos, familia y metas fueron aplastados tan cruelmente que creyó, ya nada peor le podría haber pasado. Ohhh que equivocado estaba. Ahora su cuerpo ya no le pertenecía, le estaba siendo arrebatado frente a el. Este está siendo ultrajado de la manera más vil posible.

Aquella persona que le quitó todo lo que tenía en el mundo era la responsable de tan desmedido acto. Poco a poco comenzó a perder las fuerzas. Solo agudo dolor podía sentir en ese momento. Volteó su mirada en dirección a la puerta. El lo sabía, nadie vendría a ayudarlo. Llevaba ya un mes sin ver a otro habitante de Karmaland, un mes desde su encierro por parte del alcalde y nadie había hecho nada por buscarlo. Solo estaba a la espera de su muerte, ansiaba que estuviera cerca, ya no podría soportar vivir más de esa mierda.

Estaba tan ensimismado con sus pensamientos que no escuchaba a Lolito hablarle al oído. “¿Quieres llorar verdad, luzu?” “Vamos, déjame verte llorar” mientras decía esto las embestidas eran más certeras, más profundas, más dolorosas. “No sabes cómo me pondría el verte llorar…” “ Vamos Luzu… llora… súplica… ruega por tu vida”

Pero luzu seguía inerte, solo observando la puerta de salida del despacho de la alcaldía. Poco a poco, sus ojos iban perdiendo su brillo. Se volvían opacos, sin vida.

En ese momento la puerta se abre de improviso, “Lolito, se que es tarde, pero necesito que me ayu…” Auron entra sosteniendo unos papeles y con la mirada fija en ellos. Al darse cuenta de la escena frente a el, los papeles terminan regados por el piso. No puede creer lo que ve. Lolito encima de luzu tirados en el piso, Luzu viendo en su dirección sin hacer ningún movimiento, ningún ruido y Lolito, susurrando cosas a su oido.

“Luzu…” dice débilmente Auron viendo impactado en su dirección.

Luzu, que creía que estaba en el hoyo más profundo se dio cuenta que podía caer aun más bajo. Auron, aquel que creyó siempre estaría a su lado, que siempre le amaría por lo que era, que el creyó era el amor de su vida y le había abandonado estába frente a el. Peor humillación no podría sentir. Solo en ese momento sintió desfallecer. Solo en ese momento dejo una lágrima escaparse de sus ojos. En ese momento se sintió muerto.

Auron viendo atónito la expresión de Luzu y la lágrima resbalarse por su mejilla. Regreso a la realidad. “¡Lolito! ¿Pero que estás haciendo?” Luzu cayó inconsciente en ese momento, su pobre cuerpo no resistió más.

“¡Auron! Tío, le estoy dando su merecido a este sin vergüenza” “Ven, ayudame, se que lo haré llorar dentro de poco” la mirada de Lolito estaba envuelta en histeria y lujuria, Auron se sorprendió, ya tenía mucho tiempo que no veía a su compañero con esa expresión en el rostro y se temio lo peor.

“Lolito, ¡Esto está mal!” “Has cruzado el límite” Decía mientras se acercaba al par de personas frente a el. “Ya no puedo ayudarte.” Dijo separando a Lolito del chico inconsciente. Observando todo el daño que tenía en su cuerpo. “¡Luzu! ¡Luzu, despierta!” Intentaba hacerlo reaccionar. Pero el chico no daba señales.

“Vamos Auron, que no es para tanto.”

“¿No es para tanto? ¿No puedes ver lo que has hecho Lolito?” Decía Auron mientras arrancaba una cortina del despacho para comenzar a cubrir a luzu.

“Venga tío, ¿A dónde lo llevas?” Auron con Luzu en brazos se disponía a salir de aquella habitación.

“A un hospital…”

Lolito comenzó a reírse de forma maniática “¿A si? ¿Cuál hospital, el que todavía no construyó?” Auron salió de la oficina dejando a un Lolito riéndose horrorosa mente.

Lolito tenía razón, el hospital todavía no estaba en funciones. Lo pensó un segundo y decidió llevárselo a casa. Ahí lo trataría lo mejor que pudiera. “Vamos Luzu, resiste un poco más mi niño” aceleró el paso e intento esquivar a cualquier bicho que estuviera en su campo de visión. Ya era muy entrada la noche.

Al llegar a su casa solo se escuchaba un estruendo enorme, cosas cayendo, pisadas rápidas. Y los gritos de Auron. Ante tal escándalo, Mónica salió de su habitación a toda prisa “¿Que demonios te pasa Auron? son las 3 de la madrugada, ¿A qué viene todo esté escándalo?”

“Monica, te necesito, si no me equivoco, tienes conocimientos de medicina. ¿Cierto?”

“Si, pero, no entiendo. Espera, ¿Ese es Luzu? Auron… ahora estás conmigo, ¡Ya habíamos hablado de esto!”

Auron coloca a Luzu encima de una mesa delicadamente.

“Monica, ¡No es el momento de riñas! Necesito que me ayudes con Luzu…” Dice al momento de descubrir el cuerpo de Luzu, Mónica se acerca y observa el deplorable estado del chico. Suelta un jadeo de sorpresa y se cubre la boca del asombro, y no es por qué el chico frente a ella se encuentre desnudo, sino por la gran cantidad de hematomas en su cuello y pecho, las mordidas en los brazos y la sangre escurriendo de cierta parte íntima de toda persona. “¡Ohhh Dios mío…! ¡Voy a buscar unos utensilios, ya regreso!” Acto seguido salió corriendo a su recamara.