Entonces...

Parte 5

Luzu se encontraba muy extrañado por el trato de su anfitrión. Se preguntaba cuál sería la relación que llevaba con aquel sujeto para que lo tratara con tanto respeto y cariño. No lograba conciliar el sueño debido a sus pensamientos. Su cabeza no lograba más que volver a darle vueltas al asunto, pero más pronto que tarde, llegó a la conclusión de que se lo preguntaría directamente la mañana del día siguiente y a pesar de que tenía mucha ansiedad por no saber ni siquiera su origen, no tardó demasiado en lograr ingresar al mundo de Morfeo.

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Un día nuevo había comenzado, Auron se levantó temprano como siempre. Se dirigió a sus hornos y procedió a preparar el desayuno. Quería tener todo en orden para cuando se tuviera que dirigir hacia la habitación de su niño. Su ánimo estaba renovado como hace mucho no se apreciaba a ver. Y Mónica sabía muy bien la razón, pero no quiso sacar el tema a flote y procedió a encerrarse en su habitación. Auron parecía que todo lo tenía bajo control, incluso se dio el capricho de salir a su jardín a recolectar un par de flores, de las cuales estaba seguro de que a Luzu le gustarían. Una vez terminado de preparar el desayuno, se dispuso a colocar en una charola la cantidad suficiente para los dos, y se apresuro en subir la escalera que lo conectaba con su niño.

“¡Buenos días, Luzu mi niño!” parecía que de su presencia brotaban luz y brillitos acordé con su entrada. Contrastando completamente con el interior de la habitación, esta por algún motivo se encontraba sombría, el ambiente se sintió tenso al momento de la aparición de Auron, como si al chico castaño que reposaba sobre la cama no le agradece su presencia en el lugar. Auron no le dio importancia al asunto y procedió como si no hubiera sentido esa curiosa sensación. Se sentó en la silla que había colocado el día anterior. Y prosiguió con su animada plática. “¿Qué tal descansaste mi niño? ¿Pasaste frío? ¿Necesitas otra almohada o colcha?”

“…” No obtuvo respuesta por parte del castaño. Le extraño en demasía, el Luzu que conocía siempre era atento con las preguntas hacia su persona.

“Eh traído el desayuno, espero que te guste” tomo su parte y comenzó a probar de los alimentos. Pasaron un par de minutos y se percató de que el castaño no había movido ni un milímetro la charola a su disposición. “¿Sucede algo mi niño? ¿Te sientes mal?” Auron se preocupo, algo no marchaba bien.

“…”

“¿No es de tu agrado…? Puedo preparar cualquier cosa que se te antoje, tu solo dime…”

“¿Quién demonios eres tú maldito, y por qué mierda me tienes encerrado aquí…?”

Auron se quedó congelado, no entendía que estaba pasando, ¿Estaba soñando? El luzu que conocía, nunca hablaría así…

………..

Pasaron alrededor de 5 minutos, sin que ninguno pronunciara una palabra. El castaño intento moverse, y se recargo en el respaldo de la cama, el simple movimiento hizo a su cara retorcerse, un profundo dolor le atacó en su zona inferior y volteó a ver al moreno deduciendo lo que había pasado. Al ver que este seguía inmóvil, aprovecho su mejor jugada.

…………

Auron no sabía que hacer. Millones de posibilidades cruzaron por su mente, pero no quería hacerles caso… Su mirada gacha analizando la situación, hasta que de pronto sintió como algo lo empujó de la silla en la que se encontraba. Cayó de espaldas al momento en que escucho un grito desgarrador proveniente del chico sobre el. Era Luzu, su cara reflejaba un tremendo sufrimiento, se preocupo, estaba a punto de acariciar su mejilla hasta que su garganta fue atrapada y una presión desorbitante era ejercida con decisión sobre el.

“¿Te ah comido la lengua el lobo, puerco? O es acaso que esperabas otra cosa… Menudo asco de tipo es este… ¿te ha gustado violarme, eh? Bueno, ¿Y ahora que vas a hacer imbécil? ¿Creíste que no me iba a defender en mi estado?” Auron, se quedó sin habla nuevamente. Su cerebro no lograba relacionar al Luzu que tenía enfrente. Este definitivamente no era el luzu que conocía. Y por más que le doliera, sabía que en esta situación era lógico desconfiar de todos. Comenzando a marearse por la falta de oxígeno lo único que atino a hacer fue levantar un brazo y alcanzar su mejilla.

“Mi… ni…ño…” Su mano calló y sus ojos se cerraron. En ese momento el castaño dejo de ejercer presión, no entendía que mierda había pasado.

Mónica al escuchar el escándalo subió hasta la habitación que le pertenecía a Bret, y se asomo justo al momento de que la acción de Auron se viera opacada por la falta de oxígeno.

“¡AURON…!”

Mónica empujó a Luzu, provocando otro grito por parte del castaño, ahora era su turno de estar en Shock, Mónica rápidamente corrigió la postura de su enamorado, acercó su oído y procuro escuchar la respiración del moreno, sus ojos se abrieron en sobre manera al no obtenerla. Y procedió con la respiración boca a boca. Volvió a acercarse a su rostro y repitió la acción actual. Hasta que Auron comenzó a toser estrepitosamente, le coloco de lado y le acaricio la espalda para darle apoyo al susodicho.

“¿Que mierda tienes en la cabeza? ¿Cómo se te ocurre hacerle esto? El fue el único que te ayudo después del altercado que pasaste. Este maldito idiota ni siquiera durmió cuidandote, ¿y así le pagas…?”

El castaño no comprendía, creía que él le había hecho todo por lo que estaba sufriendo en este momento. “¿Y como mierda quieres que yo sepa eso? ¡El maldito solo entro por la habitación sin explicar nada…! ¡Ni siquiera sé quién mierda soy yo…!”

“¿No sabes quién eres? Espera… ¿Recuerdas tu nombre?”

“¿Cómo mierda voy a recordar mi nombre? Lo único que se es que hoy desperté en esta habitación con el culo molido, y un tipo súper confiado al lado… ¿Qué mierda querías que pensara…?”

“¡Serás…!” Mónica no pudo continuar, Auron se interpuso entre los dos.

“Tranqui-la Mónica…”

“¿Cómo mierda me dices que me tranquilice…? ¡Casi te mata!” Auron le dirigió una mirada conciliadora, a lo que Mónica se cruzó de brazos y aparto la mirada. Odiaba ese amor que te destruye las neuronas. “Me largo… y no esperes que te ayude la próxima que tengas problemas…”

Mónica desapareció tras decir eso.

Auron entre tanto, observo que toda la comida que le había traído al castaño estaba en el suelo, sonrió tristemente y se propuso a recoger las cosas. Y tratar de arreglar el desastre. Mientras tanto el castaño no entendía nada. ¿Por qué tendría esa expresión que le hacía sentirse culpable…? “Ah…”

“Si… lo sé… fue mi culpa…” El castaño fue interrumpido por Auron al momento. Dejándolo muy sorprendido. El moreno colocó la charola en la pequeña mesa a un costado y se dirigió al castaño. “Espero que no te lastime mucho, pero no te puedes quedar aquí todo el día…” Cargo al castaño y tras un pequeño quejido lo recostó nuevamente en la cama. Ayudándolo a sentarse y tener una posición más cómoda para el.

“Yo… iré a por algo, para que desayunes. Amm… en la esquina hay un poco de ropa, por si gustas. Solo… espera un poco para la parte inferior, Mónica debe revisarte, ¿De acuerdo?”

Y sin decir más, salió de la habitación. El castaño no sabía que pensar, no tenía idea de nada y eso le estaba frustrando demasiado. Volteó su mirada hacia la charola que al otro se le había olvidado retirar. Y pudo ver los retazos de algunas flores, tomo una de ellas y se quedó mirándola unos segundos, llegando a la resolución de escuchar que tenía que decir aquel que al parecer le había ayudado tanto…