Ya nos encontrábamos comiendo en familia, habíamos vuelto de la plaza hace menos de una hora.
— ¿cómo va la escuela, Floppy? — preguntó mi cuñado, Alan, sí tengo varios cuñados.
— re bien, creo que tengo el mejor promedio del curso — sonreí orgullosa.
Todos me felicitaron y siguieron hablando, yo me tuve que levantar para ir a cuidar a los demonios, digo sobrinos.
— Floppy, a las 20 tenes que estar en la casa de los pibes, ahora te mando la ubicación — me dijo mi hermana antes de salir de la casa agarrada de la mano de su novio, Facu.
— sí, la empleada va a ir — susurre mientras paseaba a upa a mi sobrinita, Sol, la gemela estaba con su mamá.
— Flor, veni dame a Sol y llévate a Luna por favor — suplicó mi cuñada Yamila.
— yendo — fui hasta donde ella estaba y dejé en sus brazos a Sol y agarré a Luna.
— cambiale el pañal, plis — se puso a darle la teta a Sol.
— como diga patrona — dije en modo chistoso y subi hasta mi habitación.
Después de que todos mis hermanos y sus familias se fueran quedamos con mí mamá y mí hermano menor Lautaro solos, porfin.
— ma, hoy voy a cubrir a Luciana con un trabajo, así que me voy a preparar — la miré esperando su aprobación.
— bueno, pero cuidate mucho y cualquier cosa me avisas, ahora te saco el auto — beso mi frente y subí a mí habitación para prepararme.
Me puse un pantalón cargo negro, un top blanco y un rompe vientos negro con rojo, me pasé la planchita, me puse rímel, delineador y labial rojo y salí de mí habitación.
— cuidate, toma — me dio $500 y las llaves.
— gracias ma — agarré todo y salí de la casa.
Me subí al auto, puse el GPS y manejé hasta donde me indicó.
Era una casa grande.
Me bajé del auto y caminé hasta el portón negro y alto que tenía, toqué el timbre media confusa, ¿acá viven pibes?.
— ¿quién? — habló una voz gruesa atraves del timbre.
— la niñera — respondí firme, no me iba a dejar intimidar.
— ahora te abro — se escuchó un piiii, seguido del portón abrirse.
Miré todo, examine, no puedo creer que pibes vivan acá, seguro la boba de Luciana se equivocó y acá vive un matrimonio con dos hijos.
— Hola, ¿qué pasó con Luci? — me recibió uno con tatuajes en la cara, y flaco.
— no pudo venir, se le complicó — respondí enseguida — yo soy la hermana, Florencia — sonreí.
— ah bueno, veni pasa — me hizo entrar a la gran casa.
— yo soy Sebastián el papá de Amadeo, y ahora debe estar por bajar Alejo el papá de Bruno — me llevó a hasta la sala.
— okey, ¿algo que deba saber sobre los nenes? — pregunté sacando mi celular para anotar.
— no, nada especial, solo que se tienen que bañar e ir a dormir temprano — terminado de decir eso desapareció.
— ey, keloke niñera — apareció un gordito todo tatuado por la puerta que parecía dar al patio trasero.
— ¿hola? — respondí.
— estas más buena que la niñera anterior, chau — se fue por donde se había ido Sebastián.
Me puse a mandar mensajes hasta sentí que bajaban las escaleras.
— vos debes ser Florencia — apareció otro pibe con cara de bebé y con un nene en brazos — que linda sos eh — bajó al nene que me miraba fijamente.
— gracias supongo — me sentí medio incómoda — vos debes ser Alejo y el Bruno — miré tiernamente al nene, que ya se había sentado en un sillón.
— sí, bueno te dejo a Bruno, volvemos como a las 7 o no se, cualquier cosa nuestros números están en la heladera, ahora baja Amadeo, estaba durmiendo — se despidió de Bruno y salió por la puerta principal.
— BRUNO, VAMOS A JUGAR — bajó gritando otro nene, el que supongo es Amadeo.
— MIRA AMA EllA ES LA NUEVA NIÑERA — le gritó en el oído.
— OHHHH, PAPI DIJO QUE NOS PORTEMOS BIEN ASHI LA IMPRESIONABAMOS — volvió a gritar mientras me veían.
— hola, soy Florencia pero me pueden decir Floppy — me presenté alegremente.
— hola Floppy — me saludaron los dos al mismo tiempo.
◇
bueno, ya se que los nenes no hablan tan bien creo, pero no me voy a poner a escribir así dea