Nadó con un rostro serio e impasible. Sus ojos no demostraban brillo alguno y su sonrisa hace tiempo que se había desvanecido.No había sido capaz de hablar con Aoi, por mucho que esta haya intentado entablar conversación con ella simplemente no pudo volver a mirarla a la cara después de los terribles pensamientos que había tenido sobre su amiga. Llegando incluso a pensar en que sería mejor si esta desapareciera del mapa para dejar de opacarla frente a cada príncipe que se encontraba.
Luego reflexionó y se dio cuenta que era mejor si desaparecía ella misma, al fin y al cabo, nadie la quería realmente y la única persona que lo hacía le había traído muchas desgracias una vez pasaron la pubertad.
Estaba a un paso de ser adulta. Lo sabía, 16 solo se cumplen una vez y era el momento donde las sirenas adquirían sus últimos dones y su apariencia sufriría los últimos cambios, como mechas de color en el cabello, entre otras pequeñas cosas.
Mañana era su cumpleaños número 16... y hoy conocería a su sexto prometido y esperaba que fuera el último, pero en compañía de Aoi se sentía más que resignada.
Este sería el último, se había prometido, no importaba si la aceptaba o no, ya no podía cargar con más corazones rotos, con más falsas ilusiones, ya no sería capaz de soportarlo.
Ignoró a su amiga un poco más y se presentó en la sala del trono que estaba vacía, preparada para la ocasión. El encuentro de una pareja comprometida por sus padres se llevaba a cabo en el salón familiar de la sirena. En el caso de los príncipes, se llevaba a cabo en la sala del trono y estos debían ser acompañados por una escolta o sirena de compañía.
Ella se quedo quieta en el medio de la sala mientras esperaba a su prometido. Ni siquiera se preguntó si seria guapo o el tipo de tritón que a ella le gustaba. Ya había visto de todo y fueran de su agrado o no, con todos pasó lo mismo. ¿Que cambiaría con este? Seguro que nada.
Aoi la tomo del brazo en un desesperado intento de recibir su atención de una vez por todas, pero Nene se mostró fría y no cambio su desdichada expresión.
—¡Deja de ser tan inmadura y por favor escúchame!— gritó exasperada la sirena de cabello violeta oscuro y ojos de un azul opaco.
¿La había llamado inmadura? Algo nuevo a la lista de defectos que tenía.—¿Qué quieres?— dijo seca Nene sin poder mirarla aún. Se sentía culpable y también profundamente dolida con Aoi, incluso si sabia que esta no tenía la culpa de nada.
—Nene-Chan, somos amigas de la infancia, siempre hemos estado juntas. Por favor no dejes que lo que digan los demás nos separen. ¡Por favor deja de tener estas actitudes conmigo! ¡Sabes que no es apropósito!— dijo al borde del llanto.
Las punzadas de culpabilidad volvieron a la de cabellos blancos. Respiro hondo, dejando que el agua entrara y luego respondió lo más calmada posible.
—Se que no es tu culpa Aoi, solo estoy triste. Perdón por haber sido fría contigo, ya sé me pasará— la miró y sonrió forzosamente.
Aoi la miro sin creer sus palabras y preocupada por su salud emocional pero antes de que pudieran decir algo más, las puertas de la sala del trono se abrieron dejando ver al prometido de Nene.
Minamoto Teru
Era una belleza de tritón. Nene se sorprendió y sus ojos adoptaron brillo por un breve segundo antes de irse como un flash. El príncipe de Tsuiho encajaba justo con el tipo de tritón que volvía loca a Nene.
Venia con el que al parecer era su guardia y al mismo tiempo su tritón de compañía, un pelirrojo que usaba cristales en los ojos en forma de aumento a la visión.
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El lamento de la sirena |JSHK| |Hananene|
FanfictionYashiro Nene es una sirena y es la princesa del reino de Niwa. Vive a la sombra de su mejor amiga, Akane Aoi, quien es su sirena de compañía. Nene es la burla de la mayoría de habitantes de su reino debido al increíble grosor de su aleta y su mala...