Obra de Cupido

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Líquido de sal
de dos seres
los poros destilan,

mientras que el Cupido
una melodía
a sus oídos susurra.

De aquellos danzan
los cuerpos
con violencia entendida,

y éste el viento,
sonriente perfuma.

I
Atrás quedó ya
el tentativo beso,

y sucumbieron
los áridos labios
al hambre ansiosa.

Atrás quedó
el toque tierno,

y en colisiones
de lujuria
se funden ahora.

II
En sus mentes
el mundo tiembla,

relámpagos caen
en sus retinas.

Sus mortales
corazones con frenesí
palpitan

y en placentera
agonía
sienten que expiran.

III
En el lecho aquellos
trémulos reposan
su dicha.

Aquél levanta,
entretanto
satisfecho el vuelo;

que la herida
en el pecho de aquellos
no sangra,

ni la hincada saeta
de éste
causa sufrimiento.

DelirioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora