Destino (Gabenath)

Capítulo Final

El timbre de la mansión sonó anunciando que tenían visitas, Adrien rápidamente se levantó del sofá y corrió a abrir la puerta para recibir a sus invitadas

—¡Nathalie!— gritó feliz al ver a la mujer en la puerta y le dio un gran abrazo

—Me alegró mucho de verte Adrien— mencionó mientras correspondía al abrazo

Gabriel se acercó a la entrada y en cuanto Marinette lo vio gritó su nombre

—¡Gabriel!— exclamó alegré

Él la alzo en brazos

—¿Lista para un día inolvidable pequeña?— le preguntó

—Claro que sí— respondió ella emocionada

—Hola cariño— dijo Nath mientras se acercaba a Gabe y le daba un besó

Él platinado no se cansaba de verla, llevaban apenas 1 mes saliendo oficialmente como pareja, se sentía como un adolescente enamorado, definitivamente la azabache llego a complementar su vida

—Mari ven a ver los juguetes que papá compro para nosotros— le dijo el pequeño rubio y ambos niños subieron a la habitación para comenzar a jugar

Gabriel aprovechó que estaban solos y rodeó a Nath con sus brazos

—Nuestros hijos se llevan muy bien—mencionó

—Me encanta verlos felices y que ya sean tan buenos amigos, Adrien cuida de Marinette como un buen hermano mayor—dijo ella sonriendo

—Adrien siempre quiso tener un hermano/a por eso es tan feliz ahora y minutos antes de que llegaran no paraba de ver la hora esperándolas— comentó gracioso

—Marinette también estaba muy impaciente— expuso

—Después del almuerzo iremos por la sorpresa y sé que les encantara— comentaba

—¿Sorpresa?— preguntaron ambos niños al mismo tiempo, estos venían bajando cuando escucharon las palabras del adulto

—¿De qué se trata?— cuestionó Adrien

—¿Podemos ir ahora mismo?— sugirió Marinette

—Ok chicos, primero deben ir a lavarse las manos para que pasemos al comedor y almorcemos, después iremos a un lugar especial y verán la sorpresa— aseguró Nathalie

—Aunque para ir a ese lugar deben comer todo el almuerzo incluyendo las verduras—habló firmemente Gabriel

—Eso no es justo— protestó Adrien

Marinette hizo un puchero

—Ya lo oyeron— dijo Nath

Los adultos compartieron una sonrisa cómplice

.

Los cuatro estaban sentados en el comedor disfrutando sus alimentos y parecían una típica familia, los niños hablaban de la escuela y los adultos estaban encantados de escucharlos

—Lo logramos, el plato está limpio, ahora ¡ya queremos ir por la sorpresa! —dijo Adrien

— Si vamos por la sorpresa—pedía Marinette

Los adultos recogieron la mesa y sabiendo que los 2 niños impacientes no los dejarían tranquilos decidieron que era hora de ir por la sorpresa, Gabriel tomo las llaves del auto y todos subieron, Gabriel conducía y Nath iba a su lado, disfrutaba de ver por la ventana y también le encantaba esa sensación de sentirse como una familia, ver a los niños sentados en la parte trasera discutiendo sobre las cosas que creían podían ser la "sorpresa"