sacarina 美 noren.

SACCHARINE ( 4 ).

Como si sus párpados fuesen de plomo o sus pestañas llevaran una piedra sobre ellas, a Jeno le cuesta abrir los ojos, haciéndolo paulatino, cuando su vista tiene un plano completo del sitio en donde se encuentra, es fácil para él adivinarlo, el cuarto que se sume en el pulcro blanco y ese colchón cómodo pero poco familiar bajo él, sabe que está en un hospital ahora.

Sus ojos van de un extremo al otro con pereza, aunque no tenga nada que lo inmoviliza, siente que no es correcto mover su cabeza o cuello para ajustar su visión a otros planos porque tiene una idea de que no podrá, así que no lo intenta.

Está a oscuras, y débilmente puede descifrar la psicofonía de alguna sirena de ambulancia rondar por el estacionamiento, supone. Trata de agudizar más sus sentidos, ya que su vista aún es borrosa y siente que todo es lejano u ajeno a él, como si sus otras extremidades o sentidos lucharan por despertar de un apesumbrado sueño, incluyendo su cerebro, que le tiene nausebundo a causa de la sensación de que la habitación en ocasiones se sacude, y en parte, eso no le deja pensar correctamente.

Vagamente el pensamiento de que pudieron suministrarle anestecia le cruza por la cabeza, pero como su conciencia se encuentra casi muerta desecha esa hipótesis enseguida.

La habitación se sume en un inerte silencio al desaparecer las sirenas que perpetraban la tranquilidad, la atmósfera se torna pesada y el tranquilo y vacío cuerpo de Jeno se comienza a mover teniendo espasmos y temblores prolongados que hacen al propio individuo abrir sus ojos de par en par; Un ligero miedo le atraviesa al visualizar por el rabillo del ojo como sus pies y piernas se mueven como cuando un tic ataca los nervios del músculo, y él no puede sentir nada, ahora el leve temor se alimenta con la imagen hasta convertirse en un ataque de pánico. No puede sentir sus extremidades y no puede controlar su sentir ¿Pero si puede percibir el miedo? Es como si su propio cuerpo no fuese suyo, como si éste tuviera vida propia y se rige por su propio criterio.

Al parecer el pánico le causa tal desgaste mental que su vista se va volviendo cada vez más borrosa, el sonido de su respiración se torna casi nula y sus párpados van decayendo con lentitud, Jeno quiere presentar resistencia, pero se abstiene de ello porque sabe que es patético si quiera intentarlo cuando su cuerpo no acatará las órdenes que su adormilado cerebro le mande, es por esto que se deja hacer y permite que lo próximo que vea sea la obscuridad completa.

Sin embargo, antes de que su cuerpo caiga en un estado de suspensión, la puerta se abre dejando pasar la luz de bombillo blanca del exterior, una silueta delgada irrumpe su espacio muerto, Jeno puede verlo a través de la cortina que forman sus pestañas, ya que sus ojos se encuentran semi cerrados le es imposible asimilar en su totalidad al misterioso ente parado en el umbral de la puerta, además de que está en desventaja por culpa de su memoria, que no es muy buena si su cerebro no funciona como debería.

No puede saber que es lo que hace el sujeto, y tampoco puede oírlo bien, pues sus oídos perciben los sonidos de forma "embotellada", como si se hallara bajo el agua, sus limitaciones son claras y tampoco cree poder hablar, así que de nuevo ni se molesta en intentarlo. No le queda más que permanecer expectante a las acciones de la otra persona que repercutan en él.

La otra figura cierra la puerta y su visión escondida en sus pestañas queda obsoleta. Escucha pasos lejanos, pero que en realidad sabe, están cerca.

Sin señal previa puede escasamente percibir la sensación de como algo toca su mejilla, y puede imaginar que quizá sea el roce suave de los dedos de alguna mano, la caricia se transforma en un agarre y éste si puede sentirlo con claridad, no se encuentra asustado porque no puede estarlo, pero no porque no lo desee, es que no puede manifestarlo, y una vez más se siente como si estuviera fuera de sí, ¿Porqué puede sentir ese agarre? ¿Su representación corporal está muerta o es alguna broma de algún medicamento?