ONCE

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11.- "No sabes que no puede ocurrirme otra vez
Te hice las promesas de algo que no fue"

Sofia se encontraba saliendo del departamento con una maleta deportiva, en donde llevaba algunas cosas para la sesión de fotos que tendría ese día. Una vez que cerro la puerta con llave camino al ascensor y tocó el botón para que llegara a su piso. Pero tenía muy mala suerte y las puertas de este se abrieron dejandole a la vista a Mateo con una chica. Sus ojos conectaron al instante pero Sofia aparto la mirada y una vez que Mateo y la chica salieran Sofia entro.

Cuando llego a la planta baja del edificio salió y subió al uber que había solicitado hace apenas unos minutos antes.

En el trayecto, mientras miraba por la ventana Sofia pensaba en que si aquella chica era la novia de Mateo, realmente si eso fuera verdad ella sabía que la haría mierda.

Al llegar al estudio saludo a la fotógrafa, Pamela.

—Hola linda ¿Qué tal te va?— Pamela saludo alegremente.

—Bien, ¿Y a ti qué tal?— Sofia dejo un beso en su mejilla.

—Igual, igual— sonrió.

—Bueno, te dejo unos minutitos para que el director me de instrucciones, ya sabes—

La sesión de fotos iba muy bien, en ese momento Sofia se olvidaba de todo, más que un trabajo lo tomaba como un pasatiempo.

—¿Vas a tu edificio? — Pamela le preguntó a la morena, y ella asintió con la cabeza. —Voy al súper mercado, me queda de paso, vamos— la guió a su carro.

En el camino iban platicando algunas anécdotas divertidas.

—Acuerdate, que si sales con más de un chico, asegurate de que no se conozcan— Pamela grito cuando Sofia salio del auto y me reo. Le había platicado la vez en que en una fiesta los tres chicos con los que salía se encontraban ahí.

Mientras caminaba a la puerta del edificio la chica seguia riendo hasta que sentio una voz detrás de ella la cual conocía perfectamente.

—Muy divertida la persona con la que venías ¿No?—

—Si, no sabes— respondió sin voletar para mirarlo.

—¿Quién era?— Mateo trato de sonar desinteresado.

—¿Te importa?—

—En realidad no, sólo que venías muy feliz y que se yo— entraron al ascensor.

Mientras subían Sofia comenzó a buscar las llaves en su maleta pero no las encontraba, el director le había regalado unos chocolates a todas las modelos y ocupaban mucho espacio. Mateo notó que la chica tenía dificultad y le ofreció ayuda.

—¿Te ayudo?— Sofia asintió y le dio la caja de chocolates.

—Aquí están— sonrió victoriosa y saco las llaves, Mateo le entregó la caja.

—¿Y eso?— le preguntó Mateo señalando la caja.

—Me los dio el director, no me gusta el chocolate pero seguramente María se los coma— se encogió de hombros. El ascensor llegó a su piso y ambos salieron.

—Supongo que después nos vemos— Mateo se rascó la nuca nervioso.

—Nos vemos— Sofia camino a su departamento. Abrió y entró bajo la atenta mirada del morocho.

Recargo su espalada en la puerta y suspiro echando su cabeza hacia atrás.

—¿Pasa algo?— le preguntó Thomas, el novio de María entrando al living.

—Nada importante Thomi— paso a un lado de él para ir a su habitación.

—Bueno— alzó los hombros el chico y se sentó en el sofá para después encender la televisión.

[…]

—No te entiendo pelotudo del orto— Camilo le dijo al rapero.

—Ni yo— Mauro se llevó una galleta a la boca.

—Ya esta, no se metan más en mi vida, son mambos míos— habló de mala gana Mateo.

—Posta sos un estúpido— lo regaño Camilo. —Hace unos meses nos decías que la querías, que te morias de ganas de que terminara con el salame de su novio y ahora; traes a una pibita y te garcha' acá noma'—

—Igual, la piba estaba re buena— habló Mauro ganandose una mirada de odio de parte de Camilo.

—Vos cerra el orto si no queres que le diga a Nadia— Camilo lo amenazó y Mauro hizo como si se cerrara la boca con un cierre imaginario.

—Parece que desde que saliste con Sofia te la pasas de mina en mina— se rió Camilo, quería provocar a su mejor amigo para que soltará la verdad de una vez.

—A vos te debe valer una chota lo que yo haga con mi vida— Mateo habló.

Mauro miraba atento el show que le estaban regalando sus amigos mientras seguía comiendo galletas.

—A mi me parece que como esa noche no te pudiste coger a Sofia ahora te sacas las ganas con cualquiera que se te cruce— habló con sierto cinismo en la voz.

—No sabes nada Camilo, no abras el orto— habló enojado Mateo.

—Pues si no sé nada explicame gil, como te vamos a ayudar si no sabemos la mierda que pasa por tu cabeza—

—Las cosas con Sofia son diferentes, no lo entenderían— miró a sus dos amigos.

—Pues explicanos— habló por fin Mauro.

—ME ESTOY ENAMORANDO— gritó y sus dos amigo lo miraron con pena causando que Mateo se frustrara.

—Teo...— Camilo acarició la espalda de su mejor amigo.

—No les dije para que me tengan pena pelotudos— habló enojado Mateo.

—Decile— dijo Mauro y Mateo lo miro extrañó, no entendía muy bien lo que trataba de decir su amigo. —A Sofia decile que estas enamorando de ella, se nota que ella lo esta de ti— Lit le sonrió.

—Esto es una mierda— Mateo encendió un porro, inhaló y exhaló el humo. —No le diré nada, no me voy a arriesgar una vez más para que me paguen con la misma moneda— sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas.

—Mateo, ella no es igual— Mauro se acercó a él.

—La misma mierda Mauro, es modelo y yo rapero— secó con brusquedad una lágrima que se deslizaba por su mejilla izquierda.

—No todas son iguales, mirame a mi y a Nadu— se puso de ejemplo el platinado.

—Date una oportunidad— Camilo apoyó a Lit.

Sin embargo Mateo negó frenéticamente con la cabeza y se encerró en su cuarto.

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⏰ Última actualización: Jun 23, 2020 ⏰

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4 Meses ; TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora