×;; Cap. 23 ||Querida Mai...

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-Aris....- alguien susurró, esa voz...

Mai!- me desperté de golpe, nadie me llama así...excepto...ella...

Quedé sentada sobre lo que parecía ser un cuarto, me resultaba familiar.

Me levanté del piso...era la mansión de mi padre, pero este cuarto, por alguna razón, dejo de ser usado...por aquella persona....

Había una mesa con un sobre sobre ella, era todo lo que tenía encima a excepción de una vela apagada.

Me acerqué a verla y la tomé entre mis manos...

Para mi querida Mai...

Era todo lo que decía fuera del sobre, estaba cerrada gracias a un sello de color rojo, estaba escrito en cursiva, por lo que no pude saber de quién era la letra.

Posicione mi mano debajo del sello para poder abrirla, pero la puerta se abrió haciendo que girara mi cabeza encontrándome con Cordelia, alias Mi Madre, pero ya no estaba en aquella habitación, sino que ahora estaba en la entrada de la mansión...

Ella sostenía un bebé en brazos. -¿estás segura de hacer esto...?- preguntó a una persona que estaba al otro lado de la puerta que no alcanzaba a ver, me traté de acercar, pero mis piernas no respondieron...

-Completamente...- contestó la persona al otro lado de la puerta, era una voz suave y aguda,-Cuídala bien...hermana...- la otra persona siguió hablando, espera...¿¡HERMANA!?

-Claro que lo haré...- habló Cordelia mirando a la bebé.

-Espera...- buscó algo en no sé que, pues no alcancé a ver.- Ten...- era la misma carta que yo tenía en mis manos, ella solo la tomó.

La otra persona detrás se acercó a la bebé, traía una capucha y una capa que me impedían ver su rostro, acarició el rostro de la bebé y habló- mi pequeña hija...-susurró ella, supongo que se estaba despidiendo -Aris...- susurró..pero...entonces, si me llamó....h-hija, es-o quiere-quiere decir qu-que....yo no soy hija de Cordelia, sino....de...esa mu-mujer...

-¡¡ARIS!!- 

-¡¡AAAAH!!- grité, mierda, Laito me había asustado y gritado, el se echo a reír y se tumbó al piso, al parecer aún estábamos ahí.

Agarre una almohada del sofá y empecé a golpearlo.- ¡estúpido!- reí.

El solo río de nuevo y habló- Reiji no llamó, nos esperan abajo a todos en tres horas- deje de golpearlo.

-Oh...- me senté en el sofá.

-Laito....- lo llamé, el se había acostado en el suelo.

-¿qué pasa Eri-chan...?-

-¿Todos nosotros somos hijos de Cordelia...?- pregunté pero no recibí ninguna respuesta de él.- es decir que si Kanato, tú, Ayato y...yo somos hijos de la misma madre...-

-Claro que si...- ahora si respondió y con un tono obvio.- supongo...¿por qué preguntas?- se escuchaba dudoso, como si estuviera confundido de la pregunta que probablemente tomó como estúpida.

-Hoy...después de emborracharnos con un vino alto en alcohol...soñé con Cordelia...y que yo...era hija de otra persona...- el se levantó quedando sentado y mirándome asombrado.

-¿c-cómo era esa mujer...?-

-En realidad no la alcancé a ver...¿por qué?- el solo se levantó del suelo y se fue a su habitación de la suite rápidamente, ¿dije algo malo?...

;;×- Cuatrillizos - D LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora