×;; Cap. 4 || "¿¡E-enserio les gusto!?"

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Escritora

-¿Tu eres la nueva novia de sacrificio?- preguntó el joven con una voz seria y autoritaria, mirándola de arriba a abajo.

-En rea--

Este no la dejo responder ya que se había dado unos pasos atrás para que ella pasase.

-Pasa . . . -

Ella solo acató la orden y miro al azabache.

-Sígueme . . . - dijo para ir por un pasillo y sentir los pasos de la chica detrás de el.

Ambos llegaron a una pequeña sala de estar y ella solo se dispuso a dejar sus maletas en un costado del sofá rojo y sentarse con las piernas cruzadas.

-Buenas postura, cuerpo desarrollado . . . -

Aris había leído la mente del azabache, ya que ademas de poder hacer eso, tenia telepatía y tele-transportación.

-Nfu~ Una nueva novia para jugar~-

En las escaleras apareció un chico de cabellos castaños con un sombrero y ojos esmeralda, claramente Aris los reconoció al instante.

Al momento en el que se puso a un lado del azabache aparecieron otros cuatro hermanos faltantes del famoso clan Sakamaki.

-Un gusto, yo soy Reiji Sakamaki, el vago tirado de allá es Shuu, el mayor de los seis-

Dijo apuntando con la mano a el rubio, aunque en realidad, no hacia falta describirlos, ella ya los conocía muy bien ya.

-Yo soy el siguiente, luego siguen los trillizos, Kanato, el del oso, Laito el del sombrero y Ayato, el greñudo, y por ultimo, el menor de todos, Subaru.-

-Es cierto Teddy, ella sera una gran muñeca- murmuro el peli-morado a su oso de peluche.

-¡Hey!¡¿Ha quien le dices greñudo?!- exclamó ofendido Ayato.

-A ti, ¿Ha quién más?-

Ayato solo se dispuso a soltar un gruñido y cruzarse de brazos.

Aris se levanto y miro a cada uno de sus hermanos.

-Primero que nada, yo no soy ninguna novia de sacrificio, yo soy Aris Sakamaki, la hermana menor de los trillizos, mi padre no les ha avisado de mi llegada ya que yo se lo pedí . . . -

Todos la miraron sorprendido, ya que ella tenia -y esperaba aun tener- un fuerte lazo con cada uno de ellos.

-Mi padre me decía que mis hermanos . . . de sangre, habían muerto, pero yo no creía tal mentira como esa . . . -

Laito se lanzo a abrazar a Aris y esconder su cabeza en un hueco entre su cuello y hombros.

-Eri-chan . . . - susurro Laito en su oído.

-¡Onee-san!-

Grito el pequeño Raito mientras corría hacia su hermana menor.

-Onii-chan, ¿Que sucede?-

-¡Te he puesto un apodo!-

Raito ya le había dicho a su hermana que quería ponerle un apodo, y  al final, eso hizo, pero ninguno de esos apodos se quedo, ya que al final no le convencieron del todo -o simplemente se le olvidaban-.

;;×- Cuatrillizos - D LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora