No quería desperdiciar ni un segundo en llorar por él, si bien, el me dejó en un momento difícil de mi vida, pero, eso ya es tiempo pasado, y no vale para nada la pena llorar por el pasado, y menos si es doloroso.
-¿Qué haces aquí?- la voz de Ayato me sacó de mi trance.
Me limpie los ojos para que no notara que estaban cristalinos. Volteé a verlo, el se había posicionado al lado de mí y me miró.
-¿Fue él, verdad?- preguntó.
-¿A-a quién te refieres?-
-Ese chico, Daki, Duki...- trataba de adivinar el nombre.
-Daiki, se llama Daiki...- corregí con una sonrisa.- ¿Shuu te contó?-
Ayato asintió.- Duki es una porquería....-
Solté una pequeña risa al aire- ahora mismo, te doy la voz de la razón, él es una porquería...-
El se me quedó viendo mientras una sonrisa esbozaba sus labios, se acercó a mi y tomo mi cintura, yo puse mis manos en su cuello, lo cual hizo que su cara dibujara una sonrisa radiante.
-Le debes una cena a Ore-sama...-susurró en mi oído.
-Con gusto se la concederé, Oreo-sama...-reí porque él empezó a esparcir pequeños besitos en mi cuello, partiendo de mi mandíbula para terminar en mi clavícula.
El empezó a caminar y a pegarse más a mi cuerpo haciéndome retroceder, pero la pared se interpuso en nuestro camino.
-Ayato...- susurré y puse mis manos en su pecho tratando de alejarlo, pero el ajustó más su agarre a mi cintura para no romper tal posición.- sabes que no podemos hacer eso aquí...- le susurré y empecé a acariciar su cabello.
Vi de reojo como sus colmillos y ojos brillaban al ver mi piel...
-¡¡Aris!!- oh no, era Daiki.
Antes de que Ayato pudiera reaccionar Daiki ya se le había echado encima.
-¡¡Daiki déjalo en paz!!- me acerqué rápidamente tratando de detener su puño en el aire dispuesto a golpear a Ayato, cosa que no alcancé a hacer a la primera.
Las personas ya se habían acumulado en la entrada, Laito y Subaru me ayudaron a impedir que Daiki le diera otro golpe más a Ayato; en cuanto le quitaron a Daiki de encima el se recargo en su codo para poder limpiarse la sangre que emanaba de su nariz y boca. Me acerqué rápidamente a él, detrás de mí venía Yui.
-Ayato, perdón por eso, ¿estas bien?- el me miró y asintió, enojada me puse de pie y caminé en dirección a Daiki, el me miró por que lo tomé bruscamente del brazo para llevármelo a un lugar alejado de la gente.
-¿¡Qué rayos fue eso, Daiki!?- le pregunté en un susurró para que la gente que estaba cerca no escuchara.
-É-él te estaba molestando...-lo miré incrédula y me crucé de brazos- o al menos e-eso parecía...-contesto nervioso.
-Daiki, eres un tonto, NO, no me estaba molestando, y si ese hubiera sido el caso, se defenderme sola...- el me miró arrepentido.
-Solo...deja de meterte en mis asuntos Daiki, ya no eres el centro del universo, no eres un príncipe azul que rescata a la princesa de alguna tragedia...- me acerqué a él.
-Aris...- trato de tocar mis brazos pero los alejé antes de sentir algún rastro de tacto de él.
-Solo, déjame en paz un rato, ¿sí?- me alejé de él y me dirigí e dirección a revisar a Ayato.
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;;×- Cuatrillizos - D L
FanficKanato, Raito, Ayato y Aris, fueron los nombres que se le asignaron a los cuatro hijos de Cordelia Sakamaki, una de las esposas de KarlHeinz, pero un día, él, decidió llevarse a su hija mas pequeña de los cuatrillizos, Aris, lejos de ella, lo que de...