Another Chance [Mirio Togata]

Destinado A La Grandeza

¿Un héroe se hace o se nace?

En UA sus maestros siempre repetían qué nadie nacía siendo heroico, que eran sus propias vivencias las qué iban forjando el camino de cada uno, que el comenzar en aquella profesión era el resultado de una serie de decisiones altruistas basadas en distintos tipos de vivencias.

Sir Nighteye por otro lado creía en el destino, que cada persona había llegado a este mundo con una misión, y que los héroes, tan solo eran individuos siguiendo una misión mucho más superior de las que creían.

Mientras qué para Mirio, ambas ideas eran caras de una misma moneda. Por un lado sentía que ser héroe era una decisión propia, pero también pensaba que había nacido para aquello, que su camino era ser un rayo de esperanza en aquella distopia qué era la ciudad. El solo quería hacer a la gente feliz, hacerles saber que todo estaría bien.

Y fue por ello qué cuando perdió sus poderes no se derrumbó. Porque no odia permitirse estar mal, el había prometido sonreir sin importar que, así que todos aquellos sentimientos negativos qué habían venido con despedirse de su sueño de ser héroe y el haber perdido a su maestro, se había encargado de sepultarlos en lo más profundo de su ser.

Sir Nighteye se había equivocado. Su destino no era ser "un héroe mejor que ningún otro"

Y fue por ello qué cuando sus padres habían comenzado a preocuparse por él, comenzó a prepararse para entrar a la universidad y sacar una carrera de civil. Cuando Tamaki comenzó a atormentarse con las largas jornadas laborales qué estaba teniendo en la agencia de Fatgum y como por ellas no podía estar con él en "tiempos difíciles" le dijo que no se preocupara, que iba a estar bien y que se iba a ir a estudiar a la gran ciudad.

Su destino era ser un sujeto productivo en la sociedad, un simple individuo intrascendente qué observa a los héroes en la televisión después de pasar todo el día en la oficina.

Alejarse de todos fue un salvavidas para su propia salud mental, viviendo solo no tenia que preocuparse de fingir qué estaba feliz, así podía dejar de ser un obstáculo en el camino de los demás.

Ya se había hecho la idea de no volver a ser un héroe, y tan solo recordar sus años en UA y su internado con Sir como una memoria alejada de su juventud, y se había prometido no seguir ese patrón, no solo por su salud, sino para no preocupar a los demás, que ahora lo veían como una persona débil, un ciudadano común.

Y no estaban tan equivocados, pues en su primer intento de ser un héroe sin poderes lo habían apuñalado.

¡Un aplauso para Mirio!

Eso claramente era una señal de desistir, continúa siendo un estudiante, enfócate en sacar la carrera y encontrar un trabajo pronto.

Pero no podía dejar de pensar en la chica de ojos aquamarinas qué lo había acompañado en el hospital, y era por ello qué llevaba una larga hora con la tarjeta de presentación qué ella le había dado, leyendo una y otra vez su nombre impreso en letras doradas "Tara Michiko"

Simplemente no podía dejar de pensar en sus palabras.

"Confía en mí, Mirio Togata, dame una oportunidad de cambiar tu destino"

Tras un largo suspiro Mirio decidió marcar el telefono.

— ¿Hola, Michiko-san?

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