Tres días después...
Luego de releer varias veces, Milena, cree haber terminado la historia, como siempre, un final feliz. Sonríe frente a su ordenador y decide imprimir una copia para ella. Mañana como cada sábado, lo debe pasar con su madre, quien la obliga a recorrer mercados de pulgas en busca de tesoros, así es como llama su madre a los artículos que adquiere, Milena se refiere a ellos como basura que otras personas ya no quieren.
—¡Maldita pobreza! ¡Cacharro del demonio! — protesta Milena y da unos golpes con la palma abierta a los costados de la impresora, que luego de un traqueteo empieza a trabajar—. Ya me desharé de ti, irás directa al contenedor de basura. —La máquina se detiene—. Ay, no, no, no, solo bromeaba negrita hermosa, sigue haciendo tu trabajo que vas bien —dice y la acaricia. Lentamente va tragando y expulsando las hojas que, si Milena se descuida van a parar al otro lado de la habitación por la fuerza con que son escupidas. La intrincada impresión a causa de la recarga exagerada de tinta en los gastados cartuchos será corregida con bolígrafo a medida que ella lea el borrador.
Una hora después de más golpes, improperios y reconciliaciones, el borrador está listo. Ordena las hojas y las engrampa para poder manejarlas mejor.
—No es perfecto, pero es lo que hay, Cuchi —dice dirigiéndose a su gato—. Mañana muy temprano viene tu mayor admiradora —añade y se levanta dejando el manuscrito sobre su escritorio—. Es mejor que ordene un poco para evitar escuchar sus quejas.
***
—¿Cuándo te desharás del ente amorfo, Milena? Sinceramente es horrible, asusta —le dice su madre y mira a Cuchi; el gato se levanta camina con movimientos parsimoniosos hasta la mujer y se refriega contra su pierna. Ella le da una pada casi imperceptible al pobre animal que pega un salto y se aleja.
—No le digas eso, mamá, puedes herir sus sentimientos —la regaña Milena. Recoge al animal y lo abraza con fuerza—. Cuando lo rescaté estaba desnutrido y prácticamente pelado, ahora se ha vuelto un animalito guapo y amoroso.
—Creo que tu sentido de la belleza está dañado. Es feo, Milena, parece que ha salido de esa película cementerio de animales y mira que me quedo corta —dice la madre y arruga la nariz con desprecio.
—Bonito, no la escuches, eres el bebé hermoso de mamá —habla Milena y deja besos en la cabeza del animal.
—¡Por Dios, hija! Esa cosa es más fea que la muerte, yo creo que hasta puede trasmitirte algún tipo de virus —añade la mujer mayor y se levanta—. Por lo menos ordenaste un poco esta pocilga, ahora se puede ver el suelo —agrega y pasa los dedos por una repisa para luego mirarlos y limpiarlos con un pañuelo desechable.
—Ajá —responde Milena y coge su manuscrito—. Mira —dice con entusiasmo y se lo pasa—. Ya la he terminado.
—Envíamelo al correo, hija, pero sabes que no me gusta mucho la lectura, me aburro muy rápido, prefiero ver mi telenovela —responde su madre—. Ahora es mejor que nos apuremos, quiero ser la primera en llegar antes que se lleven todo lo mejor.
—No creo que nadie se apure por comprar desechos, mamá —le dice Milena—. Cierro las ventanas para que Cuchi no escape y nos vamos —añade.
—Tú eres la única que quiere a ese gato y, creo que él lo sabe, no irá ninguna parte, pero si escapa, favor que nos hará —comenta su mamá y coge su bolsa.
—Si no te gusta mi gato, no vengas a mi casa. No voy a abandonarlo, jamás. —Milena camina hasta la ventana y la cierra.
—Prefieres a un animal inmundo antes que a tu propia madre. —El gato parece comprender las palabras de la mujer mayor y se retuerce en los brazos de su dueña.
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UN ENCUENTRO INESPERADO (MUY PRONTO PUBLICADA POR SELECTA - PENGIN RANDOM HOUSE)
ChickLit(MUY PRONTO PUBLICADA POR SELECTA - PENGIN RANDOM HOUSE) Milena Casanova es una escritora de historias románticas que irónicamente no cree en el amor. Pero tras obtener un viejo talismán en el mercado de pulgas su vida cambió por completo. "Quisiera...