PREFACIO

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La vida de Milena transcurre entre el café donde trabaja y su apartamento, que es donde se entrega por interminables horas a escribir y dar vida a los personajes de las historias que sube a una plataforma en internet. Pero, ahora siente que debe dar el siguiente paso. Tiene la historia perfecta y su muso, el hombre en quien se inspiró es el hombre ideal, es más, lo usa para hacer sus promociones en las redes sociales.

—Bueno, hermoso bebé, hoy terminaré contigo —dice al tiempo que se sienta frente a su ordenador y lo enciende—. Ahora hablo sola —agrega y sonríe.

«Siempre lo hiciste, todos creen que estás completamente loca», piensa y sacude la cabeza.

—Tengo que poner el punto final, verdad, Cuchi —le habla su regordete gato que descansa en el tapete junto a su escritorio—. Esta es la historia que nos sacará de la oscuridad —murmura y abre el documento.

Su pequeño apartamento es un completo desastre. Su madre, cada vez que la visita hace un poco de limpieza, pero no logra que Milena sea un poco más ordenada —Ser pobre no es sinónimo de suciedad, Milena— son sus palabras cada vez que aparece —Deja de soñar y busca un empleo real, termina la universidad y haz algo de provecho de tu vida, o quieres vivir bajo un puente— es otra cosa que le gusta decir siempre, pero Milena no se rinde, cree que cuando deseas algo con todas tus fuerzas a la larga termina haciéndose realidad.

—Nadie, ni siquiera mi madre van a estropear esto, sé que lo lograré —exclama—. ¡Vamos, Milena! —se dice a si misma—. Conquistarás el mundo, no terminaremos como indigentes en la calle mi Cuchi, Cuchi. —Se agacha y acaricia al horrible y peludo animal que ni se inmuta—. Ay, Cuchi, eres el único macho en mi vida y tampoco me prestas atención —se queja al tiempo que lo sube para hacerlo reposar sobre su regazo.

Empieza a teclear y las palabras solo se materializan en su mente, imágenes del guapo actor haciendo todo eso que a ella le gustaría sentir la invaden. Cierra los ojos e imagina sus manos sobre su piel, su voz susurrándole palabras de amor al oído, su tibio aliento acariciando su hombro y su cuerpo esculpido por los dioses pegado al suyo.

—Mierda, tengo que poner un rostro a la protagonista —musita en un susurro.

Abre el buscador y empieza a navegar en busca de alguna actriz o modelo, pero como siempre termina mirando fotos de él y leyendo sobre su excéntrica vida nocturna. Darren Barnes es un hombre controversial que vive de escándalo en escándalo. La última vez fue descubierto saliendo de un bar de strippers completamente alcoholizado y golpeó en el rostro al periodista que le sacó una foto; obviamente gracias a sus millones, el poder del soborno y otro escándalo en puerta, pronto se olvidaron de lo sucedido.

Algo llama la atención de Milena, ajusta sus gafas y se acerca al monitor del ordenador.

—¡Qué! —grita—. ¡No es posible! —chilla—. No, no, no, no... —Se sostiene la cabeza con ambas manos. Cuchi salta al suelo y vuelve acomodarse en su rincón. Ella se pone de pie y corre a encender la televisión, busca el canal de noticias con las manos temblorosas.

—Todavía no se tienen noticias de la avioneta que trasladaba al famoso actor Darren Barnes a la presentación de su última película en Hollywood —informa la presentadora del noticiero central—. Nuestro cronista estrella de espectáculos y farándula está frente a la residencia del multifacético actor, donde cientos de fans se hicieron presentes y hacen vigilia a la espera de noticias. Como admiradora y fiel seguidora de su carrera espero que sean las mejores —añade la mujer y cambia de tema.

—Lo escuchaste, Cuchi —dice y se desparrama en el sillón. El animal suspira y se enrosca para seguir durmiendo—. No tienes corazón, como puedes ser tan indiferente a mi sufrimiento —recrimina al animal que se ha quedado dormido—. Debería hacer lo mismo, mañana tengo un día largo en el café —añade, se levanta para ir a la cama y se queda dormida mirando noticias sobre el accidente en su móvil.

***

La cafetería está tranquila, solo está la misma mujer que hace un tiempo se ha hecho habitué el local. Siempre en la misma mesa y con el mismo libro. Una joven rubia algo rara se le une hoy. La recién llegada mira con insistencia a Milena y luego le pregunta su nombre. En esta ciudad hay de todo y encontrarse con gente chiflada es normal, pero ella tenía algo que la intranquilizó. Hoy le toca cerrar el local y, cuando está limpiando encuentra un objeto en el suelo. Recuerda que la extraña mujer al buscar algo en su bolsa tiró todas sus cosas al suelo.

—¿Qué es esto? —Lo levanta y lo observa con asco. Un pequeño genio de bronce con su parte intima bastante grande—. He encontrado cosas raras, pero esto es bien feo, no creo que nadie vuelva por ti —murmura y lo tira a la bolsa con los demás desperdicios que luego saca al callejón en la parte trasera de la cafetería.

Se está marchando, pero ve a un vagabundo rebuscándose en el bote de basura. Lo mira y sin entender muy bien el porqué, se acerca al hombre y le regala diez dólares. El pobre se deshace en agradecimientos y luego le muestra un cachivache que encontró en la basura.

—Puede ser de algún cliente, tal vez venga por él —le dice e intenta dárselo.

—No lo creo, quédeselo —le responde Milena rechazando el ridículo objeto que ella misma había tirado. Algo insólito hace que no quiera ni tocarlo y, mucho menos quedarse con él.

—Tal vez pueda sacarle algo de dinero —susurra el hombre y lo guarda en el bolsillo de su camisa—. Gracias, señorita, hoy podré comer algo que no huela mal.

—De nada —responde la joven y se va.


—¡Dios me la bendiga! —le grita mientras ella se aleja.

UN ENCUENTRO INESPERADO (MUY PRONTO PUBLICADA POR SELECTA - PENGIN RANDOM HOUSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora