54. Empezar de 0

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KyungSoo se acomodo la camisa después de colocarse una faja especial que le habían recomendado utilizar para disminuir el bulto que había quedado en su vientre y suspiro revisando con el ceño fruncido como es que sus caderas se habían ensanchado.

Su cabello era un desastre incapaz de amoldarse como el quería y aún le dolía un poco la cirugía.

Una semana tuvo que transcurrir para que lo diesen de alta; tiempo que utilizo para cuidar de EunGi y ver por primera vez a su HyeBin.

Le dolió no poder cargarla, verla conectada a todos esos aparatos le dejaba un nudo en la garganta incapaz de controlar, lo peor es que a pesar de que sus niñas eran gemelas, Hye se parecía un poco más a SeHun, tenía los ojos de su esposo y su nariz, los labios  y el color de piel eran suyos definitivamente pero se parecía tanto a SeHun que verla le dolía incluso más.

La puerta de la habitación fue tocada en el momento que se había  colocado su chaqueta, sacándolo de toda la maraña de pensamientos que cruzaban por su mente  y con un "puedes pasar", JongIn apareció cargando en sus brazos a EunGi.

—Te llevare en mi coche, ¿Estas seguro de querer ir?, puedes quedarte en mi casa el tiempo que quieras.

KyungSoo negó con la cabeza y camino siguiendo a JongIn que miraba en ciertos lapsos a Eun.

—Es mi departamento al final de cuentas, no puedo simplemente dejarlo ahí, yo..

"quiero ver si sus cosas siguen ahí" pensó pero se mordió la lengua para no decirlo, JongIn le sonrió con calma y cuando llegaron al auto, KyungSoo abrió los ojos sorprendido de ver que no era el habitual porche que solía conducir su jefe.

—Jongin...

—¿Es hermosa no? – habló enseñándole la enorme camioneta blanca frente a ellos. — Pensé, que cuando viajemos, las niñas estarán mas cómodas en un gran espacio.

KyungSoo volteo a verlo, JongIn tenía las mejillas y las orejas completamente rojas y no pudo evitar sentirse agradecido.

—¿Por que? – preguntó desconcertando a JongIn, aún así continuó hablando. —¿Por qué eres tan dulce?

JongIn abre la boca para responder pero en su lugar le pide que suba a la camioneta y KyungSoo lo hace despacio.

Sus ojos no se despegan de Kai, de la forma en que coloca a su hija en una pequeña mesedora, ni de como la tapa del frío, lo mira detenidamente y se pregunta si SeHun haría lo mismo por ella, por el...

Se siente patético, seguir pensando en SeHun es algo casi abrumador, ya no quiere hacerlo pero le es casi imposible

JongIn se da cuenta del estado en el que se encuentra y conduce lento y en silencio por un rato.

—Kyungsoo, ¿Puedo decirte algo?– Jongin le habla rompiendo en silencio y pronto tiene su atención.

—Adelante.

KyungSoo observa como inhala y exhala aire y aprieta el volante con fuerza, se pregunta que es lo que quiere decirle.

—Compre esta camioneta por las niñas, porque de verdad me importan, tu me importas, siempre me has importado... – suelta y KyungSoo no puede decir nada, JongIn continua.

—Se que te amo, así como se que aun lo amas, pero... me has dado la oportunidad más grande de mi vida y quiero que de verdad me mires, no sólo como tu jefe, quiero que me veas como Kim JongIn, quiero que un día me ames, y si, se que es pronto pero debo saber si de verdad vas a intentarlo, porque si no quieres esto, yo voy a respetar tu decisión.

KyungSoo esta mudo, no sabe que decir ante tal confesión, aún no cree que pueda mirar a JongIn con otros ojos, los recuerdos de SeHun vuelven a su mente una y otra vez, torturandole, pero también sabe que SeHun esta con otro hombre y probablemente ni siquiera le importe como este el, ni sus hijas.

Así que suspira y coloca una mano en la de JongIn, sonriendo calmo y asiente.

—Quiero intentarlo, pero dejemos que el tiempo lo diga todo ¿si?, necesitó ir lento..

JongIn entrelaza sus dedos con los suyos como señal de que había captado su petición y en el transcurso no dicen nada más.

***

Cuando llegan, KyungSoo es quien carga a EunGi esta vez, que esta totalmente despierta y chupa su dedo pulgar inconsciente de todo a su alrededor.

KyungSoo observa sus grandes ojos y las largas pestañas que los cubren, sus cejas están casi tan pobladas como las suyas y se ríe de lo parecidos que son.

—Ayudame a abrir – le dice a JongIn que toma las llaves del departamento y las coloca abriendo la puerta.

KyungSoo tiene miedo de entrar, tiene miedo de ver con lo que se va a encontrar dentro, se da cuenta que tiembla y decide darle a la niña.

Cuando da el primer paso, observa la sala, todo esta como lo había dejado.

—Voy a esperar aquí – le dice JongIn sentándose en el sillón y el asiente sin prestarle demasiada atención.

Camina por el pasillo, rumbo a las escaleras, directo a su habitación y cuando abre, cierra los ojos con fuerza.

Porque lo sabe.

Sabe que SeHun no va a estar ahí sentado, que no lo va a recibir con su usual abrazo y el beso dulce después de ello.

Sabe que el único hombre que a amado se a marchado y al abrir los ojos, la luz que se filtra por la ventana lo ciega momentáneamente, pero avanza al armario.

Lo abre y la opresión en su pecho lo desgarra cuando ve que la ropa de SeHun a desaparecido.

Todo se ha ido, nada a quedado ahí, ni siquiera una corbata olvidada y traga con dificultad cuando se voltea y ve en la cama un sobre amarillo tendido ahí.

Las manos le sudan cuando camina hasta el, y cuando lo abre revelando su contenido, KyungSoo no puede retener el llanto.

La petición de divorcio que mando en un arrebato, tenia la firma de SeHun en ella y el anillo de su boda estaba dentro del sobre con un trozo de papel marcado con la letra descuidada de SeHun.

Leyó el corto mensaje  y las ultimas palabras "se feliz" del final y se sentó en la cama cuando sintió sus piernas flaquear, tapando su boca en un intento de callar el llanto que no paraba.

SeHun se había desecho de todos sus años juntos en un abrir y cerrar de ojos, por un hombre que apenas conocía.

KyungSoo se sentía desplazado y reemplazable, odiaba la sensación.

Se quedó ahí un rato más hasta que las lágrimas cesaron y salió de la habitación, encontrando a JongIn jugando con EunGi.

—¿Estas bien? – pregunta cuando se da cuenta de su presencia.

—Lo estoy. – miente.

JongIn no le cree, y lo sabe pero agradece que no pregunte. 

KyungSoo se sienta a lado de su jefe y suspira cansino observado todo el lugar.

—Voy a venderlo.

—¿Qué?

—No soportaría estar aquí, no puedo JongIn, todo este lugar me recuerda a SeHun.

El moreno aprieta los labios pero se relaja segundos después.

—¿Estas seguro?

No, piensa, pero cree que es lo mejor.

—Quiero comenzar de cero, y ese comienzo ya no incluye este lugar...

Dice y se limpia las lágrimas que intentan salir nuevamente.

continuara.

habrá SooKai?
lo averiguaremos

Supporting the baby [ChanBaek/Soohun] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora