-¿Cómo te comencé a gustar?
-No lo recuerdo, pero tengo un momento específico en mente ahora. Había un torneo ¿era de fútbol?
-No me gusta jugar al fútbol.
-Es cierto, pero eres bueno. Así que todos te querían en su equipo.
Jackson había dejado su trabajo falso en la empresa de su padre y comenzó un pequeño negocio en el área cercana al nuevo estudio. Hacía publicidad y a veces Jaebeom le ayudaba con los diseños. Se lo veía feliz haciéndolo, y por eso lo apoyaba. Debidoa la cercanía de sus trabajos, caminaban juntos desde la estación hasta losedificios. También porque Jackson disfrutaba quedándose en su apartamento cincode las siete noches de la semana.
Ese día, un nostálgico sentimiento se acercó a Jaebeom cuando vio una pareja de adolescentes en el tren, haciéndole pensar en cómo eran a esa edad.
-Entonces ¿te gusté porque sé jugar al fútbol?
-No, me comenzaste a gustar porque vi cómo la gente se peleaba por ti. Creía que era divertido cómo atrapabas la atención de todos con mínimo esfuerzo, ¿sabes? Las chicas en nuestra clase, los demás en los equipos, yo...
-¿Tú?
-Era el chico nuevo en ese entonces, así que no tenía amigos. Los primeros días que estuve en clases, escuché a un grupo de personas hablando del chico enfermo que no veían desde hace días...
-Esa fue la primera vez que me llevaron al hospital.
-Dijeron que nadie sabía cómo estabas, porque ni siquiera la gente que había ido contigo a la primaria te hablaba en ese entonces. Así que me dio curiosidad.
-¿Por eso fuiste a mi casa?
-¡No! Eso pasó semanas después. Primero tenía que saber más sobre ti, porque volviste unos días después y una energía me llenó el cuerpo.
La manera en la que Jackson se sumergía en sus sentimientos mientras hablaba del pasado, un pasado en el que Jaebeom también estaba, le hacía sentir extraño, tibio por dentro, helado por fuera. Mantenían la velocidad de sus pasos, uno intentaba tomar la mano del otro de vez en cuando pero fallaba siempre porque el fotógrafo movía su brazo para tocarse la nariz.
-¿Cómo?
-No lo sé, recuerdo que fue como si un gran misterio hubiera sido develado. Como si algo con lo que hubiera soñado se volviera realidad.
Trataba de soltar el aire en su cuerpo bastante seguido, evitando la vergüenza, pretendiendo que se pareciera a una pequeña risa. No podía ver a Jackson desde su posición, pero esperaba que no le estuviera prestando demasiada atención.
-¿Entonces qué fue lo que hiciste?
-Nada. Tenía miedo. Como era el chico nuevo, estaba en desventaja, así que te miré desde mi asiento por unos días. Mientras tanto, escuchaba a los demás hablar de ti.
Así como sucedió la segunda vez que se encontraron, Jackson usó a la gente que los rodeaba para saber más de Jaebeom. Hace diez años y unos tres años atrás también, el fotógrafo tenía que escuchar cómo lucía enojado o intimidante. Solía usarlo a su favor en esos días en los que no se sentía bien para las pequeñas conversaciones, pero otros días, sobre todo esos días en los que los bebés llegaban al estudio, aquello le jugaba en contra.
-Sr. Lim, las personas que pidieron la sesión de la mañana van a llegar en diez minutos. El set está listo.
Con un simple gestó de manos, el fotógrafo le agradeció a su único empleado y se concentró en el equipo que usaría. Mientras, seguía pensando en las palabras de Jackson, quien apurado se despidió con un pequeño abrazo en la puerta del edificio en donde estaba su oficina.
-Jinyoung, ¿es un bebé?
-¿Yo?
El rostro del más joven estaba repleto de confusión, los ojos como platos y la postura congelada en camino hacia las luces. Jaebum no pudo evitar soltar una estruendosa risa, sintiendo las cosquillas ascender inevitablemente desde sus piernas hasta sus mejillas. Una explosión que se sentía de antaño, como si hubiera pasado hace muchos meses por última vez.
-¿Sr. Lim?
Jinyoung tuvo que preguntar, puesto que su jefe seguía riéndose, sosteniendo su estómago por el dolor, lágrimas en las esquinas de los ojos. Creía no haberlo visto haciendo eso en el mes y medio que llevaban trabajando juntos.
-¡Buenos días!
En medio de aquella disruptiva situación, la familia que debía ser fotografiada ese día, anunció su arribo. Jinyoung debió renunciar a su puesto de único observador y correr a recibir a los clientes. Jaebum, muy de a poco, logró controlar su respiración y volver hacia su escritorio para prepararse.
Para sorpresa del anticipadamente incómodo fotógrafo, aquella familia no tenía bebés, al menos no del tipo humano. La pareja había decidido hacer un álbum con sus perritos, tres para ser específicos, dos de ellos todavía cachorros. Ambos empleados del estudio se deleitaron con la ternura que emanaban los animales y a veces hasta parecía que se distraían observándolos, mientras los dueños sólo sonreían divertidos.
-Muy bien, las últimas tomas y terminamos.
Se anunció, y casi como quien no quiere la cosa, se despidieron de la maravillosa visita de aquella mañana.
-No me sentaría nada mal tener otra sesión como esta.
Comentó, extasiado por la felicidad que un par de perritos le había provocado.
-Sr. Lim, ¿no tiene mascotas?
-No, el lugar en el que vivo es muy pequeño.
Respondió, algo decepcionado de sí mismo. No tenía idea de lo mucho que deseaba tener una mascota hasta que vio a esa pareja sosteniendo a las suyas en brazos. Su imaginación lo llevó hacia una sala en la que Jackson lo recibía con un gatito en el regazo, mientras un perro de dorada melena corría a saltarle con alegría. Usualmente no se dejaba llevar por esa clase de cursilerías, pero por algún motivo, ese día era diferente. Si pensara en una familia, aquella parecía ser la indicada para él.
-¿Sr. Lim?
-¿Por qué no me llamas por mi nombre?
-Porque...
Tampoco solía detenerse a tener charlas con Jinyoung, porque siempre estaba ocupado. Sin embargo, después de esa pregunta, se quedó parado frente a él, esperando la respuesta que ya tenía en la cabeza, y que terminaba de cerrar el círculo en el que se venían hilando sus pensamientos.
-Te doy miedo.
Sentenció, a lo que la expresión del asistente no dudó en tratar de refutar, pero sin resultados. Había dado en el blanco.
-Lo siento, yo...No es que sea usted, quizá es sólo la manera en la que me mira cuando entra al estudio...me recuerda un poco a mi padre cuando me encontraba hablando por teléfono con mi...
-¿Novia?
-Novio.
Un silencio fúnebre se entrometió entre los dos, mientras las gotas de lluvia comenzaban a golpear el único ventanal de la habitación.
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La primera vez [Jackbeom]
FanfictionTres años después de aquella última vez, Jaebeom y Jackson todavía tienen recuerdos por plasmar en fotografías. Aún así, pasados, presentes y un futuro que corre peligro, todo se sucede al tiempo que el fotógrafo lo siente por primera vez.