Se despertó aproximadamente a las cinco y cuarto de la mañana, su sueño era la razón del por qué. Había soñado que estaba sentada en la punta de un puente en un lago que había más o menos cerca de su casa, estaba abrigada ya que hacía frío y estaba terminando la canción que le había quedado pendiente y de repente, el cielo se iluminó y de allí bajó un ángel, tenía un vestido simple de color blanco y alas gigantes y hermosas, ese ángel era Lisa, que extendía su mano hacía Jennie y le decía "Vámonos, ya no quiero verte sufrir" con una sonrisa bondadosa en sus labios, Jennie sonrió y se sujetó de ella para luego desaparecer entre las nubes.
Se levantó y se vistió, tal y como recordaba en su sueño, llevó la libreta con un lápiz y manejó el auto hacía ese lago, una vez allí se sentó en la punta del puente y se puso a terminar la canción, esperando que Lisa llegara. Lisa nunca iba a aparecer de esa forma pero Jennie estaba realmente mal, creía que ella iba a aparecer y llevarla, aunque eso nunca iría a pasar. Ya eran las siete menos cuarto, Lisa, obviamente, no aparecía. Con un suspiro triste miró hacía el cielo y después el reflejo de este mismo en el lago, sentía una vacío terrible al estar ahí sola, cuando podría estar con su madre o con Lisa, pero ambas eran unas hermosos ángeles ahora y Jennie era un ser humano con Miles de demonios dentro.
Se paró en la punta, dejándo su libreta ahí, a un costado, miró al cielo una vez más y después al lago, cerró los ojos y se dejó caer. El fracaso, el miedo, el dolor, la locura, la culpa, la depresión y un montón de sentimientos más la habían tirado, pero más la muerte.
Pasaron dos o tres días y Rosé y Jisoo fueron a visitar a Jennie, o más bien, la casa de Jennie. La puerta estaba abierta y ella no estaba, llamaron a su celular y estaba en la sala, no lo había llevado, le preguntaron a la madre de Lisa y ella no sabía nada, empezaron a buscar en todos lados y no la encontraban hasta que llamaron a la policía. Después de unas horas de mucha preocupación, los policías llamaron a las chicas para informarles que su querida Jennie Kim se había suicidado en el lago y le mostraron la libreta con varias canciones, la mayoría no estaban terminadas. Lloraron, estuvieron mal por una semana, lloraban todas las noches y visitaban seguido la tumba de Jennie y Lisa, las cuales estaban juntas.
-Hay más cosas que solo canciones sin terminar en su libreta- Dijo Rosé triste, sin ánimos.
-Sí, la leí, están escritos todos sus sentimientos- Respondió Jisoo de igual forma.
-¿Por qué simplemente no podía decirnos lo?¿No era mejor hablar con nosotras a que escribirlo?-
-Para Jennie no, ella no quería decirnos por que sabía que nosotras no podíamos hacer nada para traerla de vuelta-
-Una libreta tampoco-
-Pero en una libreta te concentras en escribir y no en tu dolor, una libreta no puede decirte cosas que no quieres escuchar, una libreta es como alguien que solo te escucha y se lleva todas tus preocupaciones-
-¿Tu también tenías una libreta, Jisoo?-
-Sí, Jennie me enseñó lo bien que se siente escribir y transmitir tu dolor con canciones, al igual que ella yo también quería ser cantante-
-¿Y por qué no cumples su sueño?-
-Por que, Rosé mi vida, el sueño de Jennie era que las cuatro estuviéramos en un grupo y ser cantantes todas, juntas, pero ese sueño nunca se va a cumplir- Jisoo sintió un fuerte dolor en su corazón y un nudo en la garganta, Rosé la abrazó tratando de vaciar su dolor sabiendo que la tiene a ella.
-¿Tu nunca me abandonarías Jisoo?-
-¿Tu lo harías?-
-No-
-Entonces yo tampoco- Rosé sonrió y cerró sus ojos mientras sentía las lindas y cálidas caricias de Jisoo en su cabello, quería vivir eso para siempre y se imaginaba a Lisa y a Jennie haciendo lo mismo.
-Las extraño muchísimo- Dijo Rosé al borde del llanto.
-Yo también Rosie, pero tenemos que ser fuertes, ya no las mencionemos tanto, dejémoslas descansar en paz, ¿si?-
-Sí...-
-Ellas están bien-
"Sí, estamos bien"
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