Una coreana de lindos ojos rasgados, pelo lacio y castaño oscuro con una piel perfecta, esas y más palabras podrían describir a Jennie Kim.
Cómo se imaginarán, la vida de Jennie no fue nada fácil, cuando su madre se enteró que estaba embarazada de ella le contó con una gran felicidad a su padre pero él no se lo tomó muy bien, ellos eran jóvenes y no ganaba mucho dinero, aún recordaba cuando su padre empezó a gastarlo en alcohol y le decía "Fuiste un error, arruinaste mi vida", demaciado fuerte para una niña de apenas cinco años, pero Jennie lo soportó. Por obligación de su padre empezó a trabajar a una temprana edad, tenía 16 años cuando iba al colegio y al salir iba directamente al trabajo, trabajaba de cocinera en un restaurante, siempre se le dió bien la cocina pero ella no quería trabajar aún. Su madre era la única razón de que ella se esforzara y tuviera fuerzas, ella no era como su padre, su madre era cariñosa, tranquila, madura, tenía valores y paciencia pero también tenía a un mounstro de marido.
En el colegio era una chica normal como cualquier otra, aunque su belleza siempre enamoraba a un chico distinto cada semana que ella siempre rechazaba ¿la razón? era lesbiana. Tenía dos amigas en el colegio que eran como sus hermanas, Park Roseanne y Kim Jisoo, Roseanne o como suelen llamarla, Rosé, es Australiana y se fué a vivir a corea por cuestiones de trabajo, mientras a Jisoo la conoció en Jardín de infantes, era su amiga de toda la vida.
Con el tiempo Jennie conoció a una chica que nunca había visto en el colegio, le resultó raro pero inmediatamente se enamoró de ella, se animó a hablarla y con el tiempo se volvieron pareja.
-Jen-
-¿Si Yeji?-
-¿Cuándo me invitarás a conocer a tus padres?-
-Aún no les conté sobre mi orientación sexual pero prometo hablarles sobre eso pronto así puedes conocernos-
-Está bien, esperaré hasta que te sientas preparada, no te veas forzada a hacerlo-
-Gracias por apoyarme siempre- la rodeó con sus brazos en un suave abrazo.
Ya habían pasado varios días y Yeji no paraba de preguntar "¿Ya hablaste con tus padres?" aunque Jennie la amaba con todo su corazón no aguantaba que esta fuera así, así que aún no estando preparada decidió que a la mañana siguiente les contaría a sus padres, su mamá la apoyaría y supuso que a su padre no le importaría ya que desde su nacimiento nunca se preocupó por ella.
Agarró su abrigo, se lo puso y salió del trabajo dispuesta a llegar a casa. Hoy le tocaba hasta noche y su mamá siempre la esperaba despierta hasta que ella llegara, amaba mucho a su madre. Al llegar vió a su mamá sentada en una silla con una sonrisa por saber que había llegado sana y salva a casa.-¿Cómo te fué hija?¿Quieres algo de comer?- Se acercó a Jennie y le sacó el abrigo.
-Me fué bien, gracias pero no quiero molestarte, comí un poco del restaurante-
-Deja de comer las comidas cuando las haces y más en tu trabajo, pueden despedirte- Jennie sonrió
-No te preocupes, solo no quiero molestarte, debes descansar- Su mamá la agarró de ambos hombros con sus manos.
-Escucha Jennie, nunca, pero nunca vas a ser una molestia para mí, eres la princesa de mamá, eres mi bebé, nunca me vas a molestar-
Con sus ojos llenos de lágrimas, Jennie abrazo a su mamá ¿cómo es que una mujer tan dulce está sufriendo tanto?Sus lindos ojos se abrieron, se levantó con mucha vagancia y fué al baño a arreglarse, fué a la cocina y encontró a su papá sacándole plata de su bolso, al parecer lo olvidó anoche en la cocina.
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。Dos ángeles y un mar。•Jenlisa•
FanfictionEl pasado atormenta a Jennie pero el futuro también lo hará.