Capítulo V - Actuación

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Los dos chicos a prueba habían pasado los días en aquella casa tomando tanto tiempo de clases como podían. Entre el tiempo que pasaban en casa, planeando su estrategia, perdiendo el tiempo con los pensamientos sobre sus objetivos y con los objetivos, no tenían demasiado tiempo o días libres para concentrarse en aprovechar las clases que se les proporcionaban.

Entre ese tiempo Saint se mantenía enviándose mensajes con Fighter. Con cada mensaje aprendía algo nuevo de él, bueno, quizá no era tan así, pero al menos había podido comprender mejor las ideas románticas del contrario, además de obtener más certeza sobre el interés que el otro tenía sobre él. Saint se sentía confundido acerca de eso, por un lado le gustaba saberlo, saber que le gustaba, pero por otro se sentía pésimo porque no sabía si se estaba mostrando como él o como "Tutor", entonces tampoco podía saber quien exactamente le gustaba a Fighter, todo eso sin mencionar que no podía decir si estaba bien involucrarse emocionalmente.

"Esta noche, ¿qué te parece si te invito a cenar en mi departamento?" decía el último mensaje que había recibido de su objetivo.

Saint se mordió el labio mientras pensaba en que responder.

"Una invitación directa a tu departamento, ¿por qué suena sospechoso?" contestó Saint al final, podía evitar contestar directamente en lo que trataba de ordenar sus pensamientos.

"¿Qué cosas tienes en mente Tutor? Creo que no soy yo el que tiene dobles intenciones". Saint hizo un gesto de molestia al leer ese mensaje, se sintió atrapado.

"Alguien me mira de manera muy extraña en el gimnasio, no creo que sea mi culpa pensar mal" contraatacó feliz con su respuesta, pensó que le hubiera encantado ver la reacción de Fighter.

"Voy a cederte esta, pero debo decir que no parece disgustarte".

El mayor tenía razón. Saint tomó el celular entre sus manos con una sonrisa que oscilaba entre la vergüenza y la picardía, de nuevo estaba atrapado.

"Está bien, me arriesgare e iré a cenar contigo". Por el momento no le hacía bien rechazar las invitaciones de su objetivo.

Entrada la noche Saint ya estaban en la casa de Fighter, el castaño no podía negar que estaba algo nervioso, no, no era que estuviera pensando en lo que había dicho en los mensajes, pero... Bueno si estaba pensando en eso.

La parte positiva de tener su mente con aquellas ideas era que no pensaba en la prueba y en como el camino que estaba tomando no era realmente adecuado. 

La parte negativa es que estaba generando expectativas, expectativas que no podía manejar porque no entraban dentro de sus planes, no debían.

—Puedes sentarte y esperar, tengo todo casi listo, solo necesito un par de minutos –dijo Fighter mientras Saint asentía y tomaba asiento en la sala.

Observo el lugar con atención, era un buen departamento, la decoración era muy sencilla, pero al menos le daba ese aire acogedor. Cuando dejó de prestar atención alrededor pudo notar el olor que provenía de la cocina, olía muy bien y de cierta forma le sorprendió pues aquello era algo nuevo que descubría de Fighter.

—Maldición. –Escuchó que se quejaban desde la cocina. Saint rió, quizá se había precipitado a los hechos. Aunque aquello también era algo a tomar en cuenta.

—¿Estas bien? –preguntó Saint desde su lugar en la sala.

—Sí, solo que estaba más caliente de lo que creí –comentó Fighter riendo con nerviosismo.

—Ten cuidado, y por cierto, huele muy bien –comentó sin dirigir la mirada al mayor, aun así podía decir que una sonrisa se había dibujado en el rostro ajeno.

Después de unos minutos más la cena estaba servida.

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Después de la cena ambos chicos regresaron a la sala, acomodándose en el sofá y buscando algo que ver. Aunque la televisión quedó de lado frente a su conversación.

—Me alegra que nos conociéramos, no todos los días encuentras a alguien con quien puedas congeniar tan fácil –comentó Fighter y Saint lo observó con atención, pensando en si había algo extraño en esas palabras.

—Es bueno que el piso del gimnasio estuviera resbaloso ¿no crees? –contestó con una risa al final.

Fighter asintió riendo de igual manera. Observó a su acompañante y buscó algo en su rostro. Saint se puso nervioso no sabiendo si era observado con dudas o simplemente algo más.

—Pero al final, creo que el mérito te lo llevas por retenerme con tus palabras ¿no es así? –agregó Saint para desviar la atención. 

Si Fighter buscaba algo para descubrir sus intenciones entonces debía levantar la guardia.

El mayor asintió. Saint fijo su vista de manera discreta, debía poner especial atención en ese momento pues podía presentir que algo estaba pasando en la cabeza de Fighter.

—Pero quien me invitó a cenar fuiste tú, así que tienes parte del mérito, ¿de verdad querías verme de nuevo? ¿Tanto te gusté? –la pregunta salía casual y con un tono de burla, pero Saint sabía que no iba con esa intención.

Ese, ese era el momento en que se probaba a sí mismo, era el momento en que ambos debían estar actuando. Saint reprimió una sonrisa, la verdad era que se sentía emocionado por esa situación.

—Oh, no, no puedes decir eso, yo solo quería agradecerte –comenzó a decir restando importancia al tema del interés de su parte. Entonces elevó una ceja y colocó un tono más divertido en su voz. -El que habló de gustar y quien decidió que cenáramos todos los días fuiste tú. –enfatizo señalando a Fighter mientras mantenía una sonrisa. –Yo la verdad no tenía una pizca de interés en ti –dijo con un gesto de desinterés exagerado, marcando que era una broma, se sintió complacido, parecía como si hubiera ganado la batalla con la última palabra, aunque si era sincero: aquello era mentira.

—Que lastima –sonó casi decepcionado, aunque Saint vio brillar algo en su mirada. –sin embargo, dijiste en pasado ¿ahora tienes interés?

Sus ojos fijos en los de Saint, haciendo que el contrario tragara saliva con algo de nervios. Ganaba en cuanto a disipar las dudas, pero cuando se trataba de otro tema...

—¿Tú apostarías a que así es? –su voz casi temblaba, pero mantenía la mirada y entraba en el juego.

Fighter elevó una ceja y los hombros, al mismo tiempo que elevaba la comisura de sus labios.

—Me gustaría hacerlo, porque, tú puedes apostar por mí y ganarías.

Saint se burló soltando aire por la nariz.

—Eres muy bueno en esto ¿no es así?

—Si quieres que lo sea, pero solo para ti –continuo Fighter con la actitud de ligoteo, aunque en realidad no era para nada algo que él hiciera mucho, pero le estaba gustando la actitud de "Tutor" hacia él en esa forma.

—Bien, podrías apostar, pero aún falta para ver si ganarás o no –contestó Saint mientras se inclinaba ligeramente hacia Fighter y con su dedo lo empujaba un poco hacia atrás. La sonrisa ajena se amplió. –Así que mientras la hora de la revelación llega me voy yendo, es tarde.

Tomó sus cosas y se levantó del sofá.

—Esta bien, puedo llevarte a casa –se ofreció.

Saint negó con suavidad.

—Por ahora no, puedo ir solo. –Cuando terminó de decirlo pudo comprender que aquello era algo sospechoso y lo confirmo con la manera en que Fighter lo miraba.

Saint se apresuró a buscar una excusa creíble.

—Mi casa es mi lugar privado, no dejare que sepas donde vivo hasta que realmente decida si me gustas.

Esta vez el mayor soltó una risa, no estaba convencido, pero al menos funcionaba.

—Entonces, envía un mensaje cuando hayas llegado.

Saint asintió y antes de irse dio unas palmaditas en las mejillas del contrario que continuaba sonriendo.

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