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La mesa estaba llena de latas de cervezas tan frías que estaban sudadas al contacto con el aire, eso las llenas porque al rededor tenían varias de estas vacías, la sala de estar estaba a media luz, la música new age en un volumen tan bajo que apenas si se escuchaba dejando una atmosfera muy intima entre el par de chicos que tomaban ávidamente las latas de cerveza entre risas y miradas complices.

— Kampaii!!! me encanta una buena cerveza helada después de tener una reunión de negocios, Decía el Alpha al Beta, mientras ambos daban un gran sorbo al liquido ambarino.

— Así es oso, esto si que te relaja, le decía mientras se acercaba al alpha que a decir verdad estaba justo a su lado en el único sofa que había en la sala de Kirishima.

— Entonces, siguiendo con la conversación de esta tarde..... Susurro. 

— Dices que, me enseñarías a besar, puesto que un chico de primaria lo haría mejor que yo, si mal no recuerdo. Entonces, supongo que mis besos son insípidos.  Yokosawa dejo su trago a medio tomar cuando este se le acerco al oído.  — Dime, oso me enseñarás a besar como un pro.....

Yokosawa estaba perplejo, ante la cercanía y palabras del beta, sentía su cabeza flotar, sería por la cerveza o por  el aroma del perfume proveniente del castaño, este lo retaba, le retaba con sus mismas palabras, le enseñaría, a callar esa provocativa boca. entonces se volteo justo antes que se separara el beta de su oído y tomo la boca del castaño, primero toco sus labios, que eran muy suaves y carnosos a pesar de lo delgados que se veían, el castaño abrió los ojos grandes ante la sorpresa, eso complació el ego del alpha, era agradable sacar a ese arrogante de su zona de confort, entonces decidió ir por más, tomo entre sus manos la cabeza y cuello del castaño y profundizo el beso, palpando con su lengua el interior del beta, primero los dientes, luego  la lengua deleitándose con la dulce saliva del castaño, el cual le correspondió el beso succionando sus labios y su lengua choco con la de Yokosawa en una danza para ver cual tomaba a la otra. Yokosawa se acomodo en el sofa, recostando al castaño y el quedando sobre este, el beso seguía el calor estaba subiendo de tono, El peliazul seguía aferrado al rostro y cabello del castaño mientras que Kirishima se aferraba a la cintura del alpha, siguieron besándose hasta que por la falta de aire se separaron dejando un hilo fino de saliva  en sus labios húmedos e hinchados cuando separaron sus bocas, su respiración era agitada, el rostro de Yokosawa tenia un hermoso color rojo, estaba avergonzado pero sentía la necesidad de seguir tocando ese cuerpo, ese rostro erótico que le presentaba el castaño, este no se quedaba atrás, su respiración y las cosquillas que llegaban a su parte baja no le dejaban dudas deseaba a ese hombre lo volvía loco de deseo y le llenaba de placer y eso que solo habían compartido un simple beso, así que se arriesgo y pronuncio lo más seductoramente que podia:

— Aun no se, si usted besa bien o mal, querido sensei. Acercando mas al alpha con la mano izquierda y con su mano derecha recorrió su espalda, me encantaría que me de otra muestra pero en mi habitación si no le molesta.......

Yokosawa sentía una corriente eléctrica cuando el castaño se acerco a el para hacerle esa invitación, estaba borracho quería engañarse, sin embargo no podia negarse que ya estaba comenzado a ponerse duro así que,  sin más respondió — Para mi sera un placer enseñarte, porque aún te falta mucho para que te considere un buen besador, vamos a esa cama tuya.  

A paso rápido llegaron al cuarto del castaño y una inmensa cama estaba frente a ellos, los besos comenzaron de nuevo, besos llenos de deseo por parte del castaño, Yokosawa no se dejaba perder, el castaño besaba realmente bien, tan bien que deseaba mas mucho más, Kirishima noto el entusiasmo del moreno y eso lo impulso a seguir.

― valla, alguien se esta poniendo serio, pero mi querido alpha san, puede que ahora si valla enserio y créeme que te encantará. le decía con una voz bajita, cerca del oído, restregándose en su entrepierna para que el alpha sintiera su verga dura por el.

Mi dulce BetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora