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En Kioto,  ya era de noche y la velada, era mágica todo era como un cuento de hadas, los colores azules predominaban en el gran jardin del templo, los visitantes estaban entusiasmados por descubrir en cada detalle y adorno del recinto algún afiche referente a alguna obra best seller de la compañía Marukawa, Los anfitriones Takano y Onodera estaban haciendo relaciones sociales, ambos vestían a juego en color negro, trajes a medida y ambos con una corbata azul, estaban realmente felices por el éxito que estaban teniendo, además no ocultaban que estaban juntos, Onodera le sostenía la mano al imponente omega demostrando que era su pareja una que ninguno de los dos deseaba en un principio pero era tal la atracción que sentían el uno por el otro que terminaron cediendo al destino y ahora juntos demostraban que juntos eran perfectos y sobre todo eran felices de estar juntos.

― Ritsu, has visto a Takafumi? le pregunto discretamente el azabache al joven alpha.

― Casualmente te iba a preguntar lo mismo pero con Zen, aún no los he visto, no creo que se pierdan su gran noche. 

Onodera volteaba para ver si llegaba a ver al presidente y a su jefe, pero nada, era la enésima ocasión que revisaba su teléfono y ninguna llamada perdida en el, lo mismo pasaba con Takano, no tenia noticias de Takafumi, pero desde la vez que le dijo lo de su emparejamiento, no le llamo más, por miedo, por vergüenza, porque le causaba tristeza recordar esas promesas que alguna vez se habían hecho.

― Se puede saber a quien buscan chicos?

― Zen!, que alegría que estés aquí, y Yokosawa san esta contigo? no lo veo. El ojimiel solo sonrió.  ― Hola Kirishima san. saludo el omega haciendo una reverencia mostrando su respeto a quien ayudo a su amado en el pasado.

― Por que tanta formalidad? llámame Zen, esta bien. sonrió bellamente para la joven pareja.

― Pensé que ya había llegado, posiblemente no ha de tardar, nos venimos por separado. La voz de Yokosawa sonó detrás del trio, quienes voltearon al verlo ahí.

― Así es, llegamos por separado porque tenía asuntos que resolver, pero ya estoy acá decía con una sonrisa un tanto forzada al parecer había escuchado lo atento que estaba con la pareja y en especial cuando le dijo a Takano que le llamará por su nombre eso realmente le hizo sentir cierta molestia, Le pidió que lo llamara Zen, ni siquiera a el se lo pidió. 

 Takafumi estaba radiante enfundado en un traje azul que realzaba el color de sus ojos, hacia un rato, que había llegado, y observaba con particular interés al castaño que lucia increíble en ese esmoking color negro, se veía bastante bien, sino que, hasta guapo, ahí hablando con Onodera y su exprometido, Yokosawa al llegar fue acaparado por diferentes inversionistas que lo colmaban de felicitaciones y le expresaban sus deseos de trabajar en lo futuro con su compañía.

― Por cierto, felicidades, sabia que les quedaría increíble. Les dijo el alpha serio, pero satisfecho.

― Gracias! Dijeron al unísono los dos, provocando la risa del mayor.

― Cosa que sonrojo al pobre Alpha esa sonrisa derretiría mil soles. para ocultar su embelesamiento, dijo.  ― Veo que su relación va muy bien, provocando el sonrojo de la joven pareja, y ambos asintieron al mismo tiempo.

 Esas palabras las decía desde su corazón, en verdad les deseaba toda la suerte del mundo, el poder del destino es fuerte. Para Yokosawa sorpresivamente, le causaba emoción ver a su antes  prometido  tan feliz, esa sonrisa ahora era para el joven Onodera y a pesar de todo les deseaba felicidad, posiblemente le debía demasiado a Kirishima, sin el posiblemente seguiría teniendo su fila de amantes, para compensar la perdida del Su Omega, de pronto recordó el cuerpo desnudo del Beta, poseyéndolo..... Kirishima al notar que su Oso estaba sin habla, pensó que le era incomodo por lo que decidió hablar de una vez con Ritsu.

Mi dulce BetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora