A las ocho de la mañana en punto una campana resonó por todo el buque de guerra Redoubtable, significando el inicio del turno de la mañana.
La mañana en que los destinos de dos países y otro se decidían.
Malicorne, que estaba de pie encima de la torre de vigilancia, dio un largo y profundo bostezo, antes de mirar a su izquierda y su derecha. Si un cadete como él bostezaba y un oficial de cubierta le veía, un castigo cruel, sin duda, le esperaría… El cuerpo de Malicorne hizo bien al recordarle en los dos días que ha estado allí.
Malicorne era el centinela de guardia.
El sonido de la campana por la mañana… debían ser las ocho en punto de la mañana de su turno… ¡finalmente su turno había terminado! Todo lo que tenía que hacer era cambiar el turno con el siguiente grupo de cadetes, entonces él finalmente podría volver al camarote para ocho horas de sueño, la torre de la campana en la mañana estaba fría como el infierno… Malicorne sólo tenía que esperar un rato hasta que el próximo cadete subiese a la torre. Y la persona que subió a la torre era su compañero de una clase superior en la Academia de Magia, Styx.
Malicorne recordó cómo él había dicho que iba matar a Bowood, pero por el momento, nada era más importante para él que el regreso a su cálida y acogedora habitación y disfrutar de una agradable y caliente taza de té de orquídeas.
Al verse uno al otro, sonrieron y se saludaron el uno al otro.
-Bueno, parece que voy a congelarme en este helado páramo, gordito.
-Pero te envidio Styx, quiero decir, al menos el sol ya salió y está brillando.
-¿Aún lo recuerdas, Malicorne?
-¿Recordar qué?
-Cómo dije que me ocuparía del tipo de Albión algún día.
-Por supuesto que me acuerdo.
-Creo que lo mejor es proceder en el calor de la batalla.
-Creo que sí también.
-¿Quién sabe cuánto tiempo pasará, antes de que comience finalmente la batalla?
Con el fin de demostrar su valor a los jóvenes cadetes, lo dijo como si casi no pudiese esperar más. Malicorne miraba a las nubes distraídamente… y señaló hacia el cielo con una exclamación repentina.
-¿Qué pasa, Malicorne?
-… No parece que vayas a tener que esperar demasiado tiempo.
-¿Eh?
Styx se volteó y miró hacia donde Malicorne señalaba, su rostro palideció inmediatamente.
-¡Buque enemigo avistado!
Había pasado cinco minutos después de las ocho de la mañana. El comandante de división abordó el Varsenda, en el que Saito y los demás se encontraban a bordo, acababa de recibir informes del avistamiento de una nave enemiga.
-Esto es más pronto de lo que habíamos planeado.- murmuró el General De Poitiers.
Había previsto inicialmente hacer contacto con la flota de Albión alrededor de las diez de la mañana.
-Son un grupo de impacientes bastardos.- comentó uno de los oficiales del Estado Mayor.
-¿Qué hay sobre el “Vacío”?
-El hechizo se decidió anoche. El plan procederá como se tenía acordado.
-¿Qué clase de hechizo es?- preguntó el General De Poitiers en voz baja mientras miraba los planes de batalla. Un oficial se inclinó hacia el General, y le susurró en la oreja los detalles del hechizo del que Louise había informado.