Despertador Valiente.

486 43 4
                                    

"Ni tus peores enemigos, pueden hacerte tanto daño como tus propios pensamientos"-Buddha.

Llegaba tarde para variar.

Mi despertador no había sonado porque se me había olvidado ponerle pilas y mientras tenía un sueño con un modelo caliente -lo suficientemente bueno para no ser real- mi despertador agonizaba.

Lamentablemente no había podido resistir.

Así que allí estaba yo conduciendo -como si Slash y mi madre en las rebajas me hubieran poseído- hacía el instituto que me parecía cada vez más lejos.

¿No te ha pasado que cuando sabes que algo va a salir mal, saldrá mal? Pues a mí si.

Y hoy era uno de esos días.

Por que claro yo estaba allí haciendo el Fast & Furious para llegar al instituto para chocarme con la farola del aparcamiento escolar.

Genial.

El día de mi examen más importante.

Dejé el coche empotrado contra la farola y corrí hacía el instituto.

La puerta estaba cerrada por lo que tuve que correr hasta la verja agujereada -en la parte donde Tommy el camello hacía sus "negocios"- para arrastrarme hasta conseguir entrar a la clase y que todos me miraran como si estuviera loca.

Ni siquiera quería ver un espejo.

- Llega tarde Señorita Stewart, que no se vuelva a repetir.- El profesor Williams me fulminó como un rayo con su mirada.

Me senté en el único lugar libre que había, que para mi mala suerte estaba cerca de él.

Rhys Sly.

No es que fuera tan mala suerte.

Era muy atractivo de una manera peligrosa pero era ese tipo de chicos de los que nunca le presentarías a unos padres.

Tenía un montón de tatuajes, vestía de negro y su moto ocupaba la plaza de aparcamiento de minusválidos a pesar que la señora Miller iba en silla de ruedas.

Todo un chico malo.

Me senté delante de él en la única mesa que quedaba y el profesor habló:
- Bueno como decía antes de ser bruscamente interrumpido .-rodé los ojos.- Este año no haremos un examen pero si un trabajo.

No sabía si las lágrimas eran de alegría o enfado.

Estaría mejor en casa.

Sinceramente prefería el examen porque ahora soltaría el discurso como en Independence Day.

Y yo odiaba esa película.

Miré por la ventana y vi como mi coche rodaba hacia atrás.

¡EL FRENO DE MANO!

Vi como retrocedía hasta la plaza de minusválidos mientras se oía un fuerte choque que alerto a todos incluso al mismísimo Rhys Sly - El inalterable- que empezó a maldecir a la persona de aquel vulgar Saturn de la época del neolítico que resultaba ser mío.

Pero peor que tener un coche tan viejo, era tenerlo y que todos supieran que era tuyo.

Guau, eso seguramente dejaba marca. Y no me refería en la moto, si no a como iba a quedar mi cara en un futuro muy muy próximo.

Sentí una mirada en la nuca durante el resto de la clase. 

- Bueno chicos vayamos con los asuntos que nos ocupan - señaló a Mindy Furler- usted trabajará codo con codo con Sio Him Wong.
El profesor empezó a juntar a todo el mundo hasta que no quedaban más personas que Rhys, Jason Valkan y yo.
Y como desgraciadamente no podían dejar de pasarme cosas como esta... Jason Valkan no había ido a clase.

Maldito Noruego.

 No les votaría más en Eurovision. Ni siquiera compraría en Ikea.

- Y la pareja más prometedora es para...redoble de tambor por favor.- Catherine Knox golpeó las manos en la mesa.- la señorita Joy Stewart y el señor Rhys Sly. No hay cambios y lo digo por usted señorita Stewart. Vuestro trabajo será sobre Vincent Van Gogh. Sed Creativos.

Definitivamente estaba en el corredor de la muerte.

Entonces sentí como alguien cogía un mechón de mi pelo y tiraba suavemente.

El timbre sonó y salí corriendo hacia mi coche antes de que Rhys viniera a por mí.

Aparqué el Saturn en el aparcamiento del supermercado de enfrente -aunque el daño ya estaba echo- y caminé hacia el estacionamiento.

Rhys estaba delante de su moto negra rodeado de gente curiosa de ver la causa de mi muerte.

La parte trasera de la motocicleta estaba bastante abollada y la matrícula estaba doblada en un ángulo extraño. 

Corrí a la cafetería cuando Rhys posó sus ojos furiosos en mi.

Maldita sea, por una vez no me alegraba de poder abollar el coche sin preocupación mientras aparcaba en paralelo.

Cogí la bandeja con unas patatas fritas y una manzana mientras me sentaba en la mesa de al lado del grupo de arte.

Cyntia Morris y Hannah De'Haan me esperaban en la mesa.

- Habéis oído lo de Rhys ¿no?¿Quién será el estúpido?.- dijo Hannah en modo cotilla ON.
- Estaba en clase de Literatura con Miss Waltz y se oyó un sonido horrible pero no podía verlo así que Mindy me lo ha contado.- Cyntia presumía.
- Algún suicida le ha chocado la motocicleta a Rhys.

Iba a decir algo más pero todo se sumergió en un silencio sepulcral.

Rhys hacía acto de presencia en la cafetería.

Y tenía los ojos fijos en mi.

Estaba muerta.

Romeo Debe Morir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora