Los VanGuard

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Holly: Dicen que la magia comenzó a florecer nuevamente ahora, en 989, pero solo sé que tanto yo como mi hermana hemos sufrido mucho a causa de eso. Siempre hemos huido de la gente a causa de los poderes de Suzie, pero porque la gente es imbécil. Solo ven problemas o como poder aprovecharse de ello cuando simplemente ella era una niña inocente.

Holly es una chica de cabello medio-corto pelirrojo, ojos color café, piel blanca, con una estatura de 1.62 metros, con proporciones bastantes finas por su delgadez. Su hermana, Suzie, es idéntica a ella, solo que lleva gafas por su problemas de visión. Ambas hermanas visten con unas gabardinas de tela fina marrón, unas camisas blancas pero sucias, unos pantalones de trapos viejos cosidos malamente y unas botas viejas negras.

13 años atrás, en Du'Lucard, capital de Lucrecio... Dos niñas de 10 años van a ser adoptadas por una familia burguesa apellidada VanGuard. Ambas niñas ya tenían antecedentes de ser devueltas de otras casas de acogida, pero esta familia no les importaba en absoluto, ya que no era la primera vez que ellos adoptaban a alguien. La pareja estaba compuesta por un hombre de unos 42 años, orondo, con calvicie, ojos azules y piel blanca; y una mujer con apariencia delicada, de unos 40 años, pelo largo rubio, ojos verdes y piel blanca. 

Subieron a las dos niñas al carruaje y las llevaron por toda Du'Lucard. En el camino, las niñas miraban con mucha atención los edificios hechos de ladrillos, las arquitecturas modernas para la época, sus gentes con unas vestimentas más tirando hacia la Edad Moderna que al medievo, muros que separan las diferentes partes de la capital para no crear conflictos entre sus habitantes y los puestos de guardia para vigilar el paso de la gente a través de los muros.

Durante la larga travesía desde el orfanato hacia la casa de los VanGuard un silencio invadía las paredes de ese carruaje, pero el hombre rompe el silencio con una sonrisa amistosa.

Sr. VanGuard: Bien niñas, me han dicho en el orfanato que sois unas chicas que han tenido problemas con otras familias.

Ambas niñas seguían mirando el exterior sin mediar palabra alguna. Sus miradas perdidas y frías dan a entender que ellas solo quieren estar tranquilas. 

El carruaje paró frente a un gran edificio de cuatro plantas, ladrillos grisáceos con algunas enredaderas por las paredes por, lo que parece, el pequeño boticario  que se ubica en lo alto del edificio. Las niñas fueron llevadas al interior del edificio, donde se ve unas escaleras que visitan cada puerta. La vivienda de la familia VanGuard se encuentra en la tercera planta, donde, al entrar a la vivienda, un salón de tamaño medio es el centro de atención de la casa, con una gran mesa rectangular de madera de roble resaltaba sobre el resto de muebles por sus decorados en las patas de forma singular, unas líneas imitando una espiral llegando hasta la alfombra que sigue la continuidad sin romper la estética. Entre las dos ventanas hay un gran armario de madera de abeto que se nota que sus acabados fueron a conciencia para el cliente. Cerca de la puerta se puede apreciar tres sofás rojos, en donde se encuentran dos niños de unos 12 años, ambos de piel blanca, peinados idénticos, rapado por los lados y detrás y la parte superior larga, aunque uno es moreno y el otro rubio.

Sra. VanGuard: Bueno chicas, ellos dos que están sentados son vuestros nuevos hermanos, Dan y Christ, ambos son como vosotras, dos chicos que no tuvieron mucha suerte hasta que llegaron aquí.

Dan es el chico moreno, ojos azules, con un parche en el ojo derecho, y Christ es el rubio de ojos verdes pecoso. Ambos niños, un poco más altos que las gemelas se acercan y las llevan corriendo hacia su habitación. En el cuarto hay cuatro camas en forma de litera, un baúl de madera con juguetes dentro y una alfombra donde juegan los niños. El armario es idéntico al del salón y hay una estantería llena de libros.

Por lo visto, la familia VanGuard no es una familia que tenga problemas económicos, al contrario, disponen de más dinero del que puedan gastar ya que el señor VanGuard es el jefe de una fábrica donde se genera la mejor ropa de todo Lucrecio, por lo tanto no es un problema mantener una familia numerosa.

Las niñas se sientan en una de las camas y ven a los niños sacando diferentes juguetes para mostrárselos y dándoles explicaciones de que son o para que sirven, pero Holly y Suzie solo observan sin mostrar emoción alguna, a lo cual, Suzie, se levanta hacia la estantería y ojea los libros que hay, llamándole la atención uno en concreto de un mago que viaja por los reinos dando grandes riquezas a estos, a lo cual mira su mano izquierda con cara de preocupación.

Cae la noche, la hora de la cena llegó. Todos se sientan a la mesa mientras la sirvienta sirve la cena. La sirvienta es una mujer de unos 50 años, una estatura de 1.58 metros, pelo recogido negro, ojos negros, de piel morena y con un acento que se notaba que no era de Lucrecio. En la cena, los niños se sentaron a los lados de Holly y Suzie, mientras que los padres frente a ellas. La cena es tranquila, la familia intenta conectar con las niñas, pero no logran que ellas gesticulen palabra alguna.

Todos se van a dormir, pero las gemelas no logran pegar ojo.

Holly: ¿Tú tampoco puedes dormir?

Suzie: Que va, me preocupa que descubran lo mio.

Holly: Siempre podemos hacer algo para que nos devuelvan.

Dan: ¿Entonces tú también eres especial?

Las gemelas se sobresaltan ante el comentario de Dan, el cual pensaban que dormía.

Dan: No os asustéis, tanto yo como Christ tenemos nuestras capacidades especiales. Además, mañana os llevaremos a un lugar donde veréis que somos más de los que creéis.

Ante la oferta propuesta de Dan, las chicas acceden tras deliverarlo un par de veces.

Dan: Por cierto, aún no nos habéis dicho como os llamáis.

Holly: Ella es Suzie y yo soy Holly.

Crónicas Dittoverse: HollyWhere stories live. Discover now