Un nuevo día comienza en la casa de los VanGuard. Todos los miembros de la familia van a desayunar rápidamente y, en cuanto acaban, los cuatro niños salen a las calles corriendo. Una gran cantidad de gente se encuentra trabajando o haciendo sus quehaceres mientras los niños corren.
Tanto Holly como Suzie cambiaron sus vestimentas a unas más limpias, una camisa blanca con tirantes rojos, acompañados de una larga falda roja. Dan y Christ llevan una camisa de botones azul y unos pantalones negros.
Tras recorrer una gran cantidad de callejones, los cuatro llegan a un edificio cochambroso, con los cristales rotos y matojos por doquier. El edificio se encuentra en un lugar abandonado de la ciudad, donde borrachos se encuentran tirados en el suelo con sus botellas derramadas.
Al entrar, el edificio es como una versión ruinosa del edificio donde ellos viven, ya que pertenece al mismo arquitecto, pero por causas ajenas a la construcción, este edificio nunca fue dispuesto a la venta ya que la zona no compensaba y no podrían darle salida a los pisos.
Suben hasta la azotea y un grupo de tres niños y dos niñas se encuentran allí realizando algo prohibido en Gaia, magia. Durante años, la magia fue la gran fuente de la vida en aquellas tierras, pero un día provocó una guerra entre las grandes civilizaciones casi llevando al borde de la extinción a casi todas las razas existentes, fue por eso que la magia se prohibió a nivel global y es perseguido por las grandes organizaciones para que sea erradicada. Después de que la magia fuera perseguida, la cantidad de magos se disminuyó considerablemente, pero hoy día parece que el resurgir de esta está siendo tan real que podría llegar a volver a crearse un nuevo conflicto a escala global.
Al ver este panorama, Suzie comienza a sentirse más aliviada, pero Holly comienza a inquietarse ante toda esa cantidad de energía junta en un mismo punto, a lo cual agarra a Suzie del brazo y se van a un rincón a hablar.
Holly: Suzie, llevamos tiempo evitando que nos pillen y sin embargo te sientes aliviada, ¿qué te pasa?
Suzie: Ambas accedimos, ¿a qué viene esto?
Holly: Viene a que pensé que seriáis cuatro o cinco, no ocho y los que queden por venir, si es que quedan.
Suzie: A ver, sé que asusta un poco, pero piénsalo, si ellos están aquí es porque nunca les han pillado.
Holly: Hasta que los pille con nosotras aquí. ¿Se te ha olvidado que decían las personas de las calles cada vez que pillaban a alguien con magia?
Suzie: Mira Holly, me da igual que lo que la gente diga. Si estos niños están aquí será que es seguro.
Holly mira a Suzie con preocupación mientras ella se va hacia el resto de niños. Tras esta situación, Holly se marcha de la azotea, cuando, en uno de los pisos vacíos, observa la figura de una persona. Ella entra para observar que se trama exactamente y lo único que ve es un hombre con una larga gabardina marrón caramelo, unos pantalones de cuero rasgados negros, unas buenas botas negras manchadas de barro y un sombrero marrón roble de asas grandes con una pluma grande blanca decorándolo. Al fijarse bien, el hombre tiene una de las piernas raras, como si no fuese suya. El hombre gira la cabeza a donde está Holly y le indica que pase. A pesar de estar cerca de él, aún no se le puede reconocer su rostro, pero éste le da una daga. El hombre simplemente le señala un montón de libros tirados en el suelo, a lo que Holly coge la daga y se marcha al montón de libros, sacando de uno a uno, mostrándole al señor cada libro hasta que uno de ellos da el visto bueno. Este libro no era otro que un libro que fue suprimido de las bibliotecas ya que mostraba de forma sutil a robar. Después de ojear el libro, Holly vuelve a alzar la vista hacia el hombre, pero éste ya no se encontraba allí.
Holly corre al exterior del piso y no había nadie, a lo cual Dan, Christ y Suzie bajan diciendo que va siendo hora de volver a casa, que el profesor vendrá en una hora, a lo cual Holly accede algo aturdida tras lo ocurrido.
El camino de vuelta a casa es tranquilo, pero en la calle aparece un grupo de cinco personas vestidas de la misma manera, un traje negro con unos pantalones negros, unos zapatos negros y un gorro como policial pero negro. Estos son los cazadores de magos, los cuales, como su nombre indica, se dedican a cazar magos para llevárselos a un lugar donde, los rumores dicen, los usan para sus propios fines. Los niños se desvían por una calleja para evitarlos, lo cual logran. Llegan a la parte trasera de su edificio y Christ coge unas escaleras que estaban allí y las pone para subir a casa a su habitación. Lo bueno, para ellos, es que sus padres no estaban y aún queda por lo menos 20 minutos para las clases. Mientras el resto se terminan de preparar, Holly esconde en su cama la daga y el libro.
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Crónicas Dittoverse: Holly
FantasyNarra la historia del pasado de Holly, una joven la cual tuvo dificultades en su niñez y, junto a su hermana gemela, vivieron numerosos problemas relacionados con la magia, la cual sigue siendo mal vista por la sociedad.