Capitulo 13. "me apuesto a que yo le quito la virginidad antes que tu"

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Christopher la besó con fuerza en los labios mientras ella se subía a su abdomen.

Impresionada por la rapidez y audacia con la que actuaba, ella sólo pudo preguntar besándolo.

-¿Dónde has aprendido? -rió ella.

-Viendo lo que vimos... Hmmm, ¿Cómo se llamaba? ¿Porno?

Dulce abrió mucho los ojos mirando a Christopher. Él, volvió a besarla pero dulce no dejaba de tener los ojos muy abiertos mirándolo.

-Eres un caso aparte Christopher -rió ella mientras se bajaba e iba directo a por una toalla.

-¿A dónde vas? -frunció el ceño-. Me dijiste que cuando no estuviera mi papá, haríamos todo lo que yo quisiera.

Ella hizo los ojos en blanco.

-Controla tus hormonas. Ya casi tienes veintiún años y probablemente tengas necesidades, lo entiendo perfectamente, pero... No quiero que tu primera vez... Que nuestra primera vez, sea un calentón.

Christopher hizo un puchero mientras se vestía.

-Creo que me voy -dijo ella.

-No -protestó como un niño pequeño-. Hemos estado mucho tiempo separados, quiero estar contigo.

-Y yo contigo... Pero tengo que estudiar -suspiró-. Lo siento, bebé. Pero mañana volveré, te lo prometo.

Sonrió y corrió desde el baño desnudo para abrazarla. La escena era única, pero ella amaba que él le diese eso... Escenas únicas.

-Qué bonita eres, Dulce -sonrió Christopher.

-¿Te vas a portar bien cuando yo no esté?

-Sí -asintió enérgicamente.

-Mas te vale, o si no... No hay regalo.

-¿Un regalo? ¿Como el que yo te hice?

-No, mil veces no... El mío será muchísimo mejor.

-¿No te gustó? -bajó la mirada y los ojos se le cristalizaron.

-No, Christopher. Te digo la verdad para que no vuelvas a tocar las cosas de tu madre.

Christopher asintió aceptando lo que dulce le había dicho. La acompañó hasta la puerta y después de besarla bastantes veces, se marchó.

Suspiró entrando en su casa. Sonaría como una locura, pero él quería irse a vivir con Dulce, solos, y juntos para siempre.

Un escalofrío lo recorrió por la espalda al seguir pensando en ella. Se acostó en su cama con la luce apagadas y sin querer queriendo, se durmió.

Dulce no fue a estudiar, sino que salió con sus amigos... Quería darles la gran noticia de que por fin, después de tantos años, tenía novio... Y muy guapo.

En el grupo estaban Miguel, Christian y Anahi... Junto con los insoportables de Alfonso y Natalia, ¡agh! Esos dos deberían salir para darse por culo entre ellos y que dejen en paz a los demás.

Se reunieron en el campo de fútbol americano del instituto. Al parecer, Dulce era la última en llegar -como siempre-, así que Christian al verla, corrió hacia ella.

-¡Mi pitufa de ojitos verdes! -la abrazó y la elevó, llevándola así donde estaban los demás-. ¿Qué tal estás?

-Genial -sonrió abrazando a Maite y a Anahi.

-¿Ni hay abrazo para mi? -sonrió de lado Alfonso.

-¡Ni lo pidas! -bufó Natalia-. Te puede pasar la lepra o la tuberculosis.

Pequeño Inocente (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora